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El hielo marino se reduce como nunca antes: ¿qué tan grave es la situación?
martes, marzo 11, 2025

El hielo marino se reduce como nunca antes: ¿qué tan grave es la situación?

El deshielo en los polos alcanza un nuevo mínimo histórico

El hielo marino en el Ártico y la Antártida ha alcanzado niveles alarmantemente bajos, según nuevos datos satelitales. En febrero de 2025, la extensión global del hielo marino descendió a su nivel más bajo jamás registrado para esta época del año, con apenas 16,20 millones de kilómetros cuadrados. 

El Ártico se reduce a un ritmo sin precedentes

En febrero de 2025, la extensión promedio del hielo marino en el Ártico fue de 13,7 millones de kilómetros cuadrados, lo que representa un 8 % menos que el promedio del período 1991-2020. Este valor es el más bajo registrado para un mes de febrero desde que comenzaron las mediciones satelitales en 1979.

Lo preocupante no es solo el nuevo récord, sino la velocidad con la que el hielo está desapareciendo. A finales de enero, la cobertura de hielo disminuyó en 0,3 millones de kilómetros cuadrados en solo una semana, lo que equivale a la superficie de Italia. Este tipo de reducción drástica no es común en invierno, cuando el hielo suele expandirse hasta su máximo anual en marzo.

Los científicos han identificado varios factores que contribuyeron a esta caída abrupta. Uno de los más destacados fue un evento cálido en la región del Mar de Groenlandia y Svalbard a principios de febrero. Vientos cálidos provenientes del sur llevaron temperaturas por encima del punto de congelación incluso hasta el Polo Norte, empujando el borde del hielo más hacia el norte.

Comparación con años anteriores

El récord anterior para un mes de febrero se estableció en 2018, cuando la extensión de hielo marino fue un 6 % inferior al promedio. En los años posteriores, las anomalías negativas fueron menos pronunciadas, pero 2025 ha marcado un regreso a niveles preocupantemente bajos.

El nivel actual es 0,8 millones de kilómetros cuadrados inferior al de 2024, lo que demuestra que la tendencia de reducción se mantiene firme. Los registros muestran que el hielo marino del Ártico ha estado disminuyendo de manera constante en las últimas décadas, con mínimos históricos que suelen alcanzarse en septiembre, cuando el deshielo es máximo.

La Antártida también bate récords negativos

Mientras el Ártico se enfrenta a una reducción acelerada de su cobertura de hielo, la Antártida no se queda atrás. En febrero de 2025, la extensión del hielo marino en el continente austral cayó a 2,5 millones de kilómetros cuadrados, un 26 % por debajo del promedio de 1991-2020.

Este valor representa la cuarta extensión más baja jamás registrada en la Antártida para un mes de febrero, y la segunda más baja si se considera el mínimo diario registrado el 25 de febrero, cuando el hielo marino se redujo a 2,10 millones de kilómetros cuadrados. Este nivel solo es superado por el récord absoluto de 2,04 millones de kilómetros cuadrados alcanzado en febrero de 2023.

El derretimiento del hielo antártico sigue una tendencia preocupante que ha sido evidente desde 2017, cuando las anomalías negativas comenzaron a superar regularmente el 20 %. “Estamos viendo una aceleración del derretimiento en la Antártida, con mínimos cada vez más extremos”, advierte Robert Larter, investigador del British Antarctic Survey.

Factores detrás de la pérdida de hielo

El deshielo en ambos polos está impulsado por múltiples factores, siendo el aumento de la temperatura global el principal responsable. En febrero de 2025, la temperatura superficial promedio del planeta fue de 13,36 grados Celsius, lo que representa un aumento de 1,59 grados con respecto a la era preindustrial.

El fenómeno del calentamiento global ha generado un efecto en cadena. Menos hielo significa menos reflexión de la radiación solar, lo que provoca un mayor calentamiento de los océanos y una mayor fusión del hielo. Además, el derretimiento del hielo marino altera las corrientes oceánicas, afectando los patrones climáticos globales.

Un ejemplo claro se observó en la región del Mar de Barents y el norte de Svalbard. Aquí, las temperaturas fueron mucho más altas de lo normal, lo que resultó en una reducción significativa del hielo marino. Más tarde, los patrones de viento cambiaron y empujaron el hielo hacia el Mar de Groenlandia, lo que contribuyó a la disminución total en el Ártico.

El impacto en los ecosistemas y el nivel del mar

La desaparición del hielo marino tiene consecuencias devastadoras para la biodiversidad polar. Especies como los osos polares en el Ártico y los pingüinos en la Antártida dependen del hielo para cazar y reproducirse. La reducción del hábitat helado los obliga a desplazarse o a enfrentar la escasez de alimentos.

Además, la pérdida de hielo marino afecta el nivel del mar. Aunque el hielo flotante no contribuye directamente al aumento del nivel del mar cuando se derrite, su desaparición expone las capas de hielo terrestre en Groenlandia y la Antártida Occidental a temperaturas más cálidas, acelerando su derretimiento. Este proceso contribuye al aumento del nivel del mar, poniendo en riesgo a comunidades costeras en todo el mundo.

“El deshielo de los polos tiene un impacto global. No solo afecta a los ecosistemas locales, sino que también altera los patrones climáticos y provoca un aumento del nivel del mar que amenaza a millones de personas”, señala Larter.

El futuro del hielo marino

Si las tendencias actuales continúan, la situación podría volverse aún más crítica en los próximos años. Según proyecciones científicas, el Ártico podría experimentar veranos sin hielo en las próximas décadas si no se reducen drásticamente las emisiones de gases de efecto invernadero.

El Acuerdo de París de 2015 estableció el objetivo de limitar el calentamiento global por debajo de los 2 °C, con una meta ideal de 1,5 °C. Sin embargo, las proyecciones actuales sugieren que la temperatura del planeta podría aumentar hasta 3 °C para finales de siglo, lo que tendría consecuencias catastróficas para el hielo marino.

Las soluciones para frenar esta tendencia incluyen la reducción de las emisiones de carbono, la transición a energías renovables y la protección de los ecosistemas marinos. Sin embargo, los científicos advierten que el tiempo para actuar se está agotando. “Cada fracción de grado de calentamiento que evitamos marca la diferencia para el futuro del hielo marino y del planeta”, concluye Larter.

—Fuente: Copernicus Climate Change Service, ECMWF, & EUMETSAT. (2025). Sea ice cover for February 2025. https://climate.copernicus.eu/

Burgess, S. (2025, marzo 6). Global sea ice cover at a record low and third-warmest February globally. Copernicus Climate Change Service. Recuperado de https://climate.copernicus.eu/copernicus-global-sea-ice-cover-record-low-and-third-warmest-february-globally

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