El uso prolongado de antiinflamatorios no esteroides (AINEs), como el ibuprofeno y el diclofenaco, podría estar asociado con un menor riesgo de desarrollar demencia. Un estudio realizado por el Erasmus MC en los Países Bajos analizó datos de casi 12 000 personas durante más de 14 años y encontró que quienes usaban estos medicamentos de manera continua tenían un 12 % menos de probabilidades de desarrollar la enfermedad. Sin embargo, los investigadores advierten que aún es pronto para recomendar su uso preventivo.
Un estudio a largo plazo sobre el uso de AINEs
El estudio, publicado en la Journal of the American Geriatrics Society, forma parte del Estudio de Rotterdam, una investigación de largo plazo que analiza el envejecimiento y las enfermedades crónicas en la población. Para esta investigación específica, se incluyeron 11 745 participantes sin demencia al inicio del estudio, con una edad promedio de 66 años.
Los investigadores clasificaron a los participantes en cuatro categorías según su consumo de AINEs: no usuarios, usuarios a corto plazo (menos de un mes), usuarios intermedios (entre 1 y 24 meses) y usuarios a largo plazo (más de 24 meses). Durante el seguimiento, 9520 personas habían consumido AINEs en algún momento, y 2091 desarrollaron demencia.
Los resultados indicaron que el uso prolongado de estos medicamentos se asoció con una reducción del 12 % en el riesgo de demencia. Sin embargo, el consumo a corto y mediano plazo no mostró beneficios, e incluso se observó un leve aumento del riesgo en estos grupos. Además, tomar dosis elevadas en períodos cortos no pareció ofrecer protección.
¿Por qué el uso prolongado es clave?
El investigador principal, el profesor M. Arfan Ikram, del Erasmus MC, explicó que los hallazgos respaldan la hipótesis de que la inflamación crónica desempeña un papel importante en el desarrollo de la demencia. “Nuestra investigación aporta evidencia sobre los posibles efectos preventivos de los medicamentos antiinflamatorios contra la demencia. Sin embargo, se necesitan más estudios para consolidar estos resultados y desarrollar estrategias de prevención”, afirmó.
Una de las observaciones más llamativas del estudio es que el efecto protector de los AINEs solo se manifestó en quienes los usaban de forma constante durante largos períodos. “Esto sugiere que el proceso inflamatorio en la demencia es de progresión lenta y sostenida. Una exposición continua a dosis bajas de antiinflamatorios podría influir en este proceso, mientras que una dosis alta en un corto período no parece tener el mismo impacto”, explicó Ikram.
Este hallazgo coincide con investigaciones previas que sugieren que la inflamación crónica de bajo grado contribuye a la acumulación de placas amiloides en el cerebro, un rasgo característico del Alzheimer. En este sentido, los AINEs podrían ayudar a ralentizar este proceso si se usan de manera prolongada.
Limitaciones del estudio y advertencias
A pesar de los resultados prometedores, los expertos advierten que no se debe comenzar a tomar ibuprofeno de manera regular con el único propósito de prevenir la demencia. “Es importante recordar que este es un estudio observacional. No podemos descartar que otros factores, como enfermedades preexistentes o diferencias en el estilo de vida, puedan influir en los resultados”, señaló Ikram.
Los AINEs se utilizan comúnmente para tratar afecciones inflamatorias como la artritis y el dolor crónico, por lo que es posible que las personas que los tomaban con frecuencia tuvieran características distintas a quienes no los usaban. “No podemos corregir completamente estos factores en nuestro análisis. Si estas enfermedades están relacionadas con un menor riesgo de demencia, podrían haber influido en los resultados”, agregó el investigador.
Otro aspecto a considerar son los efectos secundarios del consumo prolongado de AINEs. Estos medicamentos pueden causar problemas gastrointestinales, como úlceras y sangrado estomacal, además de aumentar el riesgo de enfermedades cardiovasculares en algunos casos. Por esta razón, su uso prolongado solo se recomienda bajo supervisión médica.
¿Qué sigue en la investigación?
Para confirmar si los AINEs realmente pueden prevenir la demencia, los investigadores proponen realizar ensayos clínicos controlados en los que los participantes sean asignados aleatoriamente a recibir el medicamento o un placebo. Esto permitiría descartar posibles sesgos y evaluar de manera más precisa los riesgos y beneficios.
Mientras tanto, los expertos insisten en que la mejor estrategia para reducir el riesgo de demencia sigue siendo llevar un estilo de vida saludable. “No hay una píldora mágica para prevenir la demencia. Factores como la actividad física regular, una dieta equilibrada, el control de la presión arterial y la estimulación cognitiva siguen siendo las mejores herramientas que tenemos para proteger nuestro cerebro”, concluyó Ikram.
—Fuente: Vom Hofe, I., Stricker, B. H., Ikram, M. K., Wolters, F. J., & Ikram, M. A. (2025). Long-Term Exposure to Non-Steroidal Anti-Inflammatory Medication in Relation to Dementia Risk. Journal of the American Geriatrics Society, 10.1111/jgs.19411. Advance online publication. https://doi.org/10.1111/jgs.19411
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