Comer mucha fruta y verdura, hacer suficiente ejercicio: todos sabemos que podemos hacer algo para envejecer de forma saludable. Pero pocas veces se ha relacionado de forma tan directa como en un nuevo estudio estadounidense: quienes viven de forma saludable pueden restar seis años a su edad biológica sin más.
Pero, ¿qué es una vida sana y qué significa exactamente esa edad biológica? La respuesta a la primera pregunta es sencilla: la Fundación Americana del Corazón tiene una guía llamada Life's Essential 8, u ocho hábitos saludables que son buenos para el corazón y los vasos sanguíneos.
Los 8 hábitos saludables que te harán más joven son: comer sano, es decir, con abundantes verduras, fruta y productos integrales, frutos secos y proteínas magras; hacer suficiente ejercicio, es decir, 2,5 horas de ejercicio de intensidad moderada o 75 minutos de ejercicio intenso a la semana; no fumar; dormir lo suficiente, de siete a nueve horas por noche; mantener un peso saludable, es decir, un IMC no superior a 25; mantener el colesterol bajo control; vigilar los niveles de azúcar en sangre y asegurarse de que la tensión arterial se mantiene dentro de los márgenes. De este modo, mantendrá en orden su salud cardiovascular y ganará así muchos años de vida saludable, es la idea.
El envejecimiento de tu cuerpo
La edad biológica también se conoce como edad fenotípica. Mientras que la edad natural es, como a veces se dice, “solo un número”, la edad fenotípica mide mejor la edad real del cuerpo. Para ello, tiene en cuenta nueve marcadores sanguíneos del metabolismo, los niveles de inflamación y el funcionamiento de los órganos, entre otras cosas. Por tanto, si tu edad fenotípica es superior a tu edad real, se produce un envejecimiento acelerado.
“Descubrimos que una mejor salud cardiovascular está relacionada con un envejecimiento biológico más lento, teniendo en cuenta la edad fenotípica. Por tanto, si la salud cardiaca mejora, el envejecimiento biológico también se ralentiza”, afirma la investigadora Nour Makarem, de la Universidad de Columbia. “La edad fenotípica es una forma práctica de evaluar el proceso de envejecimiento de nuestro cuerpo y un buen predictor del riesgo futuro de enfermedad y muerte”.
Edad biológica inferior
Y así, los investigadores decidieron calcular la edad fenotípica de más de 6500 adultos, de 47 años de media, que participaron en una encuesta nacional de salud entre 2015 y 2018. Los resultados fueron directos: las personas que obtuvieron puntuaciones altas en Life's Essential 8 y, por lo tanto, tenían una buena salud cardiovascular, eran físicamente más jóvenes que su edad natural, y aquellos con puntuaciones bajas en realidad tenían una edad fenotípica más alta de lo que cabría esperar. Por ejemplo, los que tenían una buena salud cardiovascular tenían en realidad 41 años, mientras que su edad biológica media era solo de 36 años. Y lo contrario también era cierto: los que puntuaban bajo en las características de una buena salud cardiovascular no tenían biológicamente 53 años, como figuraba en sus pasaportes, sino 57.
Una vez corregidos los factores sociales, económicos y demográficos, seguía siendo
Una limitación del estudio, por cierto, es que la salud cardiovascular solo se midió en un momento dado. Por tanto, no está claro cuál es el efecto de los cambios en la salud cardiovascular ni en qué medida puede cambiar la edad fenotípica con el paso del tiempo.
Los beneficios de una vida sana
No obstante, Makarem afirma que ayuda enormemente cumplir mejor los 8 rasgos esenciales de la vida. “Al hacerlo, se mejora la salud cardiovascular y se puede ralentizar el proceso de envejecimiento del organismo. Una edad biológica más baja no solo se asocia a un menor riesgo de enfermedad cardiovascular, sino que también conduce a una vida más larga y a un menor riesgo de muerte en general”, afirma la investigadora.
El estudio confirma una vez más los beneficios de llevar una vida sana. “Estos hallazgos nos ayudan a comprender la relación entre la edad cronológica y la edad biológica y aclaran cómo los hábitos de vida saludables pueden ayudarnos a vivir más tiempo. Todo el mundo quiere vivir más años y, lo que es más importante, queremos vivir más años de forma saludable, para poder disfrutar de verdad y tener una buena calidad de vida el mayor tiempo posible”, concluye el profesor Donald Lloyd-Jones, de la Universidad Northwestern.