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La vacuna contra la covid reduce partos prematuros y casos graves en embarazadas
martes, diciembre 16, 2025

La vacuna contra la covid reduce partos prematuros y casos graves en embarazadas

Mujer con su bebé en brazos, imagen asociada a los beneficios de la vacunación contra la covid durante el embarazo para la salud materna y neonatal.

La evidencia más sólida hasta ahora muestra que la vacunación frente a la covid-19 reduce de forma notable el riesgo de hospitalización materna y de parto prematuro, incluso frente a variantes como Delta u Ómicron, reforzando las recomendaciones sanitarias internacionales.

Durante buena parte de la pandemia, la vacunación en mujeres embarazadas fue objeto de debate público, dudas médicas y desinformación persistente. A pesar de que los organismos internacionales insistieron desde fases tempranas en la seguridad de las vacunas, la falta de grandes estudios específicos alimentó la incertidumbre. Ahora, una investigación canadiense de gran escala aporta datos concluyentes que cambian el tono de la discusión.

El trabajo, liderado por la University of British Columbia y realizado en el marco de la red nacional CANCOVID-Preg, analizó cerca de 20 000 embarazos a lo largo de distintas olas de la pandemia. Sus resultados muestran con claridad que las mujeres embarazadas vacunadas no solo desarrollaron formas menos graves de covid-19, sino que también tuvieron menos probabilidades de sufrir complicaciones obstétricas graves, incluidos los partos prematuros.

Un análisis sin precedentes en tamaño y alcance

El estudio se basó en datos recopilados entre abril de 2021 y diciembre de 2022, un periodo marcado por la circulación sucesiva de varias variantes del SARS-CoV-2. A diferencia de investigaciones previas, limitadas a una sola región o a una fase concreta de la pandemia, esta incluyó información de diez provincias canadienses y abarcó desde la ola de la variante Delta hasta la expansión de Ómicron y sus subvariantes.

Los investigadores compararon los desenlaces clínicos de mujeres embarazadas, vacunadas y no vacunadas que contrajeron la infección. Para garantizar resultados robustos, el análisis se ajustó por factores como la edad materna, el índice de masa corporal y la presencia de enfermedades previas, entre ellas diabetes gestacional o hipertensión. Este enfoque permitió aislar con mayor precisión el efecto de la vacunación.

Los hallazgos fueron publicados en JAMA, una de las revistas médicas más influyentes del mundo, lo que refuerza el peso científico del trabajo y su impacto en el ámbito de la obstetricia y la salud pública. El estudio también fue difundido por plataformas especializadas en comunicación científica como EurekAlert!, que adelantaron sus principales conclusiones a la comunidad médica internacional.

Menos hospitalizaciones y cuadros graves

Uno de los datos más contundentes del estudio es la reducción del riesgo de hospitalización entre las embarazadas vacunadas que se infectaron con el virus. Según el análisis, estas mujeres tuvieron alrededor de un 60 % menos de probabilidades de requerir ingreso hospitalario en comparación con las no vacunadas.

La diferencia fue todavía más marcada en los casos más graves. El riesgo de ingreso en unidades de cuidados intensivos se redujo en torno a un 90 % entre las mujeres que habían recibido al menos una dosis de la vacuna antes de la infección. Estas cifras se mantuvieron consistentes a lo largo de las distintas variantes analizadas, lo que sugiere un efecto protector sostenido de la inmunización.

La profesora Deborah Money, obstetra y ginecóloga de la University of British Columbia y autora principal del estudio, subrayó la solidez de los resultados al presentar los datos. “Nuestros resultados ofrecen una evidencia muy clara de que la vacunación contra la covid-19 protege a las mujeres embarazadas frente a las formas más graves de la enfermedad”, afirmó. “Esa protección se mantuvo incluso cuando el virus fue cambiando con el tiempo”.

Impacto directo en la salud del bebé

Más allá de los beneficios para la madre, el estudio aporta información clave sobre los efectos de la vacunación en los resultados neonatales. El parto prematuro, definido como aquel que ocurre antes de las 37 semanas de gestación, es uno de los principales factores de riesgo para la salud infantil a corto y largo plazo.

