Siempre hemos creído que el núcleo terrestre era completamente sólido. Sin embargo, resulta ser menos rígido de lo que imaginábamos. Su estructura está incluso deformándose, lo que podría afectar la duración del día.
Bajo nuestros pies se encuentra el núcleo terrestre, compuesto por un núcleo externo líquido, formado por metal fundido, y un núcleo interno, que se creía sólido. Este último, la parte más caliente del planeta, comienza a unos 2900 kilómetros de profundidad y se extiende hasta el centro de la Tierra, a unos 6400 kilómetros. Relativamente pequeño (solo el 16 % del volumen total de la Tierra), concentra casi un tercio de su masa total, comprimida bajo una enorme presión.
Discontinuidad de Wiechert-Gutenberg
Estudios previos revelaron un aumento significativo en la densidad terrestre a 2900 kilómetros de profundidad, pasando de aproximadamente 5500 kg/m³ a 10 000 kg/m³. El material, principalmente hierro y níquel, se comporta de manera diferente a mayor profundidad. Esta marcada frontera entre el manto y el núcleo se conoce como discontinuidad de Wiechert-Gutenberg.
Durante años, los científicos han debatido sobre el movimiento del núcleo interno, generalmente sobre su velocidad de rotación. El investigador principal, John Vidale, de la Universidad del Sur de California (USC), explica: “No pretendíamos cartografiar la estructura del núcleo interno. Pero encontramos evidencia de que la capa superior del núcleo interno está cambiando”. Este profesor de geociencias señala que esto se debe a los movimientos internos de la Tierra, alterando la rotación del núcleo interno y pudiendo incluso modificar ligeramente la duración del día.
Menos sólido de lo que se pensaba
Se asumía que el núcleo interno era una esfera sólida, y el equipo de la USC no tenía razones para dudarlo al inicio de su estudio. Su objetivo era investigar por qué el núcleo interno rota más lentamente. Sin embargo, al analizar datos sísmicos de las últimas décadas, Vidale observó algo inusual. “Una medición específica llamó la atención”, explica. “Más tarde me di cuenta de que indicaba que el núcleo interno no es completamente sólido”.
Para comprender mejor el núcleo, los investigadores estudiaron ondas sísmicas de terremotos. Analizaron 121 terremotos cerca de las Islas Sandwich del Sur entre 1991 y 2024. Estas ondas sísmicas atravesaron la Tierra y fueron detectadas por estaciones en Fairbanks (Alaska) y Yellowknife (Canadá). Los resultados sorprendieron al equipo: las mediciones de Yellowknife mostraron un patrón inédito. “Inicialmente, no lo entendía”, dice Vidale. Tras refinar el método de análisis, quedó claro que las ondas solo podían significar una cosa: el núcleo interno está cambiando.
Perturbación
Las mediciones muestran que el núcleo interno se mueve lentamente, y su capa superior no es completamente sólida. El conjunto se deforma y desplaza, probablemente debido a la interacción entre el núcleo externo líquido y el núcleo interno sólido. “Sabemos que el núcleo externo está en constante movimiento. No teníamos idea de que estos movimientos influyeran tanto en el núcleo interno como para ser medibles”, afirma Vidale. “Por primera vez, vemos claramente que el núcleo externo perturba al núcleo interno”.
Vidale y sus colegas están decididos a obtener nuevos conocimientos sobre lo que ocurre en las profundidades de la Tierra, comprendiendo gradualmente la dinámica térmica y el campo magnético del planeta.
— Referencia: Vidale, JE, Wang, W., Wang, R. et al. Variabilidad a escala anual tanto en la velocidad de rotación como cerca de la superficie del núcleo interno de la Tierra. Nat. Geoscos. (2025). https://doi.org/10.1038/s41561-025-01642-2
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