¿Quieres saber cómo están las abejas en una colmena? Solo necesitas golpear, según los científicos

Los apicultores han utilizado esta técnica de manera informal durante mucho tiempo, pero ahora ha sido validada científicamente. Este método de golpear la colmena para evaluar la salud de las abejas ofrece una forma no invasiva y amigable de monitorear el estado de las colonias sin necesidad de abrir las colmenas.

Los científicos han desarrollado una innovadora técnica para evaluar el estado de una colonia de abejas: simplemente golpeando la colmena, se puede obtener información vital sobre su salud y actividad. Este método ofrece una ventana para comprender el bienestar de las abejas y tomar medidas preventivas.

Algunos apicultores llevaban tiempo utilizando esta técnica, pero ahora es realmente oficial: con golpear una vez en la colmena, se puede escuchar cómo está la colonia de abejas. Una colonia de abejas sana (y viva) responderá a esto haciendo vibrar brevemente sus alas, provocando un zumbido. 

El investigador Martin Bencsik participó en el estudio. Explica: “Algunos apicultores golpean sus colmenas con la mano durante los meses de invierno. Al escuchar un zumbido, pueden determinar si sus abejas siguen sanas. En invierno, una colonia de abejas es, en este sentido, como un oso durante la hibernación: es muy difícil determinar si el animal sigue vivo o no. Una pequeña señal puede ayudar a determinar si las abejas siguen bien”. La investigación se publicó en la revista Scientific Reports.

Abejas zumbando en la colmena

Para el estudio, se dotó a cada colmena de su propio equipo tecnológico. En primer lugar, en el corazón de la colmena había un acelerómetro. Este medidor se ajustó con gran sensibilidad, lo que permitió captar incluso las vibraciones más sutiles de la colonia de abejas. En el exterior de la colmena se fijó un vibrador electromagnético, encargado de simular los “golpes” de la colmena. El acelerómetro y el vibrador se controlaban mediante una tarjeta de sonido situada fuera de la colmena. La conexión de esta tarjeta de sonido a un ordenador permitió recopilar miles de horas de datos para su análisis.

Este análisis demostró que la respuesta de las abejas a la señal de vibración depende de la estación del año en que nos encontremos. Bencsik explica: “En los meses de invierno, las abejas necesitan descansar mucho. En cambio, en los meses de verano están muy activas”. 

Según el estudio, las abejas activas apenas reaccionan a la señal vibratoria en los meses de verano, ya que están muy ocupadas recolectando néctar y produciendo miel. En los meses de invierno, ocurre lo contrario; entonces las abejas responden con mucha fuerza a la señal vibratoria, puesto que tienen que permanecer encerradas todo lo posible a causa del frío. Aquí hay una excepción: una colonia de abejas puede hacer mucho ruido durante los meses de verano. Según los científicos, esto es señal de que las abejas no van bien. Y no solo eso: es incluso muy probable que la colonia de abejas se esté desintegrando lentamente. Según el estudio, las abejas apenas recogen néctar durante este proceso, y en su lugar tienden a permanecer pasivas en la colmena.

El llamado arco reflejo en las las abejas

Los resultados del estudio son significativos porque ahora los apicultores pueden cuidar de sus abejas de una manera más amable. Antes, los apicultores tenían que abrir las colmenas en invierno para comprobar si las abejas seguían vivas. El gran peligro de esto es que abrir una colmena durante los meses de invierno puede ser muy perjudicial para la colonia. Así que, gracias a esta (nueva) técnica, es posible comprobar el estado de una colonia de abejas de una forma más amigable. Sin embargo, la investigación también condujo a otra revelación: la reacción de zumbido de las abejas, según el científico, se asemeja mucho a un arco reflejo a gran escala. Un arco reflejo implica un estímulo externo que puede evocar respuestas involuntarias. Pensemos, por ejemplo, en coger a un gato por la piel del cuello, lo que provoca que los músculos del felino se “paralicen”, por así decirlo, y que el propio gato se comporte de forma enfurruñada. Por ahora, estos arcos reflejos se dan sobre todo en vertebrados. La reacción de zumbido de las colonias de abejas es, por tanto, muy especial, ya que se trata del primer caso en que los invertebrados parecen mostrar la misma reacción.

Según Bencsik, se trata, por tanto, de una buena noticia: “Gracias a nuestra investigación, en la que hemos descubierto esta reacción, los apicultores podrán controlar mejor a sus abejas. A partir de nuestras mediciones, pudimos ver claramente lo activas que estaban las abejas. Esto es importante porque puede indicar a los apicultores el estado de salud de sus abejas. Creemos que incluso se puede saber si una colonia crece o decrece lentamente, en función de la intensidad del zumbido. En el futuro, esperamos desarrollar un dispositivo que permita a los apicultores ver al instante cómo están sus abejas. Así podrán gestionar mejor sus colmenas”.

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