Descubren el agujero negro más brillante y hambriento jamás visto

Un detalle intrigante sobre el agujero negro en el cuásar J0529-4351 es su increíble capacidad para consumir materia a una velocidad récord. Este agujero negro supermasivo tiene una masa equivalente a 17 mil millones de soles y devora materia a un ritmo que equivale a la cantidad de materia de un sol cada día.

Los astrónomos han descubierto una galaxia lejana con un núcleo extremadamente brillante. Se trata del objeto más brillante jamás observado. La fuente de la brillante radiación es un agujero negro supermasivo que devora materia a una velocidad récord.

Los astrónomos descubrieron la galaxia, denominada J0529-4351, en 1980. Pero tuvieron que pasar más de 40 años para que los astrónomos se dieran cuenta de que ese punto brillante en el cielo es un cuásar: una galaxia con un agujero negro supermasivo en su centro, rodeado de materia que emite una luz extremadamente brillante. “Se trata del objeto más brillante del universo observable”, afirma Christian Wolf, astrónomo de la Universidad Nacional de Australia, que dirigió la investigación.

J0529-4351 es tan brillante que los programas informáticos de las observaciones del cielo en busca de nuevos cuásares pensaban que se trataba de una estrella cercana. El año pasado, al analizar las imágenes de un telescopio australiano, los astrónomos descubrieron que J0529-4351 es un cuásar situado a 12 000 millones de años luz. Incluso en términos astronómicos, eso no está exactamente a la vuelta de la esquina. Que podamos observar este objeto con tanta claridad en la Tierra significa que emite una luz extremadamente brillante.

El cuásar más codicioso

El brillo de un cuásar se debe a un agujero negro supermasivo rodeado por un gran disco de polvo y gas que es absorbido gradualmente por el agujero. El material del disco está tan caliente que emite luz visible y otras radiaciones. Los cuásares se encuentran entre los objetos más brillantes del cielo. Esto los hace observables desde la Tierra, aunque la galaxia de la que forman parte se encuentre a miles de millones de años luz.

Los cuásares se encuentran entre los objetos más extremos del universo. Y J0529-4351 es el más extremo hasta la fecha. La fuerza motriz de este cuásar es un agujero negro con una masa de 17 000 millones de soles. Cada día, este agujero negro consume la cantidad de materia de un sol. Esta glotonería lo convierte en el agujero negro de crecimiento más rápido observado hasta ahora.

Es extremadamente brillante

La materia que desaparece al agitarse en este agujero negro supermasivo forma un disco incandescente que brilla más de 500 billones de veces más que el Sol. Ese disco caliente tiene un diámetro de siete años luz, unas 15 000 veces la distancia del Sol al planeta Neptuno. Esto lo convierte quizá en el disco más grande del universo.

No es casualidad que el cuásar más brillante sea también el más glotón. Observaciones anteriores ya habían demostrado que los cuásares de crecimiento más rápido son también los más brillantes. Al parecer, la búsqueda de materia va acompañada de la emisión de mucha luz y radiación.

“Aparte de batir récords de cuásares, estos objetos también pueden decir algo a los astrónomos sobre cómo se formaron los agujeros negros supermasivos y las galaxias que los rodean en el universo primitivo. Pero ese conocimiento no es el principal motor de Wolf. Simplemente, disfruto con ello”, afirma en el comunicado de prensa del Observatorio Europeo Austral (ESO) en cuestión. “Durante unos minutos al día, me siento como un niño buscando tesoros de nuevo, y ahora puedo aportar todo lo que he aprendido desde entonces”.

¿Qué son los cuásares?

Los cuásares, abreviatura de “fuentes cuasi-estelares”, son los objetos más brillantes y energéticos del universo conocido. Se ubican en los núcleos de galaxias distantes y emiten radiación en una amplia gama de longitudes de onda, desde ondas de radio hasta rayos gamma. Se cree que la energía proviene de la acreción de material circundante en agujeros negros supermasivos, cuyas masas pueden ser miles de millones de veces la del Sol. Esta acreción genera enormes cantidades de energía, que se manifiestan como intensos chorros de partículas y radiación. Los cuásares son objetos fundamentales para comprender la evolución galáctica y la física de los agujeros negros, ya que su estudio proporciona información sobre la historia temprana del universo y los procesos extremos que ocurren en sus regiones más activas. Además, los cuásares son indicadores útiles de la densidad y distribución de materia en el universo lejano, lo que los convierte en herramientas valiosas para la cosmología.
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