Descubren el sistema planetarios más antiguos de nuestra galaxia

Se descubrió un sistema planetario que es conciderado como el más antiguo

En la atmósfera de una antigua estrella muerta, los astrónomos han descubierto los restos de planetas similares a la Tierra que se perecieron mucho antes de que nuestro planeta viera la luz del día.

Los astrónomos han encontrado los restos de una verdadera masacre en el espacio. La estrella en cuestión es una débil enana blanca rodeada de restos planetarios. Los investigadores sospechan que la estrella y sus restos planetarios tienen más de 10 000 millones de años. Esto lo convierte en uno de los sistemas planetarios más antiguos descubiertos hasta ahora en la Vía Láctea.

Estrella enana blanca

Cuando una estrella envejece, la fusión de hidrógeno en su núcleo se detiene y se hincha. Se forma entonces una gigante roja. Cuando la estrella se deshace de sus capas exteriores de gas y polvo, el núcleo se contrae, dejando una enana blanca. La estrella ha llegado al final de su vida. La mayoría de las estrellas del universo, incluido nuestro sol, se convertirán un día en una enana blanca. Como se puede imaginar, este es un proceso hostil, que tiene un gran impacto en los planetas que orbitan alrededor de dicha estrella. La mayoría de los planetas serán atraídos hacia la estrella y tragados.

Estudio

En el nuevo estudio, los investigadores examinaron más de cerca dos inusuales enanas blancas. “Dado que el 97 % de las estrellas acabará convirtiéndose en una enana blanca (por lo que este tipo de estrella es omnipresente en el universo), es muy importante aprender más sobre ella”, explica la investigadora Abbigail Elms. Una de las extrañas enanas blancas estudiadas por los investigadores resulta ser de un llamativo color azul, mientras que la otra es la más tenue y roja encontrada hasta ahora en nuestro patio trasero cósmico. Ambas estrellas parecen estar contaminadas por restos planetarios. Utilizando datos espectroscópicos y fotométricos recogidos por potentes telescopios, los investigadores consiguieron averiguar la edad de las enanas blancas. Se descubrió que la estrella “roja”, situada a 90 años luz de distancia, tiene nada menos que 10 700 millones de años. Hace unos 10 200 millones de años, se convirtió en una enana blanca. La estrella “azul” es solo un poco más joven.

Estrella roja

Otros análisis muestran que la estrella roja alberga, entre otros, los metales alcalinos, sodio, litio y potasio. Esto convierte a la antigua estrella en la enana blanca contaminada de metal más antigua descubierta hasta ahora. Además, los investigadores sospechan que los planetas que una vez orbitaron esta estrella consiguieron mantenerse durante un tiempo especialmente largo. Es posible que los planetas se destruyeran en una fase tardía del proceso de transformación de la estrella. Los investigadores concluyen que se trata de uno de los sistemas planetarios más antiguos descubiertos en nuestra Vía Láctea.

Estrella azul

La estrella azul también estaba acompañada de planetas. Tras el análisis, se descubrió que esta estrella estaba contaminada con restos planetarios de composición similar a la corteza continental de la Tierra. El equipo concluye que el color azul de la estrella puede deberse a su inusual atmósfera, formada por una mezcla de helio e hidrógeno.

No es único

El descubrimiento de estas estrellas contaminadas por metales demuestra que la Tierra no es única: hay otros sistemas planetarios con cuerpos celestes similares a la Tierra. “En este estudio, hemos encontrado antiguos restos estelares en la Vía Láctea que contienen restos de planetas similares a la Tierra”, dice Elms. “Es increíble pensar que esto tuvo lugar hace unos 10 000 millones de años. Esos planetas cayeron posteriormente mucho antes de que nuestra Tierra viera la luz del día”.

Misterio

Los astrónomos pueden determinar la abundancia de ciertos metales en el cuerpo planetario original analizando el espectro de una estrella. Al comparar esas cantidades con los planetas de nuestro propio sistema solar, los científicos pueden hacerse una idea de cómo eran esos planetas antes de que la estrella muriera y se convirtiera en una enana blanca. Pero en el caso de la estrella roja, esto está resultando especialmente difícil. “La estrella roja es un misterio”, dice Elms. “Sus restos planetarios acumulados son ricos en litio y potasio y no se parecen a nada de lo que conocemos en nuestro propio sistema solar. Esto la convierte simultáneamente en una enana blanca muy interesante y rara, en parte por su temperatura superficial ultra fría, su edad y el hecho de que sea magnética”.

Aunque las estrellas aportan nuevos conocimientos sobre las enanas blancas, también plantean nuevos interrogantes. “Cuando estas viejas estrellas se formaron hace más de 10 000 millones de años, el universo era mucho menos rico en metales que en la actualidad”, afirma el investigador Pier-Emmanuel Tremblay. “Esto se debe a que los metales se formaron en estrellas evolucionadas y a través de explosiones estelares gigantes. Las dos enanas blancas estudiadas proporcionan, por tanto, una ventana apasionante para investigar la formación de planetas en un entorno pobre en metales y rico en gas, un entorno muy diferente de las condiciones que prevalecían cuando se formó nuestro propio sistema solar”.

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