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¿Puede el sol influir en los terremotos? Un estudio sugiere que sí y podría ayudar a predecir sismos
miércoles, marzo 05, 2025

¿Puede el sol influir en los terremotos? Un estudio sugiere que sí y podría ayudar a predecir sismos

Bomberos recorren una zona afectada tras el terremoto en busca de sobrevivientes entre los escombros.

Un estudio reciente realizado por investigadores japoneses sugiere que el calor solar podría influir en la actividad sísmica terrestre, especialmente en terremotos poco profundos. Los hallazgos podrían abrir una nueva vía para mejorar la predicción de sismos, uno de los mayores desafíos de la sismología moderna.

Una conexión inesperada entre el sol y los terremotos

Los terremotos son uno de los desastres naturales más devastadores y difíciles de predecir. Se producen por la acumulación de tensión en la corteza terrestre que, al liberarse de forma repentina, genera ondas sísmicas. Sin embargo, la causa exacta del momento en que ocurre un terremoto sigue siendo un misterio.

En los últimos años, algunos científicos han comenzado a explorar la posibilidad de que factores externos, como la actividad solar o las fuerzas gravitacionales de la Luna, puedan influir en la actividad sísmica. El nuevo estudio, publicado en la revista Chaos, ha analizado cómo el calor generado por el sol podría desempeñar un papel, aunque indirecto, en la activación de ciertos terremotos.

“El calor solar provoca cambios en la temperatura atmosférica, que a su vez pueden afectar las propiedades físicas de las rocas y el movimiento del agua subterránea”, explica Matheus Henrique Junqueira Saldanha, investigador de la Universidad de Tsukuba y autor principal del estudio. “Estas fluctuaciones pueden hacer que las rocas se vuelvan más frágiles y propensas a fracturarse, lo que podría facilitar el desencadenamiento de terremotos, especialmente aquellos poco profundos”.

Cómo afecta el calor solar a la corteza terrestre

La influencia del calor solar en la actividad sísmica se produce a través de varios mecanismos indirectos. Uno de ellos es la variación térmica diaria y estacional, que afecta las capas superiores de la corteza terrestre. Durante el día, la radiación solar calienta la superficie terrestre, mientras que por la noche la temperatura desciende. Estos cambios generan pequeñas dilataciones y contracciones en las rocas que, con el tiempo, pueden contribuir a la acumulación de tensión.

Otro factor clave es la interacción entre la temperatura y el agua subterránea. El calor solar puede aumentar la evaporación, modificar los niveles freáticos y alterar la presión del agua en los poros de las rocas. “Las variaciones en las precipitaciones y el deshielo también pueden cambiar la presión sobre las placas tectónicas, lo que afecta la probabilidad de que una falla se active”, señala Junqueira Saldanha.

Aunque estos efectos pueden parecer mínimos, los investigadores creen que podrían desempeñar un papel importante en la predicción de terremotos, especialmente en regiones donde los sismos poco profundos son frecuentes.

Un modelo matemático para predecir terremotos

Para investigar esta relación, los científicos utilizaron un modelo matemático que combinaba datos históricos de terremotos con registros de actividad solar y temperaturas superficiales. El equipo analizó miles de eventos sísmicos ocurridos en Japón durante varias décadas y comparó esos datos con las fluctuaciones de la temperatura terrestre y la actividad solar, medida por el número de manchas solares.

Los resultados mostraron que al incluir la temperatura superficial en los modelos de predicción, la precisión de las estimaciones aumentaba significativamente, especialmente para los terremotos con hipocentros poco profundos, a menos de 10 kilómetros bajo la superficie.

“Eso tiene sentido, ya que el calor y el agua afectan principalmente las capas superiores de la corteza terrestre”, comenta Junqueira Saldanha. “Aunque estos factores no sean los principales desencadenantes de los terremotos, podrían ser una herramienta adicional para mejorar la precisión de los modelos predictivos”.

Implicaciones para la predicción sísmica

La predicción de terremotos ha sido uno de los grandes desafíos científicos durante décadas. Actualmente, los modelos de predicción se basan principalmente en datos históricos, la vigilancia de fallas activas y la identificación de señales precursoras, como pequeños temblores o cambios en el nivel de agua subterránea.

Sin embargo, estos métodos solo permiten realizar estimaciones aproximadas sobre la probabilidad de que ocurra un terremoto en una región determinada, sin poder predecir la fecha o la hora exacta.

La posibilidad de que la actividad solar influya en los terremotos abre una nueva línea de investigación que podría mejorar la capacidad de predicción. Al combinar modelos térmicos con datos de actividad solar, los científicos podrían identificar periodos de mayor riesgo sísmico, especialmente para los terremotos poco profundos.

“Nuestro estudio sugiere que la energía solar debería incluirse en los modelos detallados de predicción sísmica”, afirma Junqueira Saldanha. “Aunque el impacto del calor solar es pequeño, podría ayudar a refinar los pronósticos y salvar vidas”.

¿Estamos cerca de predecir terremotos?

A pesar de los avances, predecir terremotos con precisión sigue siendo una meta lejana. Actualmente, las únicas predicciones posibles se basan en la identificación de zonas de alto riesgo y en la probabilidad estadística de que ocurra un terremoto en los próximos años o décadas.

Japón, México y California cuentan con sistemas de alerta temprana que detectan las primeras ondas sísmicas (ondas P) antes de que lleguen las ondas destructivas (ondas S), lo que permite ganar unos segundos o minutos para buscar refugio o detener infraestructuras críticas. Sin embargo, estos sistemas no pueden predecir cuándo ocurrirá el terremoto, solo reaccionan una vez que el sismo ha comenzado.

En el futuro, los científicos esperan que la inteligencia artificial y los sensores avanzados permitan detectar cambios sutiles en la corteza terrestre que preceden a los terremotos. La inclusión de factores como la actividad solar podría mejorar aún más estos modelos.

“Este tipo de investigaciones nos acerca un poco más a la posibilidad de predecir terremotos”, concluye Junqueira Saldanha. “Todavía hay mucho por entender, pero cada pequeño avance nos ayuda a ver el panorama más amplio”.

—Fuente: Junqueira Saldanha, M. H., Shiro, M., Yagi, Y., & Hirata, Y. (2025). The role of solar heat in earthquake activity. Chaos: An Interdisciplinary Journal of Nonlinear Science, 35(3), 033107. American Institute of Physics. https://doi.org/10.1063/5.0243721

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