¿Alguna vez te has preguntado si una gallina puede sentir alegría, estrés o incluso tristeza? Aunque estos animales han sido domesticados durante siglos, lo que sucede realmente en su interior ha permanecido, en gran medida, como un misterio. Sin embargo, un equipo de científicos de la Universidad de Dalhousie en Canadá ha desarrollado una herramienta que podría cambiar radicalmente nuestra relación con estas aves: una app llamada Cluckify que “traduce” sus vocalizaciones.
Esta innovación tecnológica permite a granjeros, investigadores y amantes de las gallinas entender mejor el estado emocional y físico de los animales mediante el análisis de sus sonidos. Según los desarrolladores, Cluckify puede identificar y clasificar hasta 45 tipos diferentes de vocalizaciones que las gallinas emiten en diversas situaciones, lo que ofrece una nueva vía de comunicación entre humanos y aves.
Una app nacida de la ciencia
Detrás de esta herramienta aparentemente sencilla hay años de investigación compleja. Según explica el profesor Suresh Neethirajan, responsable principal del proyecto, el desarrollo de la app no fue una simple cuestión de programar algoritmos. “Antes de poder construir Cluckify, necesitábamos entender realmente lo que las gallinas estaban diciendo”, afirma el investigador.
Y es que las vocalizaciones de las gallinas no son tan simples como muchos podrían pensar. No se trata solo de un cacareo repetitivo sin sentido. Las gallinas emiten sonidos variados cuya tonalidad, frecuencia y amplitud cambian en función de lo que quieren comunicar. “La complejidad de sus vocalizaciones es comparable con la de otras especies con comportamientos sociales sofisticados”, explica Neethirajan. Por eso, el equipo dedicó largas horas a la observación detallada de las aves.
Comprender el sonido a través del contexto
Uno de los mayores retos fue establecer el contexto exacto en el que se emitían determinados sonidos. ¿Estaba la gallina feliz, enferma, hambrienta o en peligro? Para descifrarlo, los investigadores observaron no solo el sonido en sí, sino también el entorno y el comportamiento de las gallinas en el momento en que emitían esos sonidos.
Por ejemplo, si una gallina estaba aislada del grupo o mostraba signos de enfermedad, los investigadores registraban sus vocalizaciones y las analizaban con detalle. Se dieron cuenta de que en situaciones de estrés, las gallinas emitían sonidos de menor intensidad y con un ritmo diferente al habitual. “Vimos cómo esos cambios se reflejaban en las vocalizaciones, que se volvían más apagadas y desestructuradas”, señala Neethirajan.
Para validar estas observaciones, el equipo también recolectó muestras físicas, como plumas y heces, que fueron analizadas para detectar niveles elevados de cortisol, la hormona del estrés. Los resultados confirmaron que el tipo de sonido estaba efectivamente vinculado a un estado emocional o fisiológico concreto.
Una conexión emocional más profunda
Gracias a este enfoque científico, el equipo logró vincular unas 45 vocalizaciones diferentes con situaciones y emociones específicas. Estas vocalizaciones se integraron en la base de datos de Cluckify, que ahora permite a los usuarios grabar los sonidos de sus propias gallinas y obtener una interpretación en tiempo real.
Pero la app no es solo una herramienta tecnológica. Según Neethirajan, también tiene el potencial de transformar profundamente la relación entre humanos y aves. “Una vez que comienzas a reconocer las señales vocales de las gallinas y respondes a ellas, surge una forma de empatía y compasión”, señala. “La app nos ayuda a entender mejor lo que las gallinas están tratando de expresar, especialmente durante momentos de cambio o estrés”.
En otras palabras, Cluckify no solo mejora la gestión del bienestar animal desde un punto de vista práctico, sino que también promueve una forma más respetuosa y consciente de interactuar con estos animales.
Prevención temprana de enfermedades
Uno de los aspectos más sorprendentes que reveló la investigación fue que las vocalizaciones pueden ser un indicador temprano de enfermedad, incluso antes de que aparezcan síntomas visibles. “Uno de los descubrimientos más inesperados fue cómo los cambios en el sonido podían señalar incomodidad o enfermedad antes de que se observaran signos externos”, explica Neethirajan.
En varios casos, las gallinas que posteriormente mostraron signos de enfermedad habían comenzado a vocalizar con menor frecuencia o intensidad. “Era como si se estuvieran retirando vocalmente, aunque físicamente aún se mostraban activas”, comenta. Este tipo de patrón sonoro puede ser crucial para la detección temprana de enfermedades en criaderos o granjas, permitiendo actuar antes de que una situación se vuelva crítica.
Tecnología al servicio del bienestar animal
Cluckify utiliza inteligencia artificial para analizar las grabaciones de audio. A través de algoritmos entrenados con miles de muestras, la app identifica patrones en la frecuencia, intensidad y estructura de los sonidos. Luego los compara con su base de datos para ofrecer una interpretación contextualizada. Por ejemplo, puede indicar si el ave muestra signos de miedo, estrés, bienestar o incluso aburrimiento.
La app ha sido probada en diversos entornos, desde granjas industriales hasta espacios urbanos con gallinas domésticas. Su interfaz sencilla y accesible la convierte en una herramienta ideal tanto para profesionales del sector avícola como para aficionados.
Un paso hacia la “empatía digital”
Para Neethirajan, este proyecto va más allá de la tecnología. Lo que está en juego es una nueva forma de interactuar con los animales, una especie de “empatía digital”. “Esperamos que la app anime a las personas a escuchar más atentamente a sus gallinas y, en general, a cualquier animal con el que convivan”, afirma. “Creemos que una mayor comprensión puede traducirse en una mejor calidad de vida para los animales”.
Esta visión también tiene implicaciones éticas. En un mundo donde los animales de granja son frecuentemente tratados como meros recursos productivos, iniciativas como Cluckify abogan por una forma de cría más consciente y respetuosa. “Si sabemos cómo se sienten nuestras gallinas, podemos responder mejor a sus necesidades y, quizás, mejorar las condiciones en las que viven”, reflexiona el investigador.
Futuro y expansión
El equipo de Dalhousie no se detiene aquí. El objetivo a largo plazo es ampliar la base de datos de vocalizaciones y mejorar la precisión de la app. También se están explorando colaboraciones con criadores y universidades de otros países para adaptar la herramienta a diferentes razas y entornos culturales.
Además, los investigadores consideran que el mismo enfoque podría aplicarse a otras especies. De hecho, ya hay proyectos piloto en marcha para traducir vocalizaciones de cerdos y vacas. “Cada especie tiene su propio lenguaje vocal”, afirma Neethirajan. “Si logramos entenderlo, podemos redefinir completamente la forma en que nos relacionamos con los animales”.
Una revolución silenciosa
Aunque pueda parecer anecdótica, la creación de Cluckify representa una pequeña revolución en la interacción entre humanos y animales. Donde antes solo se oía un “cloc-cloc” sin sentido, ahora se puede reconocer un mensaje, una emoción, una necesidad.
Y aunque la app aún está en sus primeras fases de adopción, su potencial es enorme. No solo ofrece datos útiles para los productores avícolas, sino que también abre una puerta a la empatía, el entendimiento y, en última instancia, una convivencia más armoniosa entre especies.
Tal vez, en un futuro cercano, dejemos de ver a las gallinas solo como productoras de huevos y comencemos a escucharlas como lo que realmente son: seres vivos con una voz propia.
Fuente: Dalhousie University. (2025, April 11). App that decodes chicken lingo offers promise of a better life for the animals. https://www.dal.ca/news/2025/04/11/cluckify-chicken-sounds.html
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