Una noticia esperanzadora para las personas que sufren dolor crónico: investigadores estadounidenses están estudiando el efecto de la estimulación eléctrica del cuerpo en combinación con el sonido.
En los animales, esto enciende la corteza somatosensorial o "táctil" del cerebro, que es la zona asociada a la "sensación" y al dolor crónico en todo el cuerpo, así como a una serie de trastornos sensoriales.
Un equipo de investigación de la Universidad de Minnesota Twin Cities se ha puesto manos a la obra con un problema médico que afecta a muchas personas: el dolor crónico. Esto puede venir en todas las formas y tamaños, y por lo general no hay un buen tratamiento conocido para remediar la dolencia. A menudo se recetan opioides para el dolor, pero tienen muchos efectos secundarios y son adictivos.
Fuente de dolor
Por ello, los científicos, cuyo estudio se publicó en la revista Journal of Neural Engineering, decidieron investigar y estimular la fuente de gran parte del dolor crónico en el cerebro. La corteza somatosensorial del cerebro parecía activarse cuando había una combinación de estímulos sensoriales. Después de algunos experimentos, descubrieron que un determinado sonido, compuesto por una amplia gama de frecuencias, combinado con la estimulación eléctrica de diferentes partes del cuerpo de un conejillo de indias desde el laboratorio, tenía el mayor efecto sobre el cerebro del conejillo.
Los investigadores utilizaron una aguja en su investigación con los conejillos de indias, pero los mismos resultados pueden conseguirse de forma menos invasiva utilizando un dispositivo que puede aplicar estímulos eléctricos en la piel. Entre ellas se encuentran las unidades de estimulación nerviosa eléctrica transcutánea (TENS), que se venden en muchos lugares. Los científicos esperan que su investigación conduzca a un tratamiento eficaz para los pacientes con dolor crónico y que este tratamiento sea más seguro y accesible que la medicación a largo plazo.
Opioides
"El dolor crónico es un problema importante para una proporción significativa de la población. Para la mayoría de las personas, no existe un buen tratamiento", afirma el autor principal del estudio, Cory Gloeckner. "Por el momento, no hay mucho de dónde elegir cuando miramos el tratamiento de los pacientes que sufren dolor crónico. La principal forma de aliviar su sufrimiento es prescribiendo opioides. Y todos sabemos que esto a menudo hace más daño que bien. La habituación y la adicción acechan, las personas se ven a veces obstaculizadas en sus actividades cotidianas y pueden empezar a sentirse física y mentalmente débiles o aturdidas".
"Nuestro nuevo tratamiento es sencillo y no invasivo. En el hospital no utilizamos equipos médicos caros, la gente no tiene que hacer una gran compra para que funcione en casa. Esta forma de librarse del dolor crónico es barata y sencilla. Es algo que creo que puede estar al alcance de casi todo el mundo en un futuro próximo".
Musicoterapia
Los científicos tienen previsto seguir investigando su enfoque "multimodal". Es posible que en el futuro se emplee la musicoterapia para tratar todo tipo de trastornos neurológicos diferentes. El objetivo es estimular el córtex somatosensorial de forma que se consiga el resultado más eficaz. Probablemente, el tratamiento óptimo sea diferente para cada trastorno, por lo que aún queda mucho trabajo por hacer.
"Muchas personas han usado la acupuntura o la estimulación eléctrica (de forma no invasiva o más invasiva) para cambiar la actividad cerebral relacionada con la sensación de dolor", afirma el coinvestigador Hubert Lim, profesor de la UM. "Nuestra investigación demuestra que si se combina esta estimulación eléctrica con el sonido, la región cerebral afectada se ilumina aún más".
Según Lim, esto abre las puertas a todo un nuevo campo de investigación, en el que la estimulación bimodal y multimodal podría resultar el mejor tratamiento para todo tipo de trastornos diferentes. Los científicos tienen previsto iniciar pronto los ensayos clínicos en seres humanos, dando un importante paso adelante en su trabajo.