Uno de los hechos más conocidos es que el oxígeno es uno de los requisitos más esenciales para la vida; sin él, los organismos de la Tierra no sobrevivirían. Sin embargo, ¿qué pasaría si le dijera que los investigadores han descubierto recientemente fósiles de bacterias que vivían sin oxígeno?; se encontraron en una formación rocosa de Sudáfrica, que data de hace casi 2.500 millones de años.
Esas antiguas formas de vida se encontraron en dos lugares distintos de Sudáfrica, donde vivían en un entorno de aguas profundas muy oscuras, con una atmósfera de mucho menos del uno por ciento de oxígeno. Los científicos han presumido que había organismos que vivían en aguas profundas y en el barro que no necesitaban luz solar ni oxígeno, pero no tenían ninguna prueba directa de ellos hasta ahora.
Este tipo de bacteria existió dos mil millones de años antes que las plantas y los árboles, que evolucionaron hace unos 450 millones de años, y tuvo que adaptarse a los cambios en las concentraciones atmosféricas de dióxido de carbono, nitrógeno y oxígeno. Consumía las moléculas disueltas de los minerales ricos en azufre, procedentes de rocas terrestres erosionadas y arrastradas al mar, o de los restos volcánicos del fondo del océano.
Los científicos describen las bacterias oxidadoras de azufre como estructuras microscópicas excepcionalmente grandes, de forma esférica y paredes lisas, mucho más grandes que la mayoría de las bacterias modernas. Son similares a algunos organismos unicelulares modernos que viven hoy en día en aguas profundas, en entornos oceánicos ricos en azufre, donde incluso ya casi no hay rastros de oxígeno.
Los científicos están entusiasmados con este descubrimiento, ya que no es como muchas de las bacterias y microorganismos que se encuentran en la Tierra, que prosperan con la presencia de oxígeno; una prueba de que se trata de un microorganismo que existía antes del "Gran Evento de Oxidación", en el que se disolvieron cantidades masivas de oxígeno en la atmósfera.