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La erupción del Vesubio fue tan intensa que convirtió un cerebro humano en vidrio
domingo, marzo 09, 2025

La erupción del Vesubio fue tan intensa que convirtió un cerebro humano en vidrio

El cerebro de este hombre se convirtió en vidrio por el calor causado por la erupción del Vesubio

Científicos han descubierto un fenómeno sin precedentes en una víctima de la erupción del Vesubio en el año 79 d. C.: el tejido cerebral de un hombre se transformó en vidrio debido al calor extremo. Este hallazgo, publicado en Scientific Reports, es el primero en demostrar que el cerebro humano puede vitrificarse en condiciones naturales y proporciona una nueva perspectiva sobre la magnitud del desastre que sepultó Herculano y Pompeya.

Un hallazgo excepcional en Herculano

En 2018, arqueólogos encontraron en Herculano los restos de un hombre de aproximadamente 20 años, posiblemente un guardia del Collegium Augustalium, un edificio dedicado al culto del emperador Augusto. El individuo fue descubierto acostado en su cama, cubierto por material volcánico.

El análisis del cráneo reveló la presencia de una sustancia negra y brillante en su interior. Al examinarla con microscopía electrónica, los investigadores confirmaron que se trataba de tejido cerebral vitrificado. “Este es un hallazgo único en la historia de la arqueología”, señala Pier Paolo Petrone, antropólogo forense de la Universidad Federico II de Nápoles y autor principal del estudio. “Hasta ahora, nunca habíamos visto evidencia de vitrificación en tejido cerebral humano”.

Normalmente, los tejidos blandos se descomponen o se queman en eventos catastróficos como una erupción volcánica, lo que hace que esta conservación sea excepcionalmente rara. La rápida sucesión de calor extremo y enfriamiento brusco generó condiciones ideales para que ocurriera la vitrificación.

La vitrificación del tejido cerebral

La vitrificación es un proceso en el que un material pasa de un estado líquido a un estado sólido similar al vidrio sin formar cristales. Este fenómeno ocurre cuando la temperatura es extremadamente alta y el enfriamiento es muy rápido. En condiciones naturales, los tejidos orgánicos no suelen vitrificarse porque contienen grandes cantidades de agua, lo que hace que se evaporen en lugar de transformarse en vidrio.

En este caso, los investigadores estimaron que el cerebro del joven estuvo expuesto a temperaturas superiores a 510 grados Celsius. A esta temperatura, el tejido se licuó instantáneamente, pero en cuestión de segundos la temperatura descendió drásticamente debido a la disipación del calor en el ambiente. Este enfriamiento abrupto impidió la cristalización y provocó la vitrificación del cerebro.

“El material vítreo que encontramos en el cráneo contiene estructuras neuronales preservadas a nivel microscópico”, explica Petrone. “Esto nos indica que el proceso de vitrificación ocurrió de manera extremadamente rápida, congelando en el tiempo parte de la biología del cerebro”.

Reevaluación del escenario de la erupción

Este descubrimiento ha llevado a los científicos a reconsiderar cómo se desarrolló la erupción del Vesubio. Anteriormente se creía que la mayoría de las víctimas murieron sofocadas por los gases volcánicos o aplastadas por los escombros. Sin embargo, la vitrificación del cerebro sugiere que algunas personas fueron alcanzadas por una ola de calor extremo antes de quedar sepultadas.

Se cree que una primera nube de gas y ceniza, con temperaturas superiores a 510 grados Celsius, envolvió la ciudad en segundos. Esta nube fue lo suficientemente caliente como para vaporizar la carne de las víctimas al instante y transformar el cerebro en vidrio.

“La velocidad con la que ocurrió este fenómeno nos habla de la brutalidad de la erupción”, comenta Petrone. “Las víctimas en Herculano probablemente murieron en una fracción de segundo debido al shock térmico”.

Poco después, llegaron los flujos piroclásticos, corrientes de gases y materiales volcánicos a menor temperatura que terminaron de sepultar la ciudad. Estos flujos oscilaron entre los 315 y 465 grados Celsius, lo que explica por qué el cerebro vitrificado no volvió a su estado blando tras la erupción.

Un hallazgo único entre miles de víctimas

Entre las aproximadamente 2000 víctimas desenterradas en el área del Vesubio, este es el único caso documentado de un cerebro vitrificado. La razón de esto radica en las condiciones específicas que se dieron en este caso: la combinación de calor extremo seguido de un enfriamiento ultrarrápido.

Los investigadores creen que la gruesa bóveda craneal pudo haber desempeñado un papel clave en la conservación del tejido. “El cráneo pudo haber actuado como un escudo térmico parcial, protegiendo los restos cerebrales de la evaporación total”, explica Petrone.

Además, este caso sugiere que la vitrificación podría haber ocurrido en otras víctimas, pero en la mayoría de los casos el material cerebral no se ha conservado lo suficiente como para ser detectado. “Podría haber otros casos similares, pero el proceso de descomposición y las condiciones ambientales habrían eliminado cualquier rastro de tejido vitrificado”, añade el investigador.

Implicaciones para la ciencia y la arqueología

Este descubrimiento tiene importantes implicaciones tanto para la arqueología como para la ciencia forense. En primer lugar, demuestra que los tejidos humanos pueden preservarse de maneras inesperadas en eventos catastróficos. Esto podría ayudar a los investigadores a comprender mejor la biología de las víctimas de otras erupciones volcánicas.

Además, la vitrificación del cerebro abre nuevas preguntas sobre la temperatura y velocidad de las oleadas de gas volcánico. Si otros restos con características similares fueran descubiertos, los científicos podrían usar este fenómeno para estimar con mayor precisión la dinámica de las erupciones antiguas.

“Este hallazgo no solo es importante para la arqueología, sino también para la vulcanología y la bioarqueología”, comenta Petrone. “Nos permite estudiar de manera más precisa los efectos de las erupciones volcánicas en el cuerpo humano y mejorar nuestra comprensión de estos desastres naturales”.

Finalmente, este hallazgo refuerza la importancia de Herculano como un sitio arqueológico clave para entender los efectos de las erupciones volcánicas en las poblaciones humanas. Mientras que Pompeya ofrece una visión de la vida cotidiana interrumpida abruptamente, Herculano proporciona evidencia directa de la destrucción instantánea causada por temperaturas extremas.

Un vistazo al pasado con tecnología del presente

El estudio de este cerebro vitrificado ha sido posible gracias a los avances tecnológicos en microscopía y espectrometría de masas, herramientas que han permitido analizar la estructura del material a nivel molecular. Esta investigación no solo ha permitido reconstruir lo que ocurrió en Herculano hace casi 2000 años, sino que también ofrece pistas sobre cómo podrían preservarse tejidos en otros contextos extremos, como la exploración espacial o la criogenia.

“Estamos ante un fenómeno único en el mundo”, concluye Petrone. “La vitrificación del cerebro nos ofrece una ventana al pasado y nos muestra hasta qué punto los eventos volcánicos pueden afectar al cuerpo humano de formas que aún estamos descubriendo”.

Con cada nuevo hallazgo, la tragedia del Vesubio sigue revelando detalles sobre la vida y la muerte en la antigua Roma, mostrándonos hasta qué punto la ciencia puede ayudarnos a reconstruir el pasado.

—Fuente: Giordano, G., Pensa, A., Vona, A. et al. Unique formation of organic glass from a human brain in the Vesuvius eruption of 79 CE. Sci Rep 15, 5955 (2025). https://doi.org/10.1038/s41598-025-88894-5

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