Un lago subglacial en Groenlandia se vació repentinamente, liberando millones de metros cúbicos de agua y provocando una fractura catastrófica en la superficie del hielo. El fenómeno, nunca antes observado en esa región, revela un proceso oculto que podría tener un profundo impacto en el futuro del manto de hielo y del nivel del mar a nivel global.
Durante el verano de 2014, algo inusual ocurrió bajo el hielo de Groenlandia. Un lago escondido a cientos de metros bajo la superficie se vació en cuestión de días, liberando unos 90 millones de metros cúbicos de agua, una cantidad equiparable al flujo de las Cataratas del Niágara durante nueve horas consecutivas. El evento generó un cráter de 85 metros de profundidad y fracturó un vasto segmento del hielo superficial, un fenómeno sin precedentes en la isla ártica y que ahora ha sido descrito en detalle por científicos británicos en la revista Nature Geoscience.
Los investigadores, dirigidos por la doctora Jade Bowling de la Universidad de Lancaster, utilizaron datos de satélites de la NASA y la Agencia Espacial Europea (ESA), así como modelos tridimensionales de alta resolución, para rastrear este fenómeno que hasta ahora había pasado desapercibido en la remota región del norte de Groenlandia. Sus hallazgos no solo documentan un proceso destructivo poco conocido, sino que también cuestionan los fundamentos de los actuales modelos climáticos que predicen la evolución del hielo polar.
Un fenómeno oculto bajo el hielo
Los científicos centraron su atención en un área que hasta entonces no había sido objeto de investigaciones detalladas: una región aislada y remota de la parte septentrional de Groenlandia. Allí descubrieron evidencia clara de un lago subglacial, una masa de agua que se mantenía atrapada bajo cientos de metros de hielo. A diferencia de otros fenómenos relacionados con el derretimiento superficial del hielo, este lago estaba completamente oculto a la vista y no se detectó hasta que su repentina liberación dejó marcas inconfundibles en el paisaje.
En solo diez días, este cuerpo de agua subterráneo se vació, provocando una transformación radical en la superficie de la capa de hielo. Se formó un cráter de 85 metros de profundidad en un área de dos kilómetros cuadrados, y el impacto de la liberación de agua fue tal que causó una fractura extensa de la superficie helada. Lo que los investigadores encontraron aguas abajo fue aún más impactante: un área de más de 385 000 metros cuadrados —equivalente a 54 campos de fútbol— completamente destrozada, con bloques de hielo de hasta 25 metros de altura y un paisaje moldeado por la erosión repentina del agua.
“Cuando vimos esto por primera vez, pensamos que había un error en nuestros datos. Era tan inesperado que parecía un fallo técnico”, explicó la doctora Bowling. “Pero al profundizar en nuestro análisis, nos dimos cuenta de que estábamos viendo los efectos reales de una inmensa corriente de agua emergiendo desde debajo del hielo”.
¿Por qué es tan importante este hallazgo?
Este evento no es simplemente una rareza geológica. Revela la existencia de un tipo de dinámica hídrica en Groenlandia que hasta ahora no se había registrado y que podría tener consecuencias globales. Según el equipo científico, la existencia de lagos subglaciales y su capacidad para vaciarse repentinamente, fracturar el hielo y alterar el comportamiento del casquete polar, representa un factor de riesgo significativo que aún no se ha incorporado a los modelos climáticos actuales.
“El hecho de que se haya producido esta inundación en un lugar donde se creía que el hielo estaba firmemente congelado al lecho rocoso es particularmente preocupante”, detalló Bowling. “Eso sugiere que las presiones internas pueden provocar rupturas que permitan el flujo de agua incluso en zonas que considerábamos estables”.
De hecho, el estudio demuestra que el agua subglacial no siempre fluye hacia el océano como tradicionalmente se pensaba. En este caso, el agua se desplazó en sentido contrario, hacia la superficie, desestabilizando el hielo desde abajo. Este descubrimiento obliga a reconsiderar muchos de los supuestos sobre cómo el agua interactúa con el hielo en Groenlandia y cómo podría contribuir a la pérdida acelerada de masa de la capa helada.
