Científicos desarrollan nueva vacuna contra el colesterol alto, es mucho más económica

La vacuna contra el colesterol se basa en la astucia de disfrazar una cáscara vacía de virus para enseñar al cuerpo a reducir el colesterol. ¡Ciencia creativa en acción!

Investigadores han logrado un avance significativo al desarrollar una innovadora vacuna capaz de reducir los niveles de colesterol hasta en un 30 %. Lo notable de este logro es su asequibilidad, destacándose como una alternativa considerablemente más económica en comparación con otros fármacos disponibles.

Actualmente, ya existen fármacos que pueden ayudar contra el colesterol alto, como los inhibidores de la PCSK9. Estos inhibidores se centran en la proteína PCSK9, que fabrica el hígado e impulsa considerablemente la producción de colesterol. Los inhibidores reducen los niveles de colesterol en un 60 %, lo que los hace muy eficaces. Por desgracia, también son muy caros. Razón suficiente para que los científicos empezaran a buscar un medicamento que funcione más o menos igual que los inhibidores, pero que al mismo tiempo sea también mucho más barato. 

El científico Bryce Chackerian de la Universidad de Nuevo México participó en la investigación. Nos revela: “Queríamos desarrollar una nueva vía que fuera menos costosa que los inhibidores y que pudiera utilizarse más ampliamente. No solo en Estados Unidos, sino también en zonas donde la gente no tiene recursos para pagar terapias muy caras”. El estudio se publicó en la revista NPJ Vaccines.

Una cáscara vacía

La respuesta resultó ser una vacuna, en la que una cáscara vacía de un virus se decora con proteínas PCSK9 en el exterior. “La vacuna se basa en una partícula vírica no infecciosa”, explica Chackerian. “Es solo la cáscara de un virus, y ahora resulta que podemos utilizar dicha cáscara para desarrollar vacunas contra todo tipo de cosas diferentes”. 

En el momento en que una partícula de virus tan inofensiva entra en el torrente sanguíneo, el organismo reconoce que ha entrado un intruso. El sistema inmunitario busca entonces una “llave” con la que “desactivar” la partícula vírica. El truco aquí es que el denominado “candado” en el exterior de la partícula vírica es, por tanto, la proteína PCSK9. Con el tiempo, esto hará que el sistema inmunitario elimine la PCSK9 del torrente sanguíneo por sí solo. De este modo, la vacuna puede reducir los niveles de colesterol en un 30 %. No es tanto como la reducción del 60 % que consiguen los inhibidores, pero sí lo bastante sustancial como para que pueda suponer una gran diferencia para muchos pacientes.

Los científicos están orgullosos de su descubrimiento porque el menor precio de la vacuna significa que más personas podrán utilizar el medicamento. “Creemos que esta vacuna puede tener un impacto global”, afirma Chackerian. “No solo en Estados Unidos, sino también en lugares donde las enfermedades cardiovasculares son un problema importante”. Sin embargo, aún falta algún tiempo para la introducción oficial de la vacuna. Por ahora, por ejemplo, los investigadores solo han probado la vacuna en monos y ratones. El siguiente paso del proceso consiste en trabajar con seres humanos. Este paso llevará mucho tiempo, por lo que la introducción oficial de la vacuna aún está en el futuro por ahora. Así, concluye Chackerian, “esperamos tener la vacuna en humanos dentro de 10 años”.

Más información sobre las proteínas PCSK9

Las proteínas PCSK9, o proproteína convertasa subtilisina/kexina tipo 9, desempeñan un papel crucial en el complejo proceso de regulación del metabolismo del colesterol en el organismo. Principalmente producidas en el hígado, estas proteínas están intrincadamente involucradas en la modulación de los niveles de colesterol en la sangre.

La función primordial de las PCSK9 radica en su capacidad para degradar los receptores de LDL (lipoproteínas de baja densidad), comúnmente conocido como “colesterol malo”. Estos receptores son esenciales, ya que se encargan de eliminar el colesterol LDL del torrente sanguíneo, evitando así su acumulación perjudicial en las arterias. Sin embargo, cuando las proteínas PCSK9 están presentes en exceso, se unen a los receptores de LDL, marcándolos para la degradación en lugar de permitirles reciclar el colesterol.
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