Los agujeros negros pueden llegar a ser bastante grandes, pero hay algunos que pertenecen a una clase propia, formada por agujeros negros monstruosos y realmente grandes.
Simplemente es enorme, el agujero negro TON 618, situado en el centro de una galaxia a más de 10 000 millones de años luz de nosotros. Se descubrió por primera vez en 1957, pero en aquella época aún no se sabía qué era un cuásar. Solo a principios de la década de 1970, gracias a observaciones de radio más precisas, los astrónomos descubrieron la verdadera naturaleza de este enorme objeto.
Quásares
Un cuásar es un agujero negro supermasivo que se encuentra en el centro de una galaxia y está rodeado por un disco de material luminoso y gas. Los cuásares son los objetos más brillantes de todo el universo. Su nivel de brillo es tan alto que hubo mucha controversia sobre su verdadera naturaleza hasta al menos la década de 1980. En la actualidad existe cierto consenso científico sobre una posible definición: los cuásares son básicamente el agujero negro supermasivo y la zona que lo rodea, formada por material y gas que gira rápidamente a su alrededor, calentándose y emitiendo mucha radiación.
Masa del agujero negro TON 618
El agujero negro TON 618 tiene una masa estimada de unos 66 000 millones de veces la del Sol. Se trata de una masa enorme, mayor incluso que la de todas las estrellas de la Vía Láctea (para la que los investigadores han calculado una masa de unos 64 000 millones de veces la del Sol).
También es más de 15 000 veces más masivo que el agujero negro supermasivo Sagitario A* que se encuentra en el centro de la propia Vía Láctea. Es tan masivo que algunos han propuesto incluso incluirlo en una nueva categoría, la de los agujeros negros ultramasivos.
Diámetro del agujero negro TON 618
Los investigadores también han calculado su radio de Schwarzschild (distancia desde la singularidad central hasta el límite del horizonte de sucesos) y, por tanto, esencialmente, también su diámetro. El diámetro (la extensión de un punto a otro del horizonte de sucesos, es decir, toda la zona del agujero negro de la que la luz no puede escapar) debería ser de unos 390 000 millones de kilómetros, unas 40 veces la distancia que separa el Sol de Neptuno.
Un récord de luminosidad
Y tan brillante que los astrónomos ni siquiera han podido observar la galaxia en la que se encuentra. Solo pueden observar la luz emitida por el enorme disco de acreción que gira alrededor del agujero negro. Los astrónomos han calculado que el nivel de brillo de este cuásar es al menos 140 billones de veces superior al del Sol.
El enorme brillo se debe a la velocidad a la que el gas gira alrededor del agujero negro, una velocidad que en algunos lugares supera los 7000 km por segundo.