Un reciente estudio arqueológico ha desmentido una creencia común sobre los hábitos alimenticios de los húngaros tras su conversión al cristianismo: a pesar de las condenas eclesiásticas, siguieron comiendo carne de caballo durante siglos. Investigadores que analizaron residuos óseos en casi 200 asentamientos medievales en Hungría concluyen que esta práctica alimenticia persistió mucho más tiempo de lo que se pensaba, desafiando la versión oficial transmitida por fuentes históricas religiosas.
Los hallazgos, publicados en la revista académica Antiquity, se basan en un extenso estudio de huesos encontrados en basureros medievales —auténticos “contenedores del pasado”— que revelan patrones alimenticios ocultos. De forma sorprendente, en cerca de una cuarta parte de estos sitios arqueológicos, más del 10 % de los restos óseos identificables pertenecían a caballos, lo que indica un consumo habitual y extendido de su carne. Esta evidencia sugiere que, incluso después de que Hungría adoptara oficialmente el cristianismo en el siglo XI, muchos húngaros continuaron incluyendo el caballo en su dieta.
Evidencias en la basura medieval
Para llevar a cabo su investigación, los científicos analizaron residuos excavados en 198 asentamientos medievales de toda Hungría. Los materiales recuperados incluían principalmente huesos animales desechados tras el consumo, lo que permitió a los investigadores determinar qué especies se consumían más y en qué proporciones. Lo que más llamó la atención fue la abundancia de restos de caballos, una especie cuyo consumo estaba estigmatizado en gran parte de la Europa cristiana medieval.
“En muchos de estos yacimientos, los huesos de caballo aparecen en proporciones que claramente sugieren que su carne fue consumida de manera sistemática”, explican los autores del estudio. Esta persistencia en el consumo contrasta con lo que indican numerosas fuentes cristianas de la época, que describían la carne de caballo como impura e incluso relacionada con prácticas paganas.
El estudio, titulado “Hippophagy in medieval Hungary: A quantitative analysis”, pone de relieve cómo la arqueología puede desafiar narrativas históricas tradicionales. Los investigadores afirman que el análisis de basureros antiguos permite conocer con mayor precisión las costumbres reales de la población, alejadas del ideal moral transmitido por las élites religiosas.
La postura de la Iglesia: condena sin prohibición oficial
Aunque la Iglesia católica nunca prohibió formalmente el consumo de carne de caballo, numerosos líderes religiosos medievales se pronunciaron enérgicamente contra esta práctica. Uno de los casos más citados es el del papa Gregorio III, quien en el siglo VIII calificó la carne de caballo como “impura y detestable”. En diversas fuentes eclesiásticas posteriores, el consumo equino fue vinculado a rituales paganos o a prácticas consideradas bárbaras.
Este rechazo se tradujo en una fuerte presión cultural que, en muchas regiones de Europa, derivó en la casi total desaparición del caballo como alimento. En este contexto, el caso húngaro se vuelve especialmente llamativo: los datos arqueológicos sugieren que buena parte de la población continuó comiendo carne de caballo durante siglos, ignorando —o resistiendo— las presiones eclesiásticas.
“Nuestros hallazgos indican que, al menos en el caso húngaro, la conversión al cristianismo no se tradujo de manera automática en la adopción de las normas dietéticas promovidas por las autoridades religiosas”, concluyen los autores.
El papel de la invasión mongola
Sin embargo, el consumo de carne de caballo en Hungría no se mantuvo constante durante toda la Edad Media. A partir del siglo XIII, los restos óseos de caballos comienzan a escasear de manera abrupta en los sitios analizados. Este descenso no parece vinculado a un cambio religioso, sino a un evento histórico traumático: la invasión mongola de 1241-1242.
Durante esta incursión, entre el 40 y el 50 % de la población húngara fue exterminada, lo que tuvo un impacto demográfico y cultural profundo. Los invasores también se llevaron gran parte del ganado equino, considerado valiosísimo tanto como medio de transporte como para fines militares. Como consecuencia, los caballos escasearon en el territorio húngaro durante décadas, lo que limitó su uso como alimento.
