¿Cómo combatir la obesidad y el sobrepeso?

Existen algunos conceptos erróneos sobre la obesidad o el sobrepeso; la gente asume que "grasa" es sinónimo de sobrepeso, y que tener sobrepeso es una elección. La obesidad significa tener mucha grasa corporal, mientras que el sobrepeso puede significar tener un peso corporal extra procedente de los huesos, la grasa, los músculos y/o el agua corporal. Sin embargo, tanto la obesidad como el sobrepeso significan que el peso de una persona es superior a lo que se considera saludable; repasemos algunas de sus principales causas y consecuencias:

  1. Consumir más alimentos llenos de grasa, que contienen más calorías de las que el cuerpo necesita.
  2. Inacción física debido a los lujos presentes hoy en día; esta inactividad afecta a las hormonas, lo que a su vez afecta a la forma en que el cuerpo se enfrenta a la comida.
  3. La falta de sueño provoca la producción de la hormona grelina, que estimula el apetito, y también detiene la producción de la hormona leptina, que reduce el apetito y el hambre.
  4. Comer alimentos que contienen agentes hormonalmente activos que dificultan el metabolismo de los lípidos. Por ejemplo, la fructosa tiene un efecto negativo en el cerebro, ya que mantiene inactivas las regiones de control del apetito en el cerebro; a diferencia de la glucosa, que activa estas regiones. A la larga, el consumo de fructosa provoca obesidad, resistencia a la insulina, hipertensión y diabetes.

Las personas obesas y con sobrepeso corren un alto riesgo de padecer enfermedades cardiovasculares (especialmente infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares). También diabetes, trastornos músculo-esqueléticos (principalmente dolor de espalda, síndrome del túnel carpiano, tendinitis, dolor de cuello, dolor de nervios y osteoartritis) y algunos tipos de cáncer como el de mama, colon, vesícula biliar, riñón, hígado y ovarios.

La obesidad y el sobrepeso pueden prevenirse si se cuenta con un entorno favorable, que influya en las decisiones de las personas y haga que la elección de alimentos saludables y el ejercicio sean una opción fácil. Las personas pueden disminuir su consumo general de grasas y azúcares, consumir más frutas, legumbres, frutos secos, verduras y cereales integrales. También pueden hacer ejercicio físico una hora al día en el caso de los niños, y dos horas y media repartidas a lo largo de la semana en el caso de los adultos.

Además, la industria alimentaria puede desempeñar un papel importante en la promoción de dietas saludables mediante:

  1. Disminuyendo la cantidad de sal, azúcar y grasa en los alimentos procesados.
  2. Poniendo a disposición opciones saludables y nutritivas a precios razonables para que cualquier cliente pueda adquirirlas.
  3. Aplicando la normativa sobre la venta de alimentos con alto contenido en grasa, sal y azúcar, especialmente los dirigidos a niños y adolescentes.
  4. Fomentar el consumo de alimentos saludables y el ejercicio físico en el trabajo.

Los ciudadanos deben ser más conscientes de sus problemas de peso y darse cuenta de que hay una solución; deben saber si son obesos o tienen sobrepeso, y saber cómo afrontar la pérdida de peso. Ajustar su dieta y hacer actividades físicas son los principales factores para conseguirlo, aunque la sociedad y las empresas alimentarias también desempeñan un papel importante a la hora de ofrecer opciones alimentarias más saludables.

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