¿Por qué los abuelos son más propensos a ser víctimas de estafa? Un estudio revela las razones

El juego de azar diseñado para el estudio reveló diferencias generacionales en la adaptación de estrategias. Mientras que los jóvenes veinteañeros cambiaron rápidamente su enfoque al darse cuenta de que algo no estaba bien con las caras consideradas confiables, los ancianos continuaron confiando en estas caras durante más tiempo, incluso cuando las evidencias sugerían lo contrario. Esto destaca cómo las diferencias en la percepción del riesgo y la adaptabilidad pueden influir en la susceptibilidad a las estafas en diferentes grupos de edad.

Los científicos han descubierto por qué las personas mayores son más propensas a ser estafadas que las generaciones más jóvenes. La respuesta: se apoyan mucho en su primera impresión, lo que en última instancia les convierte en presas más fáciles para los estafadores.

Por desgracia, lo sabemos desde hace tiempo: las personas mayores son más fáciles de timar que las generaciones más jóvenes. Por ejemplo, los mayores estadounidenses pierden en total más de 27 000 millones de dólares por estafas. Una nueva investigación demuestra que las personas mayores se apoyan mucho más en su primera impresión, confiando en caras amables durante mucho más tiempo del que les conviene. 

La científica Marilyn Horta ha colaborado en el estudio. Y añade: “A menudo decidimos en una fracción de segundo en quién confiamos y en quién no. Sin embargo, esta no es una buena forma de tomar decisiones a largo plazo. Las personas mayores, en particular, necesitan prestar más atención al comportamiento de alguien, en lugar de fiarse tanto de las primeras impresiones”. El estudio se publicó en la revista Scientific Reports.

Un experimento con un juego de azar

Para el estudio, los científicos idearon un sencillo juego de adivinanzas que probaron principalmente con dos grupos de edad: ancianos de entre 70 y 75 años y jóvenes veinteañeros. El objetivo del juego era ganar el máximo dinero posible eligiendo las cartas correctas. Estas cartas estaban formadas por imágenes de diferentes personas. Algunos rostros se etiquetaron como dignos de confianza, mientras que otros se consideraron poco fiables. El gran giro del “juego de adivinanzas” fue que los resultados acabaron no siendo tan aleatorios: las caras de confianza solían tener cartas malas, mientras que las caras poco fiables a menudo ofrecían cartas que podían llevar a ganar.

Al principio, la mayoría de los participantes elegían sobre todo las cartas que ofrecían las imágenes de las caras de confianza. El estudio muestra que los veinteañeros cambiaron rápidamente de estrategia en cuanto se dieron cuenta de que algo pasaba con las caras fiables, tras lo cual eligieron cada vez más las cartas ofrecidas por las caras poco fiables. Las personas mayores, sin embargo, se quedaron con las caras fiables durante mucho más tiempo y solo eligieron las caras no fiables al final. Como resultado, las personas mayores obtuvieron una puntuación mucho más baja que los veinteañeros.

Los resultados del estudio son importantes porque pueden ayudar a proteger mejor a las personas mayores de las estafas. Natalie Ebner, coinvestigadora y miembro del equipo, explica: “Muchas personas mayores son estafadas por sus familiares. Esta investigación demuestra que las personas mayores suelen pasar por alto los cambios de comportamiento, por ejemplo, en el momento en que estos conocidos empiezan a comportarse de forma poco fiable. Esto se debe a que no se adaptan mentalmente lo suficiente como para poder reconocerlo”. Por eso, Ebner concluye con una advertencia: “la gran ventaja que tienen las personas mayores es que han adquirido mucha experiencia vital. Sin embargo, pueden surgir situaciones en las que sean precisamente estas experiencias vitales las que nos lleven a equivocarnos y a tomar una decisión peligrosa. Por lo tanto, mantente siempre en guardia, aunque creas que puedes confiar en alguien”.

Evita ser víctima de una estafa

Para evitar ser estafado, es crucial mantenerse informado sobre las estafas comunes y aprender a identificar las señales de alerta. Si algo parece demasiado bueno para ser verdad, es probable que lo sea, así que mantén un escepticismo saludable ante promesas de ganancias rápidas o productos milagrosos. Antes de proporcionar información personal o financiera, verifica la identidad de la persona o empresa con la que estás tratando y no tengas miedo de hacer preguntas. Además, tómate tu tiempo para investigar y considerar todas las opciones antes de tomar decisiones impulsivas bajo presión. Es importante mantener abiertas las líneas de comunicación con amigos y familiares para discutir cualquier situación sospechosa. Además, revisa regularmente tus cuentas bancarias y estados financieros en busca de actividad inusual o no autorizada, y ten cuidado al compartir información personal en línea o por teléfono. Mantente al tanto de las nuevas tácticas y métodos utilizados por los estafadores y confía en tu instinto: si algo te parece sospechoso, busca más información antes de proceder.
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