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Este suplemento podría ayudar a prevenir el cáncer de piel, sobre todo en quienes ya lo han padecido
viernes, septiembre 19, 2025

Este suplemento podría ayudar a prevenir el cáncer de piel, sobre todo en quienes ya lo han padecido

Persona mostrando la piel para ilustrar la prevención del cáncer cutáneo con el suplemento nicotinamida, vitamina B3.

El suplemento nicotinamida, una forma segura de la vitamina B3, podría ayudar a disminuir el riesgo de desarrollar cáncer de piel, especialmente en personas que ya han padecido la enfermedad con anterioridad.

El hallazgo, procedente de un análisis de gran escala realizado en Estados Unidos, ha despertado el interés de la comunidad médica y de especialistas en dermatología, ya que aporta evidencia sólida sobre un suplemento accesible, de bajo costo y con mínimos efectos secundarios. La investigación sugiere que la nicotinamida puede convertirse en una herramienta complementaria en la prevención del cáncer cutáneo, la forma más común de cáncer a nivel mundial.

Antes de los resultados de este trabajo, las pruebas sobre la eficacia de este compuesto eran limitadas y, en ocasiones, contradictorias. Algunos estudios pequeños habían mostrado beneficios modestos, en especial en pacientes con trasplantes de órganos que presentan un riesgo elevado, mientras que otros no encontraban resultados concluyentes. Ahora, gracias al seguimiento de decenas de miles de personas a lo largo de un cuarto de siglo, los investigadores disponen de información mucho más consistente.

El estudio más grande realizado hasta la fecha

La investigación fue conducida por científicos de la Universidad de Vanderbilt y publicada en la revista JAMA Dermatology. Los autores analizaron datos médicos de más de 33 000 pacientes dentro del sistema de salud para veteranos de Estados Unidos, lo que les permitió tener acceso a historiales clínicos detallados y a información sobre el uso de nicotinamide recetada por médicos.

Del total de pacientes, 12 287 eran usuarios habituales del suplemento y 21 479 no lo habían consumido. A todos ellos se les dio seguimiento durante un promedio de 25 años, lo que constituye una de las series más extensas y con mayor solidez estadística en este campo. El equipo tomó en cuenta variables como la edad, los antecedentes de cáncer de piel, otras enfermedades y tratamientos médicos, con el objetivo de reducir la influencia de factores externos.

Los resultados fueron claros: quienes tomaban nicotinamida presentaban en general un 14 % menos riesgo de desarrollar cáncer de piel en comparación con los no usuarios. El efecto protector fue aún más notable entre personas que ya habían enfrentado un diagnóstico previo de esta enfermedad, donde el riesgo se redujo hasta en un 54 %.

Uno de los autores señaló que “los hallazgos son relevantes porque se trata de un suplemento bien tolerado y de bajo costo que podría beneficiar especialmente a pacientes con historial de cáncer cutáneo”.

Cómo actúa la nicotinamida

La nicotinamida es una variante de la vitamina B3. A diferencia de la niacina, que puede provocar enrojecimiento o molestias al ingerirse en dosis altas, esta forma es considerada segura y no suele ocasionar efectos secundarios significativos. En dermatología se utiliza desde hace años en pacientes con alto riesgo de recurrencia de tumores cutáneos.

En el estudio, los pacientes tomaban 500 miligramos de nicotinamida dos veces al día durante al menos un mes. Esa dosis ya es prescrita habitualmente por especialistas y se consigue fácilmente en forma de suplemento. Su acción se relaciona con la capacidad de reparar daños en el ADN de las células de la piel ocasionados por la radiación ultravioleta, así como con la mejora de los mecanismos inmunitarios de defensa frente a las mutaciones.

Los investigadores observaron que la protección fue más significativa contra el carcinoma escamocelular o de células escamosas, un tipo de cáncer cutáneo que puede crecer de manera invasiva y tener consecuencias graves si no se trata a tiempo. En este caso, el riesgo se redujo un 22 %. En cambio, para el carcinoma basocelular —el tumor cutáneo más frecuente pero generalmente de menor agresividad— el efecto fue más modesto.

