Se ve por primera vez: una enana blanca consumiendo su planeta

Se sospechaba que los restos de los planetas serían engullidos por las enanas blancas. Pero ahora lo sabemos con seguridad.

El destino de la mayoría de las estrellas, incluido nuestro Sol, es convertirse en una enana blanca algún día. En la actualidad, ya se conocen unas 300.000 estrellas enanas blancas en nuestra galaxia. Los astrónomos sospechan que estas "estrellas muertas" arrastran y tragan los restos de sus planetas y otros materiales. Sin embargo, nadie lo había presenciado todavía. Hasta ahora.

Más sobre las enanas blancas

Cuando una estrella envejece, la fusión de hidrógeno en su núcleo se detiene y se hincha. Esto crea una gigante roja. Cuando la estrella elimina sus capas exteriores de gas y polvo, el núcleo se contrae y queda una enana blanca. La estrella ha llegado al final de su vida. Una enana blanca de este tipo tiene el tamaño de la Tierra, pero una densidad mucho mayor (¡una cucharadita de materia de enana blanca pesa lo mismo que un elefante en la Tierra!) El proceso de muerte también tiene una gran influencia en los planetas que orbitan alrededor de dicha estrella. También nuestro Sol acabará como una enana blanca compacta dentro de cinco mil millones de años. De hecho, alrededor del 97 % de las estrellas se convertirán en enanas blancas.

Es un gran avance. Desde hace décadas, los astrónomos analizan los elementos de la superficie de las enanas blancas para conocer su composición.

Enanas blancas contaminadas

Estos estudios han demostrado que muchas enanas blancas de la Vía Láctea están "contaminadas" con material extraño. Esto incluye elementos pesados como el hierro, el calcio y el magnesio. Se cree que este material proviene, por ejemplo, de planetas, asteroides u otros cuerpos celestes rocosos que alguna vez orbitaron la estrella. Pero hasta ahora, los astrónomos nunca habían visto que este material fuera atraído hacia la estrella.

Rayos X

En el nuevo estudio, los investigadores utilizaron el Observatorio de Rayos X Chandra (normalmente utilizado para detectar los rayos X de los agujeros negros y las estrellas de neutrones) para analizar la cercana enana blanca G29-38. Esto se debe a que cuando el material de los cuerpos celestes es atraído hacia la estrella a una velocidad suficientemente alta, choca con la superficie de la estrella y forma plasma. Este plasma al rojo vivo se hunde entonces en la superficie. Al enfriarse, emite rayos X que pueden ser detectados por potentes telescopios.

Confirmado

Detectar estos rayos X no es tan fácil. La pequeña cantidad que llega a la Tierra puede perderse fácilmente entre otras fuentes brillantes de rayos X en el cielo. Pero con la ayuda de Chandra, los investigadores consiguieron aislar la estrella enana blanca G29-38 y observar solo los rayos X de esta enana blanca aislada. Entonces vieron ante sus ojos cómo los restos de los planetas destruidos impactaban en la superficie de la estrella enana blanca. El estudio confirma lo que los astrónomos han pensado durante décadas: las estrellas enanas blancas consumen efectivamente los restos de sus planetas.

Por Primera vez

Es una primicia. "Por fin hemos visto entrar material en la atmósfera de una estrella", afirma el investigador Tim Cunningham. "Esta detección proporciona la primera evidencia directa de que las enanas blancas están engullendo los restos de antiguos sistemas planetarios".

El estudio sabe a más. "Gracias a nuestra nueva técnica, podemos estudiar múltiples sistemas", afirma Cunningham. "Y al hacerlo, podemos vislumbrar el probable destino tanto de los miles de sistemas exoplanetarios conocidos como de nuestro propio sistema solar".

¿SABÍAS QUE…?

¿incluso la Tierra puede volver a ser habitable después de la muerte del sol? Los implacables vientos estelares destruirán la vida en nuestro planeta. Sin embargo, hay esperanza para los planetas alrededor de las estrellas enanas blancas. Siga leyendo aquí.

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