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Microplásticos en las arterias: un nuevo factor de riesgo para los accidentes cerebrovasculares
domingo, abril 27, 2025

Microplásticos en las arterias: un nuevo factor de riesgo para los accidentes cerebrovasculares

Fragmentos de plásticos de diversos colores acumulados, representando la contaminación invisible que impacta la salud humana.

Microscópicos fragmentos de plástico que invaden cada rincón de nuestro planeta: los océanos, los alimentos, el agua potable. Esta ubicuidad ya era conocida, pero un reciente estudio estadounidense revela una realidad aún más inquietante: los microplásticos también se acumulan en nuestros vasos sanguíneos, y podrían aumentar el riesgo de accidentes cerebrovasculares.

Investigadores de la Universidad de Nuevo México encontraron hasta cincuenta veces más micro y nanoplásticos en las placas de las arterias carótidas de pacientes que habían sufrido un ictus o episodios de ceguera temporal, en comparación con personas con vasos sanguíneos sanos. Estos hallazgos, aunque preliminares, apuntan a un posible vínculo entre la exposición plástica y enfermedades cardiovasculares graves.

El viaje de los microplásticos hasta el cuerpo humano

Los microplásticos, definidos como partículas plásticas de menos de 5 milímetros, y los aún más diminutos nanoplásticos, son invisibles al ojo humano. Surgen cuando fragmentos más grandes, como bolsas o redes de pesca, se degradan lentamente en el medio ambiente. Una vez liberados, se infiltran en la cadena alimentaria y, eventualmente, en nuestro cuerpo.

“La mayoría de las personas piensa que ingieren plásticos a través de botellas de agua o tablas de cortar”, explica Ross Clark, autor principal del estudio de la University of New Mexico. “Pero la principal vía de entrada es, en realidad, a través de lo que comemos y bebemos”.

A pesar de su tamaño diminuto, estas partículas no son inocuas. Su capacidad para penetrar tejidos y desencadenar reacciones inmunológicas plantea serias preocupaciones sobre su impacto a largo plazo en la salud humana.

Más plástico, más riesgo

El equipo de investigadores analizó 48 muestras de arterias carótidas procedentes de tres grupos de personas: individuos con vasos sanguíneos sanos, individuos con placas de ateroma sin síntomas y personas que ya habían sufrido problemas médicos como mini-ictus o pérdidas de visión temporales.

Los resultados fueron impactantes. En los pacientes con antecedentes de síntomas, se encontraron 51 veces más partículas plásticas adheridas a las paredes internas de las arterias que en individuos sanos. En el grupo con placas pero sin síntomas, la cantidad de partículas fue 16 veces superior.

Este patrón sugiere una posible relación directa entre la cantidad de microplásticos presentes en las arterias y el deterioro de la salud vascular. Aunque todavía no se ha establecido una relación causal definitiva, la correlación observada es lo suficientemente fuerte como para llamar la atención de la comunidad científica.

El papel silencioso de las placas

Las placas arteriales son acumulaciones de grasa, colesterol y otras sustancias en las paredes de los vasos sanguíneos. Con el tiempo, estas obstrucciones pueden estrechar las arterias, dificultar el flujo sanguíneo y aumentar la presión arterial. Cuando esto ocurre en las arterias carótidas, que suministran sangre al cerebro, el riesgo de sufrir un accidente cerebrovascular se eleva considerablemente.

Investigaciones previas en Italia ya habían detectado la presencia de microplásticos en las placas, incluso en personas sin síntomas aparentes. Sin embargo, este nuevo estudio va un paso más allá al vincular la presencia de microplásticos con eventos clínicos graves como los ictus y la ceguera temporal.

¿Qué tan peligrosos son los plásticos en el cuerpo?

Una pregunta fundamental sigue sin respuesta: ¿cómo afectan exactamente estos plásticos a la salud vascular? Hasta ahora, el equipo de investigación no encontró una conexión directa entre la cantidad de plásticos en las arterias y los niveles de sustancias inflamatorias en la sangre. Sin embargo, sí identificaron alteraciones en la actividad genética de células inmunes involucradas en la formación y estabilización de placas.

Estos cambios genéticos sugieren que los microplásticos podrían ejercer un efecto gradual pero sostenido en el sistema inmunitario y en las arterias, debilitándolas lentamente a lo largo del tiempo.

“Estamos empezando a entender que la exposición a microplásticos podría ser un factor de riesgo a largo plazo para enfermedades cardiovasculares”, señala Clark.

Una nueva perspectiva sobre los accidentes cerebrovasculares

La investigación ha captado la atención de expertos en neurología y enfermedades cardiovasculares. Karen Furie, neurocientífica de la American Heart Association, subraya la importancia de los hallazgos: “Hasta ahora, no considerábamos la exposición a partículas plásticas como un factor de riesgo para los accidentes cerebrovasculares. Pero este estudio cambia nuestra perspectiva. Nos ofrece nuevas oportunidades para trabajar en la prevención”.

La posibilidad de que contaminantes plásticos cotidianos puedan contribuir a eventos tan graves como los ictus introduce una dimensión completamente nueva en el campo de la salud pública.

Cautela ante las conclusiones precipitadas

Pese a lo llamativo de los resultados, los investigadores insisten en la necesidad de ser prudentes. Aún no se puede afirmar que los plásticos sean la causa directa de los accidentes cerebrovasculares o de otros problemas vasculares. También es posible que las personas con ciertas condiciones médicas acumulen más microplásticos en sus cuerpos de forma secundaria.

Además, las técnicas de medición empleadas todavía presentan limitaciones. Bajo el microscopio, los nanoplásticos pueden parecerse a otras sustancias, como los ácidos grasos, lo que podría afectar la precisión de los análisis. “Las técnicas de análisis aún no están perfeccionadas”, reconocen los investigadores en sus conclusiones.

¿Qué podemos hacer?

Por ahora, evitar completamente la exposición a microplásticos es imposible. Se encuentran en casi todos los alimentos: frutas, verduras, carne, pescado e incluso el agua potable.

Ante esta situación, los expertos enfatizan la necesidad de ampliar la investigación. “Estamos apenas en los primeros pasos de esta área de estudio”, afirma Clark. “Solo dentro de unos años comprenderemos verdaderamente los efectos de estos fragmentos plásticos en nuestro sistema inmunológico y en la salud de nuestros vasos sanguíneos”.

Mientras tanto, las recomendaciones generales para proteger la salud cardiovascular (como mantener una dieta equilibrada, hacer ejercicio regularmente y controlar factores de riesgo como la hipertensión) siguen siendo cruciales.

El descubrimiento de los microplásticos en las placas arteriales añade una nueva pieza al complejo rompecabezas de las enfermedades cardiovasculares. Aunque todavía queda mucho por investigar, el mensaje es claro: los efectos de la contaminación plástica no solo impactan al planeta, sino también, silenciosamente, a nuestros propios cuerpos.

Fuente: American Heart Association. (2025, abril 22). Micro/nanoplastics found in artery-clogging plaque in the neck. https://newsroom.heart.org/news/micronanoplastics-found-in-artery-clogging-plaque-in-the-neck 

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