A quién podría beneficiar

Los resultados abren una vía de prevención secundaria en millones de personas que ya han atravesado por un cáncer de piel. Este grupo tiene mayor probabilidad de volver a desarrollar lesiones malignas a lo largo de su vida, por lo que la nicotinamida podría convertirse en una herramienta útil para prolongar los periodos libres de enfermedad.

El beneficio también podría alcanzar a quienes presentan factores de riesgo, incluso si nunca han tenido un diagnóstico de cáncer cutáneo. Entre estos factores destacan la exposición frecuente y prolongada al sol sin protección, el uso de camas de bronceado, tener piel clara, ojos claros o antecedentes familiares de cáncer de piel. No obstante, los investigadores aclaran que el mayor impacto se ha visto en pacientes con historial previo de la enfermedad.

“Lo que observamos es que el suplemento puede ofrecer una ventaja preventiva, pero no sustituye las medidas de protección solar que siguen siendo imprescindibles”, señalaron los autores del estudio. En otras palabras, la nicotinamida es un apoyo, no un reemplazo de los hábitos saludables frente al sol.

Limitaciones de la investigación

A pesar de la magnitud del análisis, los propios investigadores advierten sobre ciertas limitaciones. En primer lugar, se trata de un estudio observacional, lo que significa que no se puede demostrar con total certeza que la nicotinamida sea la causa directa de la reducción en los casos de cáncer de piel. Otros elementos, como el estilo de vida o el acceso a atención médica, también pueden haber influido en los resultados.

Además, la mayoría de los participantes eran hombres blancos veteranos, lo que limita la capacidad de extrapolar los hallazgos a poblaciones más diversas, incluidas mujeres, personas de origen latino, afrodescendiente o con diferentes tipos de piel. Por ello, los autores insisten en que es necesario realizar más investigaciones en otros grupos demográficos para confirmar los efectos.

Otra cuestión pendiente es determinar cuál es la dosis y la duración óptima del tratamiento. Aunque el régimen de 500 miligramos dos veces al día es el que se utiliza actualmente, no está claro si dosis más bajas o tratamientos intermitentes podrían ser igual de eficaces.

Un suplemento accesible y seguro

Uno de los aspectos más destacados del estudio es que la nicotinamida es un suplemento barato y fácil de obtener. Su costo mensual es bajo en comparación con otros tratamientos médicos, lo que lo convierte en una alternativa atractiva desde el punto de vista de la salud pública.

La seguridad también es un punto a favor. A diferencia de otros fármacos utilizados para la prevención en personas de alto riesgo, la nicotinamida casi no provoca efectos adversos. Esto permite que pueda usarse durante largos periodos sin complicaciones, siempre bajo la supervisión de un médico.

Los dermatólogos, sin embargo, subrayan que cualquier paciente interesado en iniciar este suplemento debe consultar primero con un especialista, especialmente si ya toma otros medicamentos o padece enfermedades crónicas.

“El mensaje principal es que la nicotinamida puede ser parte de la estrategia de prevención, pero no debe verse como una solución única ni como un sustituto de la protección solar”, recordó uno de los investigadores.

El futuro de la prevención en cáncer de piel

El cáncer de piel representa el tipo de cáncer más común a nivel global y su incidencia sigue aumentando en numerosos países debido a la mayor exposición a la radiación ultravioleta y al envejecimiento de la población. Frente a este panorama, medidas preventivas efectivas y accesibles son fundamentales.

Los investigadores esperan que este estudio impulse nuevos ensayos clínicos que incluyan poblaciones más diversas, con diferentes tipos de piel y estilos de vida. Asimismo, se busca evaluar no solo la eficacia de la nicotinamida en la reducción de nuevos casos de cáncer de piel, sino también su posible efecto en la disminución de lesiones precancerosas, como las queratosis actínicas.

De confirmarse sus beneficios en estudios adicionales, la nicotinamida podría convertirse en una recomendación generalizada para ciertos grupos de riesgo, sumándose a las estrategias ya conocidas como el uso regular de protector solar, evitar la exposición excesiva al sol y realizar revisiones dermatológicas periódicas.

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