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El planeta al borde del límite: la humanidad se acerca peligrosamente al umbral de 1,5 grados de calentamiento global
jueves, mayo 29, 2025

El planeta al borde del límite: la humanidad se acerca peligrosamente al umbral de 1,5 grados de calentamiento global

Paisaje árido con grietas en el suelo y árboles secos, símbolo del impacto del cambio climático y la creciente frecuencia de las sequías extremas

La ONU advierte que hay un 70 % de probabilidades de superar la barrera climática crítica en los próximos cinco años

Cada año, el planeta se calienta un poco más, pero el más reciente informe de la Organización Meteorológica Mundial (OMM) pone en cifras una realidad que ya no se puede ignorar: la humanidad está peligrosamente cerca de cruzar el umbral de 1,5 grados de aumento de la temperatura global respecto a los niveles preindustriales. Y lo peor es que las proyecciones indican que no se trata de un pico aislado, sino de una tendencia sostenida que amenaza con intensificar desastres climáticos en todo el mundo.

Según el Informe Global Anual a Quinquenal sobre el Clima Mundial 2025-2029, publicado el 28 de mayo por la OMM (agencia especializada de la ONU), existe una probabilidad del 70 % de que la temperatura media global anual supere temporalmente los 1,5 °C por encima de los niveles preindustriales durante al menos uno de los próximos cinco años. Se trata de una cifra significativamente más alta que la estimada en el informe anterior, que situaba esta posibilidad en un 47 %. En 2021, la probabilidad era de apenas un 20 %.

“El aumento de las temperaturas tiene un coste humano y económico devastador. Provoca fenómenos meteorológicos extremos, eleva el nivel del mar, derrite los glaciares y afecta a la seguridad alimentaria, el acceso al agua, la salud y el bienestar de millones de personas”, explicó Petteri Taalas, secretario general de la OMM, en un comunicado oficial.

Calor sin precedentes: lo peor aún está por venir

El informe, elaborado en colaboración con el Met Office del Reino Unido y otras oficinas meteorológicas nacionales, predice que existe un 80 % de probabilidad de que al menos uno de los años entre 2025 y 2029 sea el más cálido jamás registrado, superando el récord establecido en 2024.

Ese año, la temperatura media global fue 1,55 °C superior al promedio preindustrial, convirtiéndose en el año más cálido desde que comenzaron las mediciones hace 175 años. Pero lejos de ser un fenómeno excepcional, los expertos consideran que esto es solo una muestra de lo que está por venir.

De acuerdo con las nuevas proyecciones, se espera que la temperatura global entre 2025 y 2029 esté entre 1,2 °C y 1,9 °C por encima del promedio de referencia de 1850-1900, lo que pone a la humanidad al borde de rebasar de forma sostenida el límite que los líderes mundiales se comprometieron a evitar en el Acuerdo de París de 2015.

“El informe no deja lugar a dudas: seguimos yendo en la dirección equivocada. Estamos acelerando hacia un umbral que los científicos nos han advertido durante años que no debemos cruzar”, alertó Ko Barrett, secretaria general adjunta de la OMM.

El Ártico se calienta tres veces más rápido que el promedio

Uno de los hallazgos más alarmantes del informe de la OMM es la acelerada tasa de calentamiento en el Ártico, donde las temperaturas invernales (noviembre a marzo) aumentarán en promedio 2,4 °C respecto al periodo de referencia 1991-2020, lo que representa más de 3,5 veces el promedio global.

Este fenómeno conocido como amplificación ártica no solo acelera el derretimiento del hielo marino y la pérdida de glaciares, sino que también altera los patrones climáticos globales, como las corrientes en chorro y los sistemas de presión atmosférica, con impactos directos en las condiciones meteorológicas de otras regiones.

Al mismo tiempo, el informe prevé un aumento de las precipitaciones en regiones como el Sahel, el norte de Europa, Alaska y el norte de Siberia, mientras que se anticipan condiciones más secas en zonas críticas como la Amazonía, lo que podría exacerbar aún más la deforestación y la pérdida de biodiversidad.

Más allá de las estadísticas: un catálogo de catástrofes

Cada fracción adicional de grado de calentamiento conlleva un riesgo mayor de eventos extremos. El informe de la OMM señala que el cambio climático ya está provocando olas de calor más intensas, inundaciones devastadoras, sequías prolongadas, derretimiento acelerado de hielos polares y glaciares, calentamiento oceánico y elevación del nivel del mar.

“Los últimos diez años han sido los más cálidos jamás registrados”, advirtió Ko Barrett. “Y desafortunadamente, este nuevo informe no ofrece ningún alivio. Eso significa que veremos un impacto cada vez más negativo en nuestras economías, en nuestras vidas cotidianas, en los ecosistemas y en la salud del planeta”.

