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Redescubren en Barbados a la serpiente más pequeña del mundo tras casi dos décadas sin avistamientos
miércoles, agosto 13, 2025

Redescubren en Barbados a la serpiente más pequeña del mundo tras casi dos décadas sin avistamientos

Serpiente Tetracheilostoma carlae sobre la mano de un investigador, mostrando su diminuto tamaño y cuerpo marrón brillante.

Un ejemplar vivo de la diminuta serpiente endémica Tetracheilostoma carlae, considerada la más pequeña del planeta, ha sido encontrado en un bosque de Barbados después de casi veinte años sin registros confirmados, reavivando la esperanza para la conservación de especies únicas en la isla.

La noticia ha generado gran expectación entre biólogos, conservacionistas y habitantes de Barbados. Durante años, esta serpiente —conocida popularmente como “draadwormslang” o “serpiente hilo de Barbados”— se había mantenido invisible para la ciencia, lo que llevó a temer que pudiera haberse extinguido. El hallazgo no solo confirma que aún habita en el país caribeño, sino que también ofrece nuevas pistas sobre su hábitat y las amenazas que enfrenta.

Aunque Barbados es famoso por sus playas, su biodiversidad es igualmente valiosa y única. Entre sus bosques, que han sufrido una reducción drástica desde la llegada de los colonizadores hace cinco siglos, sobreviven especies que no se encuentran en ninguna otra parte del mundo. Tetracheilostoma carlae es una de ellas: una serpiente que en su etapa adulta apenas mide entre 9 y 10 centímetros, con un cuerpo tan fino que puede confundirse fácilmente con una lombriz de tierra. Su rareza y tamaño la convierten en un símbolo de la fragilidad de los ecosistemas insulares.

Una búsqueda paciente y casi infructuosa

El hallazgo de este año es fruto de un esfuerzo coordinado por el Ministerio de Medio Ambiente de Barbados dentro del programa “Conserving Barbados’ Endemic Reptiles”, cuyo objetivo es localizar y proteger reptiles endémicos gravemente amenazados. Entre ellos figuran no solo la T. carlae, sino también un gecko (Phyllodactylus pulcher), una serpiente (Erythrolamprus perfuscus) y un escinco (Alinea lanceolata), de los cuales las dos últimas especies se temen extintas.

Durante doce meses, un equipo de especialistas recorrió áreas naturales en busca de señales de la diminuta serpiente, sin éxito. Fue recién en marzo de este año cuando Connor Blades, integrante del proyecto, levantó una piedra en un bosque y encontró un pequeño animal que, a primera vista, parecía un gusano. Sin embargo, al observarlo mejor, reconoció rasgos que coincidían con los de la esquiva T. carlae.

Consciente de la importancia del hallazgo, Blades llevó el ejemplar a la Universidad de las Indias Occidentales para examinarlo bajo un microscopio y confirmar su identidad. Allí, junto con su colega Justin Springer, constató que, efectivamente, se trataba de la serpiente más pequeña del mundo. Springer recuerda con asombro el momento: “Cuando llevas tanto tiempo buscando algo y no lo encuentras, te quedas en shock cuando finalmente lo tienes frente a ti. Simplemente, no lo puedes creer. Así me sentí”.

Un animal escurridizo y extremadamente raro

La escasez de registros de T. carlae no es nueva. Desde su primera descripción científica en 2008, basada en especímenes recolectados en Barbados desde finales del siglo XIX, solo se han documentado un puñado de avistamientos confirmados. Según Blades, “parecen ser extremadamente raras. Desde 1889 solo hay unas pocas observaciones verificadas, así que no mucha gente ha tenido la oportunidad de verlas en la naturaleza”.

Su rareza se debe en parte a sus hábitos. Vive bajo piedras, entre la hojarasca o en el suelo blando, y es activa principalmente en condiciones muy específicas de humedad y temperatura. Esto, sumado a su diminuto tamaño, hace que incluso en zonas donde habita pueda pasar completamente desapercibida.

El nuevo hallazgo no solo confirma que la especie sigue viva, sino que proporciona datos sobre su localización actual, lo que permitirá a los biólogos afinar futuras búsquedas y comprender mejor sus necesidades ecológicas.

Un hábitat en crisis

La T. carlae depende de un tipo de bosque que hoy es extremadamente limitado en Barbados. Desde la colonización, alrededor del 98 % de la cobertura forestal original ha desaparecido, reemplazada por plantaciones agrícolas y áreas urbanas. Esto deja a la serpiente confinada a pequeños fragmentos de bosque, aislados y a menudo degradados.

