Estas hormigas reconocen heridas infectadas y las tratan con antibióticos

Las hormigas Matabele no solo son guerreras en la caza de termitas, sino también médicos, tratando heridas con sus propios antibióticos naturales. Este comportamiento único destaca su sorprendente capacidad para reconocer y combatir infecciones, algo inusual en el reino animal.

La especie de hormiga Megaponera Analis tiene una dieta muy restringida: solo comen termitas. Esto significa que siempre tienen que cazar y luchar con soldados de termitas para comer, lo que a menudo les provoca heridas. Ahora, una nueva investigación demuestra que estas hormigas han desarrollado una forma de tratar con antibióticos las heridas inflamadas de otras hormigas.

Esta especie de hormiga es tan belicosa que popularmente recibe el nombre de Matabele: una antigua tribu africana que se hizo un nombre conquistando varias tribus. Pues bien, ahora una nueva investigación demuestra que las hormigas Matabele pueden reconocer y tratar infecciones. Este tratamiento funciona muy bien: más del 90 % de las hormigas tratadas sobreviven a la infección. 

El científico Erik Frank, que forma parte del equipo que colaboró en el estudio. Revela: “Aparte de los humanos, no conozco ningún otro ser vivo que pueda llevar a cabo tratamientos médicos tan sofisticados”. La investigación se ha publicado en la revista Nature Communications.

La medicina de las hormigas

Para el estudio, los científicos examinaron las secreciones antibióticas producidas por las propias hormigas. Así se comprobó que contienen un total de 112 compuestos diferentes y que la mitad de ellos tienen efecto antimicrobiano. Las hormigas pueden reconocer estas infecciones. Así, explica Frank: “Los análisis químicos realizados en colaboración con mi colega investigador, Thomas Schmitt, han demostrado que el perfil de hidrocarburos de la cutícula de las hormigas puede cambiar en respuesta a la infección de una herida”. 

En términos más sencillos, esto significa que el exterior de una hormiga (la cutícula) sufre un cambio químico en el momento en que una hormiga tiene una infección. Se trata de un cambio que las hormigas pueden detectar, tras lo cual producen un antibiótico con una glándula de su espalda y lo untan en la herida. Esto crea una especie de “capa” sobre la herida, combatiendo así la infección y evitando que se desarrollen nuevas infecciones.

Los resultados son significativos porque para las hormigas la mayor fuente de infección es el patógeno Pseudomonas aeruginosa. Se trata de un patógeno que también puede ser muy desagradable para los humanos. Sin embargo, ya existen diversas variantes del patógeno que se han hecho resistentes a los antibióticos actuales. Por ello, los investigadores quieren estudiar el fármaco de las hormigas y traducirlo en una variante que también pueda ser útil para los humanos. Para investigaciones posteriores, los científicos quieren estudiar más especies de hormigas. La cuestión clave aquí es sobre todo si las hormigas Matabele son las únicas que hacen de médicos, o si hay más especies de hormigas que también tratan las heridas con sus propios antibióticos.

Hormigas de la miel

Por cierto, no es la primera vez que se establece un vínculo entre las hormigas y los antibióticos. Por ejemplo, investigaciones anteriores han demostrado que las hormigas melíferas producen un tipo de miel de hormiga que también puede actuar como antibiótico. Los pueblos indígenas llevan miles de años utilizando esta miel como medicina natural.

Más información sobre las hormigas Matabele

Las hormigas Matabele, científicamente conocidas como “Megaponera analis”, son una especie fascinante originaria de África tropical. Estas criaturas se destacan por su estrategia de caza en grupo, formando columnas organizadas durante incursiones para buscar termitas. Este comportamiento exhibe un alto nivel de inteligencia colectiva. En sus incursiones, algunas hormigas pueden resultar heridas por termitas defensoras, pero la colonia ha desarrollado un sistema de rescate único. Las compañeras regresan al nido con las hormigas heridas, y otras obreras las cuidan, demostrando un comportamiento altruista que fortalece la cohesión del grupo. La estructura social de las Matabele incluye una reina central y obreras que desempeñan roles variados, desde la caza hasta el cuidado de la prole y la defensa del nido. Además de su fascinante comportamiento, estas hormigas también tienen importancia ecológica al contribuir al control de poblaciones de termitas en los ecosistemas tropicales. En resumen, las hormigas Matabele ofrecen una visión única de la naturaleza, destacando la complejidad y la interconexión de la vida en el reino animal.
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