El papel clave de los satélites y los modelos digitales
Gracias a una combinación de observaciones satelitales de la NASA y la ESA, junto con modelos digitales del terreno obtenidos por radar, los científicos pudieron reconstruir con precisión el antes y el después del evento. Este enfoque permitió observar cambios sutiles en la elevación del hielo y rastrear la deformación estructural causada por la liberación del lago subglacial.
“El uso de estos datos satelitales fue crucial para comprender el fenómeno”, comentó la doctora Amber Leeson, experta en glaciología de la Universidad de Lancaster y coautora del estudio. “Nos permitió ver la magnitud de la deformación, el área afectada, y reconstruir la secuencia completa de eventos que llevó a la fractura del hielo”.
Este enfoque multidisciplinario permitió también estimar con alta precisión la cantidad de agua involucrada y calcular el volumen total del lago subglacial. La cifra, 90 millones de metros cúbicos, convierte este evento en una de las mayores inundaciones subglaciales jamás registradas en Groenlandia.
Implicaciones para el cambio climático y el aumento del nivel del mar
Uno de los aspectos más preocupantes del hallazgo es su relevancia en el contexto del cambio climático. A medida que las temperaturas globales aumentan, se espera que la cantidad de agua de deshielo en Groenlandia también crezca. Esto podría favorecer la formación de más lagos subglaciales y aumentar la frecuencia de eventos como el descrito en el estudio.
“Lo que hemos aprendido con esta investigación es que las capas de hielo pueden responder de manera muy inesperada a grandes cantidades de agua de deshielo superficial”, indicó Leeson. “Si no entendemos estos procesos, estamos subestimando la vulnerabilidad de Groenlandia y el potencial de su contribución al aumento del nivel del mar”.
El agua que se acumula bajo el hielo puede lubricar la base del casquete polar, reducir la fricción y acelerar el movimiento del hielo hacia el océano. Además, las fracturas causadas por el flujo subglacial pueden debilitar la estructura del hielo y favorecer su colapso. Todos estos factores, combinados, podrían acelerar la pérdida de masa de la capa de hielo de Groenlandia y tener consecuencias directas para las zonas costeras en todo el mundo.
Modelos climáticos deben adaptarse
Pese a su relevancia, los modelos actuales utilizados por la comunidad científica para proyectar el comportamiento futuro de Groenlandia no consideran todavía la posibilidad de que el agua subglacial se mueva de esta manera. Esto plantea un reto urgente para los científicos del clima y los desarrolladores de modelos, quienes deberán integrar este tipo de procesos en sus simulaciones si desean hacer predicciones más realistas y completas.
“El sistema hidrológico bajo el hielo es mucho más complejo de lo que imaginábamos”, señala Bowling. “Necesitamos urgentemente más datos, más observaciones y mejores modelos que incluyan estos fenómenos subglaciales”.
La investigación también sugiere que es posible que otros eventos similares hayan ocurrido sin ser detectados, especialmente en las vastas y poco exploradas regiones del norte de Groenlandia. Con la mejora de la tecnología satelital y el aumento del interés científico por la criósfera, es probable que se descubran más ejemplos en los próximos años.
Una señal de advertencia desde el Ártico
Este estudio no solo representa un avance científico significativo, sino que también actúa como una advertencia: el hielo de Groenlandia podría ser más vulnerable y dinámico de lo que se pensaba. La posibilidad de que el agua subglacial erosione el hielo desde abajo, sin señales visibles en la superficie, implica que podríamos estar subestimando la velocidad con la que Groenlandia podría contribuir al aumento del nivel del mar.
“Lo que descubrimos nos sorprendió en muchos sentidos”, concluye la doctora Amber Leeson. “Este evento ha ampliado nuestra comprensión de cómo interactúan el hielo y el agua bajo condiciones extremas, y nos recuerda lo urgente que es comprender mejor estos procesos para anticipar los cambios que se avecinan”.
Fuente: Bowling, J.S., McMillan, M., Leeson, A.A. et al. Outburst of a subglacial flood from the surface of the Greenland Ice Sheet. Nat. Geosci. (2025). https://doi.org/10.1038/s41561-025-01746-9
Sin comentarios