Microbios diminutos en la Amazonía podrían tener una gran influencia en el clima global, según un nuevo estudio. Hasta ahora, estos microorganismos han almacenado grandes cantidades de carbono, pero esta situación podría cambiar.
Se trata de una familia de microbios aún desconocida, adaptada de forma única a las condiciones de escasez de agua y oxígeno de las turberas tropicales en la Amazonía peruana. Estos complejos organismos, mil veces más pequeños que un grano de arena, forman enormes ecosistemas y juegan un doble papel en el ciclo del carbono: pueden estabilizarlo para su almacenamiento a largo plazo o liberarlo a la atmósfera como gases de efecto invernadero, principalmente CO₂ y metano.
Enormes Reservorios de Carbono
En condiciones estables, gracias a estos microbios, las turberas actúan como enormes reservorios de carbono. Sin embargo, la sequía y el calentamiento global podrían liberar este carbono almacenado a la atmósfera. De hecho, si la perturbación del ecosistema continúa, para finales de siglo podrían liberarse 500 millones de toneladas de carbono, aproximadamente el 5 % de las emisiones mundiales anuales de combustibles fósiles.
“El universo microbiano de las turberas amazónicas es enorme en espacio y tiempo, ha permanecido oculto por su ubicación remota y ha sido gravemente subestimado en cuanto a su contribución local y global al cambio climático”, afirma el investigador Hinsby Cadillo Quiroz de la Arizona State University. “Nuestro trabajo revela organismos increíbles adaptados a este entorno, muchos de los cuales ofrecen servicios únicos e importantes, desde la estabilización o reciclaje de carbono hasta la detoxificación de monóxido de carbono”.
Es crucial proteger estas turberas tropicales y estabilizar uno de los sistemas de almacenamiento de carbono más importantes del planeta. No podemos esperar mucho tiempo: existe una interacción sutil entre la vida microbiana y la regulación climática global, que puede desequilibrarse fácilmente.
3100 Millones de Toneladas de Carbono
Las turberas amazónicas son uno de los mayores sumideros de carbono del planeta, almacenando aproximadamente 3100 millones de toneladas de carbono en sus suelos densos y saturados, el doble de la cantidad de carbono almacenada en todos los bosques del mundo. Las turberas son cruciales para el almacenamiento global de carbono porque sus condiciones húmedas ralentizan la descomposición, permitiendo que el material orgánico se acumule durante miles de años. Estos ecosistemas juegan un papel importante en la regulación de las emisiones de gases de efecto invernadero y tienen una gran influencia en el clima global.
Este estudio se basa en investigaciones anteriores y describe nuevos microbios, parte del antiguo grupo Bathyarchaeia, que forman una red compleja esencial para el funcionamiento del ecosistema amazónico. Estos microorganismos tienen notables capacidades para regular el ciclo del carbono en las turberas. A diferencia de la mayoría de los organismos, gracias a su metabolismo flexible, estos microbios prosperan en condiciones extremas, incluso con poca o ninguna presencia de oxígeno.
Actividad Humana: Una Amenaza
Los microbios se encontraron en la cuenca Pastaza-Marañón, una turbera en el noroeste de la selva amazónica peruana. Esta área, de aproximadamente 100 000 kilómetros cuadrados, incluye extensas zonas de selva inundada y pantanos cubiertos de turba antigua.
Los microbios de las turberas consumen monóxido de carbono, un gas tóxico para muchos organismos, y lo convierten en energía, reduciendo simultáneamente la toxicidad del carbono en el medio ambiente. Al descomponer los compuestos de carbono, producen hidrógeno y CO₂ que otros microbios utilizan para producir metano. Su capacidad para sobrevivir en condiciones tanto oxigenadas como anóxicas los hace muy adecuados para la Amazonía, donde el nivel del agua y la disponibilidad de oxígeno fluctúan a lo largo del año.
Los cambios en las precipitaciones, la temperatura y las actividades humanas, como la deforestación y la minería, perturban este delicado equilibrio, haciendo que las turberas emitan gases de efecto invernadero como dióxido de carbono y metano. Por lo tanto, es aún más importante cuidar el clima reduciendo las emisiones de CO₂ y evitando la intervención en áreas naturales tan especiales como la selva amazónica.
Referencias:
- Pavia MJ, Garber AI, Avalle S, Macedo-Tafur F, Tello-Espinoza R, Cadillo-Quiroz H. 2024. Los conocimientos funcionales de las nuevas Bathyarchaeia revelan la versatilidad metabólica de su papel en las turberas de la Amazonia Peruana. Microbiol Spectr 12:e00387-24. https://doi.org/10.1128/spectrum.00387-24
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