Los datos muestran que la vacunación se asoció a una reducción significativa de estos nacimientos prematuros. Durante la ola de la variante Delta, el riesgo disminuyó aproximadamente un 20 %, mientras que en el periodo dominado por Ómicron la reducción alcanzó cerca del 36 %. Esta diferencia entre variantes no se interpretó como una pérdida de eficacia, sino como un reflejo de las características clínicas distintas de cada cepa.

Además, el estudio no encontró un aumento del riesgo de resultados adversos poco frecuentes pero graves, como la muerte fetal. Por el contrario, los datos apuntan a que estos eventos fueron menos frecuentes entre las mujeres vacunadas, aunque los investigadores subrayan que se trata de desenlaces raros y que deben interpretarse con cautela.

Vacunarse durante el embarazo puede aportar un beneficio extra

Uno de los hallazgos más llamativos del trabajo fue la diferencia observada según el momento de la vacunación. Las mujeres que recibieron la vacuna durante el embarazo mostraron, en promedio, mejores resultados que aquellas que habían completado la pauta antes de quedarse embarazadas.

En este grupo, la incidencia de partos prematuros y de otros desenlaces adversos fue aún menor. Los investigadores plantean que la respuesta inmunitaria generada durante la gestación podría traducirse en una protección más directa tanto para la madre como para el feto, incluyendo la transferencia de anticuerpos a través de la placenta.

La epidemióloga Elisabeth McClymont, coautora del estudio, destacó este aspecto al explicar los resultados. “No existe un mal momento para vacunarse, ya sea antes o durante el embarazo”, señaló. “Pero nuestros datos sugieren que recibir la vacuna durante la gestación puede ofrecer una protección adicional frente a algunos riesgos obstétricos”.

Un respaldo clave para las políticas de salud pública

La publicación de estos resultados llega en un contexto internacional marcado por mensajes contradictorios sobre la vacunación. En algunos países, los cambios en las recomendaciones oficiales y el debate político han generado confusión, especialmente entre colectivos vulnerables como las mujeres embarazadas.

Frente a ese escenario, el estudio canadiense aporta una base científica sólida para sostener las recomendaciones vigentes en numerosos sistemas de salud. Organismos internacionales y autoridades sanitarias de distintos países mantienen el consejo de vacunar a las mujeres embarazadas contra la covid-19, basándose en la evaluación continua de la evidencia disponible.

Para Deborah Money, los datos no dejan margen a la ambigüedad. “La evidencia es abrumadora: la vacunación durante el embarazo es segura y eficaz”, afirmó. “Nuestro estudio proporciona información crucial tanto para las mujeres embarazadas como para los profesionales sanitarios que las atienden, y confirma que las políticas que recomiendan la vacunación van en la dirección correcta”.

Más allá de la covid-19

Los autores del estudio subrayan que sus conclusiones tienen implicaciones que trascienden la pandemia actual. Históricamente, las mujeres embarazadas han sido excluidas de muchos ensayos clínicos de vacunas y medicamentos, lo que ha generado lagunas de conocimiento precisamente en un grupo especialmente vulnerable.

La experiencia acumulada durante la pandemia demuestra, según los investigadores, que es posible y necesario generar evidencia de alta calidad sobre intervenciones preventivas en el embarazo. “Durante la gestación, tanto la madre como el bebé son especialmente sensibles a las infecciones respiratorias”, explicó McClymont. “Este trabajo muestra que la vacunación puede marcar una diferencia real y medible en su salud”.

El estudio canadiense se suma así a un cuerpo creciente de literatura científica que apoya la inclusión activa de mujeres embarazadas en estrategias de prevención y en la investigación clínica. En un debate que durante años estuvo dominado por la cautela y la falta de datos, los nuevos resultados aportan una claridad difícil de ignorar y refuerzan el mensaje central: proteger a la madre es también proteger al bebé.

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