Blades advierte que este aislamiento puede poner en riesgo la viabilidad de la población. “Si la población no es muy grande, me preocupa su capacidad para encontrar pareja, especialmente si su hábitat sigue amenazado y en retroceso”. A diferencia de otras especies de serpientes hilo, que pueden reproducirse por partenogénesis —es decir, sin necesidad de un macho—, T. carlae requiere de reproducción sexual, lo que agrava las dificultades para su supervivencia en un entorno fragmentado.

La pérdida de hábitat, la degradación del suelo y la presencia de especies invasoras como ratas y mangostas añaden más presión a la ya delicada situación de la serpiente. Cada uno de estos factores reduce las probabilidades de encontrar alimento, de poner huevos en lugares seguros y de mantener una población saludable.

La serpiente más pequeña del planeta

En la escala de tamaño del reino animal, T. carlae es un extremo. Aunque los científicos no descartan que pueda existir alguna especie de serpiente aún más pequeña sin descubrir, consideran que es poco probable. Esto se debe a que hay un límite biológico: las crías de serpiente deben nacer con un tamaño mínimo que les permita alimentarse y desplazarse en su entorno.

En el caso de T. carlae, las crías son relativamente grandes en proporción a la madre, alcanzando hasta la mitad de su longitud. Debido a esta relación, la especie pone solo un huevo por vez, lo que limita su capacidad de aumentar rápidamente su población y la hace más vulnerable a cualquier evento que afecte a los adultos.

Su cuerpo es de un color marrón brillante, con escamas diminutas y uniformes, adaptadas para desplazarse bajo tierra y entre material orgánico en descomposición. Su dieta se compone principalmente de larvas y huevos de hormigas y termitas, un recurso que obtiene excavando o desplazándose entre las galerías de estos insectos.

Implicaciones para la conservación

La reaparición de T. carlae ha sido recibida como un triunfo por los conservacionistas, pero también como una advertencia. Para Justin Springer, “la redescubierta de la serpiente hilo es también un llamado para nosotros, los barbadenses, a proteger los bosques especiales de Barbados. No solo por la serpiente, sino por todas las especies que dependen de ellos”.

El Ministerio de Medio Ambiente planea intensificar las acciones del programa Conserving Barbados’ Endemic Reptiles, incluyendo estudios de campo más frecuentes, monitoreo del hábitat y campañas de sensibilización para que la población local participe en la protección de estos ecosistemas. También se contempla la restauración de áreas degradadas y la creación de corredores biológicos que permitan conectar los fragmentos de bosque donde se sospecha que sobrevive la serpiente.

Estas medidas podrían beneficiar no solo a T. carlae, sino también a otras especies endémicas igualmente amenazadas, como el gecko Phyllodactylus pulcher, que enfrenta la pérdida de hábitat y la depredación por especies invasoras; la serpiente Erythrolamprus perfuscus, de la que no se tienen registros recientes; y el escinco Alinea lanceolata, que podría haber desaparecido pero que se sigue buscando activamente.

Un recordatorio de la fragilidad insular

Barbados, como muchas islas del Caribe, enfrenta un dilema urgente: conservar lo poco que queda de sus ecosistemas originales mientras se adapta a las demandas de una economía moderna basada en gran parte en el turismo. La historia de T. carlae es un ejemplo de cómo incluso las especies más pequeñas pueden ser clave para comprender y proteger la biodiversidad de un lugar.

La confirmación de que la serpiente más pequeña del mundo sigue viva es una buena noticia, pero su futuro dependerá de las acciones que se tomen en los próximos años. Los científicos subrayan que su protección no puede desligarse de un plan más amplio para restaurar y conservar los bosques de Barbados, un desafío que requerirá voluntad política, recursos y el compromiso de la comunidad.

Fuente:

Re:wild. (2025, 23 de julio). World’s smallest snake, lost to science for nearly 20 years, rediscovered in Barbados [Comunicado de prensa]. https://www.rewild.org/press/barbados-threadsnake-rediscovery

Referencia:

Biodiversity Conservation and Management Section, Ministry of Environment, Barbados. (s.f.). Conserving Barbados’ Endemic Reptiles. Recuperado el 12 de agosto de 2025 de https://biodiversity.gov.bb/conserving-barbados-endemic-reptiles/

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