Las consecuencias ya están a la vista. En 2023 y 2024, decenas de países sufrieron eventos meteorológicos extremos: incendios forestales sin precedentes en Canadá y Grecia, inundaciones catastróficas en Libia y Pakistán, olas de calor en Europa y Asia, y sequías históricas en América del Sur. Los desastres naturales vinculados al clima provocaron miles de muertes y pérdidas económicas multimillonarias.

El Acuerdo de París bajo amenaza

Firmado en 2015 por casi 200 países, el Acuerdo de París estableció el compromiso de mantener el aumento de la temperatura media global por debajo de 2 °C respecto a los niveles preindustriales y limitarlo preferentemente a 1,5 °C. Sin embargo, ese objetivo parece cada vez más inalcanzable.

Las nuevas estimaciones sugieren que la temperatura global promedio entre 2015 y 2034 será de 1,44 °C por encima del nivel preindustrial, lo que implicaría que el mundo ha estado peligrosamente cerca del umbral durante dos décadas consecutivas. Si la tendencia continúa, el calentamiento sostenido más allá de 1,5 °C se volverá una realidad, con consecuencias irreversibles.

“El Acuerdo de París no se trata solo de números. Se trata de vidas humanas, de culturas enteras en riesgo de desaparecer, de especies que podrían extinguirse y de ecosistemas que podrían colapsar”, subrayó Petteri Taalas.

¿Por qué no hacemos nada?

Pese a las reiteradas advertencias científicas y a la acumulación de evidencia empírica, las emisiones globales de gases de efecto invernadero siguen aumentando. La humanidad sigue quemando combustibles fósiles a gran escala, destruyendo bosques, contaminando los océanos y apostando por modelos económicos basados en el consumo ilimitado de recursos finitos.

¿Cómo se explica esta parálisis ante una amenaza existencial? Para muchos expertos, el fenómeno tiene una raíz psicológica. Los científicos sociales hablan de “disociación colectiva”, un mecanismo de defensa ante una realidad tan abrumadora que resulta más fácil ignorarla que enfrentarla.

“El problema climático es tan grande, tan complejo y tan cargado de emociones, que muchas personas se sienten impotentes. Se convencen de que hacer algo no servirá de nada, que el problema es demasiado grande para ellos. Entonces ocurre una forma de desconexión psicológica: se separan de la realidad para no enfrentarse a ella”, explican psicólogos citados en publicaciones previas.

Esta desconexión se manifiesta en comportamientos cotidianos: desde la negación de la crisis climática hasta la falta de acción política o la apatía generalizada. El resultado es una inercia global que dificulta implementar las medidas urgentes que los científicos reclaman desde hace décadas.

Monitoreo, adaptación y responsabilidad

Ante este panorama, la OMM insiste en la urgencia de mejorar los sistemas de monitoreo climático, fortalecer la cooperación internacional y desarrollar estrategias de adaptación basadas en evidencia científica. Una de sus iniciativas más recientes es el programa “Alerta Temprana para Todos”, que busca que todas las personas en el planeta estén protegidas por sistemas de alerta temprana en los próximos cinco años.

“Necesitamos invertir más en predicción y preparación. Necesitamos traducir la ciencia en políticas efectivas, y hacerlo rápido”, insistió Ko Barrett. “El monitoreo y la predicción climática continua es esencial para ofrecer a los responsables de la toma de decisiones las herramientas necesarias para adaptarse a la crisis climática”.

La agencia de la ONU también exhorta a los gobiernos a acelerar la transición hacia energías limpias, proteger los ecosistemas clave, garantizar la justicia climática y reducir de manera inmediata y drástica las emisiones de gases de efecto invernadero.

El tiempo se agota

El mensaje del nuevo informe de la OMM es claro: la ventana para evitar los peores efectos del cambio climático se está cerrando rápidamente. El mundo ya no puede permitirse la complacencia ni el escepticismo. Cada décima de grado cuenta. Cada año perdido en inacción acerca al planeta a un futuro irreversible.

Los próximos cinco años podrían definir el destino del clima terrestre para las generaciones venideras. No se trata de predicciones abstractas, sino de una alerta urgente basada en datos duros. Y la pregunta ya no es si estamos preparados, sino si estamos dispuestos a actuar antes de que sea demasiado tarde.

Fuente: World Meteorological Organization (2025). Global Annual to Decadal Climate Update 2025–2029. Recuperado de: https://wmo.int/sites/default/files/2025-05/WMO_GADCU_2025-2029_Final.pdf

Fuente: Naciones Unidas (28 de mayo de 2025). Climate change: World likely to breach 1.5°C limit in next five years: UN weather agency. Recuperado de: https://news.un.org/en/story/2025/05/1163751

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