Rompecabezas imposible: chimpancés demuestran habilidades sorprendentes en un estudio científico

Los chimpancés no pudieron resolver el rompecabezas por sí solos, pero después de observar a otros chimpancés resolverlo en múltiples ocasiones, algunos individuos pudieron aprender y resolver el problema por sí mismos.

Los científicos han descubierto algo muy especial: los chimpancés que no pueden descifrar por sí solos un complicado rompecabezas son capaces de copiar la solución de otros congéneres que sí pueden.

Los chimpancés llevan mucho tiempo desconcertando a los científicos: ¿cómo es posible que existan diferencias de comportamiento tan grandes entre los distintos grupos? Por poner un ejemplo, los chimpancés, en general, utilizan palos para atrapar termitas. Sin embargo, no todos los chimpancés lo hacen de la misma manera. En algunos grupos, los chimpancés se meten los palos directamente en la boca. En otros grupos, los chimpancés recogen primero los insectos en la mano antes de consumirlos. Durante mucho tiempo se supuso que estas diferencias de comportamiento entre grupos se debían a que los chimpancés aprenden socialmente, observando primero a sus congéneres e imitándolos después.

Recientemente, sin embargo, algunos investigadores han empezado a dudar de la capacidad de los chimpancés para adoptar acciones complejas de los demás. En cambio, consideran más plausible que cada chimpancé deba descubrir repetidamente por sí mismo cómo funciona algo, inspirándose en la observación de los demás. Un estudio reciente demuestra ahora que estas dudas son infundadas. Por ejemplo, los científicos han demostrado definitivamente que el aprendizaje social es importante para los chimpancés. El investigador Edwin van Leeuwen ha colaborado en el estudio. Revela: “Los humanos tienen una tendencia mucho mayor a aprender socialmente, mientras que los chimpancés están más centrados en sí mismos. Sin embargo, eso no significa que no puedan hacerlo en absoluto”. La investigación se publicó en la revista Nature Human Behaviour.

Una caja de rompecabezas muy difícil

Para el estudio, los científicos utilizaron una caja rompecabezas muy difícil. La caja contenía cacahuetes. Los chimpancés podían ver y oler los cacahuetes, pero no obtenerlos. Como preparación, los científicos habían escondido un montón de bolas de madera en el entorno. Para resolver el rompecabezas, los animales tenían que encontrar primero una bola de madera y llevarla hasta la caja. Una vez llegados a la caja rompecabezas, los chimpancés tenían que sostener un tobogán y empujar la bola de madera por un agujero de la caja. Como recompensa, los chimpancés acababan recibiendo un puñado de cacahuetes. Finalmente, los científicos repitieron el mismo experimento con otro grupo para verificarlo.

En ambos grupos, ninguno de los chimpancés consiguió resolver el rompecabezas por sí solo. Van Leeuwen explica: “Hicieron todo tipo de cosas para conseguir los cacahuetes. Intentaron abrir el candado que había en la tapa de la caja y utilizaron las pelotas para golpear y lanzar sobre la caja. Pero ninguno de los animales consiguió averiguar la solución”. Puede sonar extraño, pero de eso se trataba exactamente. Pues había llegado el momento del siguiente paso: elegir y entrenar a una hembra razonablemente alta e inteligente de cada grupo. Van Leeuwen dice: “No se puede elegir un animal al azar. Tiene que ser un animal que se atreva a resolver el rompecabezas del grupo y que además pueda comer la comida”. 

Para este entrenamiento personal, la caja del puzzle se colocó temporalmente fuera del grupo. A continuación, las dos hembras (una de cada grupo) aprendieron de los investigadores a obtener los cacahuetes fuera de sus grupos. Una vez que las hembras aprendieron a obtener la comida, se les devolvió la caja. Al cabo de dos meses, los investigadores observaron una gran diferencia: de 66 chimpancés, 14 eran capaces de resolver el rompecabezas de la caja. Una investigación posterior demostró que esos 14 chimpancés habían visto a un congénere resolver el rompecabezas al menos nueve veces.

Aprendizaje social entre los chimpancés

Los resultados del estudio son significativos porque aportan pruebas fehacientes de que, efectivamente, los chimpancés pueden adquirir habilidades nuevas y complejas mediante el aprendizaje social. El aprendizaje social es importante porque esta forma se considera uno de los requisitos previos de la evolución cultural acumulativa (ECC). La ECC describe el proceso por el que el conocimiento puede transmitirse de generación en generación, lo que permite acumular tanta información a lo largo del tiempo que puede surgir una nueva tecnología. La ECC es, por tanto, una de las posibles explicaciones de la complejidad y diversidad de las culturas humanas. En definitiva, puede significar que la cultura de los chimpancés es mucho más parecida a la nuestra de lo que se pensaba.

Sin embargo, a pesar de los convincentes resultados, van Leeuwen cree que aún es demasiado pronto para sacar conclusiones más amplias. Y concluye: “Creo que este estudio es una valiosa aportación a la ciencia actual sobre la evolución de la cultura, pero, por supuesto, es solo un estudio. Sospecho que la causa principal de las diferencias en las expresiones culturales entre humanos y chimpancés quizá haya que buscarla en otro ámbito”.

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