A esto se sumó una transformación demográfica: tras la invasión, se repoblaron varias zonas con grupos étnicos que preferían otras carnes, como la de cerdo y la de vacuno. Estas transformaciones condujeron a una paulatina disminución en el consumo de carne equina, hasta su desaparición casi total hacia el siglo XVI.
“Las causas de la caída en el consumo de carne de caballo fueron múltiples y complejas, y no pueden explicarse únicamente a partir de factores religiosos”, subrayan los autores del estudio.
Más allá de los textos: lo que revela la arqueología
El artículo publicado en Antiquity pone de manifiesto la capacidad de la arqueología para corregir, matizar o incluso contradecir la versión de la historia que ofrecen los textos escritos. En muchas ocasiones, los documentos que han llegado hasta nosotros fueron redactados por miembros de las élites, con intereses particulares y sesgos morales o religiosos.
“Este tipo de investigaciones demuestra que las fuentes materiales pueden revelar patrones culturales que han pasado desapercibidos en los textos tradicionales”, señalan los autores. La historia de la dieta húngara medieval, lejos de ser un reflejo directo de la doctrina cristiana, estuvo marcada por la resistencia cultural, la escasez económica, las invasiones externas y las mezclas étnicas.
De hecho, según los investigadores, el caso del caballo en Hungría muestra cómo las prácticas alimenticias pueden actuar como un indicador de identidad cultural y resistencia frente a la imposición de normas externas. A pesar de la presión de la Iglesia, muchos húngaros continuaron comiendo lo que consideraban parte esencial de su herencia nómada y ancestral.
Cambios culturales más allá de la religión
Una de las principales aportaciones de este estudio es demostrar que las transformaciones culturales profundas, como las relacionadas con la alimentación, no se producen únicamente por la influencia de nuevas religiones o doctrinas morales. Más bien, responden a procesos de largo plazo, en los que se cruzan factores políticos, económicos, demográficos y ambientales.
En el caso húngaro, la transición hacia una dieta sin carne de caballo no se produjo como una imposición cristiana directa, sino como resultado de un cúmulo de factores interconectados: desde la escasez de recursos tras una invasión devastadora, hasta la incorporación de nuevas poblaciones con preferencias culinarias distintas.
“Lo que observamos es un proceso complejo de negociación cultural, en el que las prácticas tradicionales coexisten, resisten o se adaptan a nuevas realidades sociales”, explican los científicos. Este enfoque permite una lectura más matizada del pasado y rompe con la idea de que la conversión religiosa implica una transformación cultural inmediata o total.
Reescribiendo el relato del pasado
Este estudio invita a repensar las relaciones entre religión, cultura y vida cotidiana en la Edad Media europea. También pone de relieve el potencial de la ciencia arqueológica para aportar nuevas perspectivas sobre fenómenos históricos largamente asumidos como verdades indiscutibles.
A medida que se excavan más asentamientos y se analizan sus restos, se amplía nuestra comprensión sobre cómo vivían realmente las poblaciones medievales, qué comían, cómo respondían a las crisis y qué tradiciones lograban mantener a pesar de los cambios religiosos o políticos.
“Las narrativas históricas deben construirse a partir de múltiples fuentes: no solo documentos escritos, sino también las huellas materiales que dejaron los seres humanos en su vida cotidiana”, concluyen los investigadores.
El caso de la carne de caballo en Hungría medieval es solo un ejemplo, pero abre la puerta a nuevas preguntas: ¿qué otras costumbres se mantuvieron a pesar de las presiones religiosas? ¿Cuántas versiones alternativas de la historia permanecen ocultas en los restos enterrados del pasado?
Fuente: Bartosiewicz L, Gál E. Hippophagy in medieval Hungary: a quantitative analysis. Antiquity. Published online 2025:1-18. doi: https://doi.org/10.15184/aqy.2025.10138
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