La NASA explica por qué no hemos contactado con extraterrestres

¿Por qué no emos contactado con los extraterrestres?

Los expertos de la Agencia Espacial dan una interpretación inquietante de un misterio fascinante: ¿por qué ninguna civilización extraterrestre se ha puesto en contacto con nosotros todavía?

El universo es viejo, muy viejo. Nació hace 13 600 millones de años. Sin embargo, no encontramos ningún rastro de civilizaciones extraterrestres, de transmisiones de radio o de tecnología de cohetes. No obstante, solo en nuestra galaxia anfitriona, la Vía Láctea, podría haber decenas de miles de millones de planetas habitables. Pero más allá de las fronteras de la Tierra, está el silencio sepulcral.

En 1950, el físico Enrico Fermi resumió esta paradoja en una simple pregunta: ¿dónde está todo el mundo?. Expertos de la agencia espacial estadounidense explican la paradoja en la base de datos científica arXix con la Teoría del Gran Filtro. Su esencia es la suposición de que muchas civilizaciones similares a la nuestra ya han existido en el universo. Pero estas civilizaciones no pudieron sobrevivir a su rápido desarrollo, se destruyeron a sí mismas antes de poder establecer contacto con alguien.

“Predecimos que la probabilidad de catástrofe existencial aumenta a medida que una civilización se acerca a la exploración del espacio. Actúa como el Gran Filtro, un fenómeno que aniquila a las civilizaciones antes de que puedan conocerse”, escriben los científicos de la NASA en el sitio web arXiv en un exhaustivo documento titulado Avoiding the Great Filter: Extraterrestrial Life and Humanity's Future in the Universe.

Paso a paso hacia la extinción

La teoría del Gran Filtro fue formulada en 1998 por el economista Robin Hanson. Según él, algunas civilizaciones ya han descubierto la manera de viajar de forma rápida y barata entre planetas y poblarlos. Pero se extinguieron antes de poder hacerlo. Los expertos de la NASA creen que la humanidad también está en camino de “filtrarse”, es decir, de destruirse a sí misma. Entre las amenazas a la civilización, cuentan el cambio climático provocado por el hombre, las tecnologías que pueden salirse de control o las armas nucleares. Albert Einstein ya advirtió sobre su uso. “No sé lo que se luchará en la Tercera Guerra Mundial, pero en la Cuarta Guerra Mundial serán palos y piedras”, dijo el brillante físico.

En el mencionado artículo, los expertos advierten en particular sobre las amenazas asociadas a la inteligencia artificial. “Debemos manejar la inteligencia artificial con mucho cuidado para que no se nos vaya de las manos. Deberíamos considerar qué tareas le encomendamos y planificar el reparto pacífico del planeta con esta entidad tecnológica”, instan los científicos. Conocer lo que pudo destruir otras civilizaciones podría ayudarnos a sobrevivir y mostrarnos una forma de evitar la destrucción en el Gran Filtro, dicen los expertos.

¿Podremos abandonar la Tierra y el Sol a tiempo?

En el sitio web arXiv, los expertos de la NASA desglosan cómo evitar el Gran Filtro. Dan la máxima importancia a que la humanidad se convierta en un Tipo 1 (civilización planetaria) en la escala Kardashian lo antes posible. Una civilización así puede explotar y gestionar todos los recursos de su planeta. Además, utiliza toda la energía que puede obtener de la estrella más cercana de su planeta. El objetivo, dicen, es alcanzable en poco más tiempo del que ha transcurrido entre las primeras máquinas de vapor y el presente. “Fue, sin duda, un gran salto en la dirección correcta para la humanidad”, señalan los autores del trabajo.

Entonces podríamos pasar de una civilización planetaria a una civilización estelar (una civilización de tipo 2) que puede aprovechar toda la energía derivada de la estrella más cercana, tanto en la superficie de todos los planetas de su sistema como en el espacio del mismo. A partir de ahí podríamos transformarnos en una civilización galáctica (civilización de tipo 3) y trasladarnos a otras estrellas cuando el Sol que nos da la vida muera. Pero por ahora, vivimos en la Tierra. Por lo tanto, no debemos olvidar nuestro planeta y destruirlo por la codicia, la imprudencia, la obsesión por el poder o el uso descuidado de la tecnología.

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