Se ha descubierto que los envases de plástico para alimentos contienen muchas más sustancias químicas nocivas de lo que se pensaba. Los investigadores han encontrado miles de sustancias químicas diferentes en el plástico desechable. Estas partículas pueden entrar en el organismo junto con la comida o la bebida y ser absorbidas por tejidos u órganos.
El plástico es un material enormemente complejo compuesto por muchas sustancias químicas diferentes. Algunas de ellas pueden ser perjudiciales para el medio ambiente y la salud humana. Por desgracia, esto también se aplica a los envases de plástico para alimentos. “Encontramos hasta 9936 sustancias químicas diferentes en un solo producto de plástico utilizado como envase alimentario”, afirma el investigador principal, Martin Wagner, profesor de la Universidad Noruega de Ciencia y Tecnología (NTNU).
Producción de hormonas y metabolismo
Su equipo realizó dos estudios sobre plásticos en
Se trata de dos sistemas corporales esenciales. Las hormonas son los mensajeros del cuerpo. Las segregan varias glándulas y permiten que nuestros órganos se comuniquen entre sí. En realidad, metabolismo significa literalmente convertir una sustancia en otra en las células de nuestro cuerpo. Para obtener energía a partir de los nutrientes, el organismo debe seguir una serie de pasos. El metabolismo es la suma de todos estos procesos corporales. Si no funciona correctamente, el cuerpo no obtiene los combustibles y componentes básicos, como aminoácidos, glucosa y ácidos grasos, que necesita para funcionar de forma óptima.
Transmisión de señales corporales
En el segundo estudio, los investigadores noruegos analizaron la acción conjunta de algunas combinaciones específicas de sustancias plástico-químicas, con el objetivo de averiguar qué efecto tienen sobre los denominados receptores acoplados a proteínas G. Estos receptores desempeñan un papel importante en la transmisión de señales en el organismo. Están situados en la membrana celular, pueden recibir señales del exterior de la membrana y desencadenar una respuesta en el interior de la membrana. “Hemos identificado 11 combinaciones químicas de productos plásticos que afectan a estos receptores de señales”, explica Wagner.
Los investigadores han descubierto nuevas formas en que estas mezclas químicas pueden alterar la transmisión de señales en el organismo. “Estos hallazgos y otros anteriores demuestran que nos exponemos a sustancias químicas tóxicas cuando entramos en contacto con el plástico. En nuestro estudio, aportamos nuevas pruebas a favor de la teoría de que tenemos que volver a la mesa de dibujo y rediseñar el plástico para que sea más seguro para los seres humanos y el medio ambiente”, afirma Wagner.
Fugas tóxicas desde el plástico
Hasta no hace mucho, no estaba claro si las sustancias químicas en cuestión podían llegar al medio ambiente en condiciones normales, o si permanecían unidas a la estructura del plástico. Sin embargo, hace unos años, otro grupo de investigación (del que también formaba parte Wagner) demostró que estas sustancias químicas potencialmente nocivas se filtran de la mayoría de los productos de plástico cuando se sumergen en agua. Durante este estudio, también se descubrió que estas sustancias químicas pueden afectar negativamente a la fertilidad en los seres humanos.
Hay que seguir investigando
Dado que el plástico contiene tantas sustancias químicas diferentes, los investigadores aún solo pueden identificar unas pocas a la vez y es difícil hacerse una idea completa de sus efectos nocivos. Esto significa que, hasta la fecha, la ciencia ha descubierto muy poco sobre los efectos que estas sustancias químicas tienen en el cuerpo humano. Por lo tanto, se necesita mucha investigación de seguimiento para saber realmente cuál es su impacto. Posiblemente, después de todo, el plástico sea más nocivo de lo que se pensaba.
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