¿Café, alcohol o ambos? Descubre la clave para dormir mejor

Estudio de la Universidad de Washington muestra que la combinación de cafeína y alcohol puede tener un impacto interesante en el sueño, según observaciones en operadores de bolsa estresados. Aunque el alcohol actúa como sedante contrarrestando la cafeína, se advierte que no es una solución óptima y persiste un desajuste en la percepción del sueño. Se necesita más investigación sobre los efectos a largo plazo

Si duermes mal, es mejor no tomar café por la noche, y también es recomendable evitar el alcohol antes de acostarte. Al menos eso es lo que pensamos. Además, con las bebidas por separado pasa lo mismo, pero posiblemente la combinación funcione bastante bien, o al menos no empeore la situación.

Esa es la conclusión a la que han llegado investigadores estadounidenses de la Universidad de Washington, que estudiaron a un grupo de operadores bursátiles de Nueva York. Sus estresantes trabajos les harían más propensos que otros a recurrir a sustancias como el alcohol y la cafeína, según investigaciones anteriores. Recurren a la combinación de ambas sustancias como automedicación para dormir mejor. 

El alcohol es un narcótico, como los tranquilizantes, el cannabis o la morfina. La cafeína, en cambio, es un estimulante, un estimulante, como la nicotina o la cocaína. La pregunta ahora era: ¿funciona también para dormir mejor? La respuesta: parece que sí. El alcohol por la noche da sueño e inhibe el efecto de la cafeína consumida antes.

Estimulante y calmante

“En nuestro estudio descubrimos una intrigante interacción entre los efectos de la cafeína y el alcohol sobre el cuerpo y la mente”, explica el investigador principal, Frank Song, de la Universidad de Washington. “El efecto sedante del consumo de alcohol por la noche parece reducir el impacto adverso de la cafeína en la calidad del sueño. Esto no significa que la combinación de cafeína y alcohol tenga un impacto positivo en la calidad del sueño, pero sí demuestra que ambas sustancias pueden utilizarse codo con codo para amortiguar los efectos estimulantes y sedantes en los momentos en que son indeseables”.

El psicólogo cree que este tipo de automedicación es muy común entre personas con trabajos y estilos de vida estresantes. “Espero que este tipo de comportamiento sea mucho más común entre las personas con trabajos estresantes y no solo entre los operadores de bolsa como los que estudiamos. Elegimos este grupo profesional porque es conocido por su elevada carga de trabajo y estrés. Operar en bolsa requiere gran velocidad y concentración para tener éxito. El inconveniente de este trabajo es que también hay una incidencia relativamente alta de problemas de ansiedad y estrés dentro de la profesión”.

Razón por la que los traders recurren al alcohol y la cafeína, pero esa no es la solución, advierte el investigador. “La cafeína, el alcohol o una combinación de ambos no son panaceas para dormir bien. Por lo tanto, espero que no se fabrique ninguna ayuda para dormir de este tipo”. Los operadores de bolsa, por ejemplo, durmieron menos. “El consumo de cafeína provocó que los sujetos durmieran menos de media, pero se sentían bien descansados. Esto sugiere un desajuste en la percepción del usuario, que hace que el consumo de cafeína continúe a pesar de los efectos negativos sobre el sueño”, explica Song.

Los operadores de bolsa que participaron en el estudio fueron objeto de seguimiento durante seis semanas. “Examinamos la calidad y duración del sueño, así como el consumo de alcohol y cafeína. Los participantes rellenaron un cuestionario al respecto todos los días durante seis semanas. Después analizamos estos datos”, explica Song.

Sorprendido por los resultados

No esperaba en absoluto la interacción positiva entre el consumo de alcohol por la noche y el de cafeína durante el día. Aún no está claro hasta qué punto la calidad del sueño es buena como consecuencia del consumo combinado de sustancias. Una investigación posterior podría resolver este problema. Song también siente curiosidad por los efectos a largo plazo del consumo combinado de sustancias.

“Nuestros resultados muestran los efectos más amplios del consumo de alcohol y cafeína y de la combinación de ambos. En concreto, los cambios en el estado de conciencia, la calidad del sueño, la cantidad de sueño, los efectos degradantes sobre el rendimiento y los costes económicos que esto supone para las empresas y la sociedad. Reduciendo al mínimo el consumo de alcohol, las personas pueden mejorar la calidad y la duración del sueño. En última instancia, esto redunda en una mejora de la salud, especialmente entre los profesionales”, concluye Song.

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