La verdad sobre estar solo: no es lo mismo que sentirse solo

Una investigación revela que estar solo y la soledad son fenómenos distintos. Aunque la soledad puede ser perjudicial para la salud, estar solo no siempre la provoca. Según un estudio con la aplicación EAR, solo aquellos que pasan más del 75 % del tiempo solos experimentan mayor soledad.

En realidad, se trata de dos fenómenos completamente distintos que no tienen nada que ver. Aunque en un mundo constantemente conectado, la fina línea entre la soledad y la autenticidad de estar solo se vuelve difusa.

En un mundo en el que estamos constantemente conectados y comunicados, a veces resulta difícil distinguir entre estar solo y la soledad. Por ejemplo, uno puede sentirse completamente a gusto cuando está solo porque sigue en contacto con los demás a través de su smartphone. Al mismo tiempo, también puede estar rodeado de otras personas y seguir experimentando profundos sentimientos de aislamiento y soledad. A pesar de la suposición de que estar solo y la soledad están relacionados, investigaciones recientes demuestran que estas dos experiencias son en realidad significativamente diferentes.

Aumenta la soledad

Desde hace algún tiempo, la soledad es un problema creciente en la sociedad de todo el mundo. En Estados Unidos, por ejemplo, unos 42,6 millones de adultos mayores de 45 años padecen soledad crónica. Y eso es preocupante. Las investigaciones demuestran que la soledad puede ser perjudicial para la salud, ya que aumenta el riesgo de padecer problemas de salud graves, como infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares. En algunos casos, la soledad puede ser incluso mortal.

En resumen, en esencia, la soledad puede provocar numerosos efectos adversos. Pero, ¿cuándo se puede considerar realmente que uno está solo? “Queríamos encontrar una buena forma de medir cuánto tiempo pasa la gente sola”, dice el investigador Matthias Mehl. “Por eso iniciamos este estudio”.

Para responder a la pregunta anterior, los investigadores de un nuevo estudio desarrollaron un método para examinar el comportamiento social de las personas en su vida cotidiana. Utilizaron una aplicación para smartphone llamada Grabadora Activada Electrónicamente (EAR, por sus siglas en inglés) que, con el consentimiento de los participantes, realiza grabaciones de sonido de 30 segundos cada 12 minutos. “EAR es una herramienta útil para estudiar el comportamiento social en la vida cotidiana”, explica el investigador David Sbarra. En este estudio concreto, los investigadores utilizaron el EAR para trazar un mapa del tiempo que las personas pasaban solas.

Diferencia entre estar solo y la soledad

El estudio conduce a un descubrimiento sorprendente. “Parece que estar solo y la soledad son fenómenos relacionados, pero diferentes”, afirma Sbarra. En general, los participantes en el estudio pasaban el 66 % de su tiempo solos. Pero, sorprendentemente, solo los que pasaban más del 75 % de su tiempo solos se sentían más solos. Esto sugiere que solo a partir de ese umbral resulta más difícil evitar los sentimientos de soledad. Al analizar los resultados de todo el grupo de participantes, solo había un 3 % de coincidencia entre el tiempo que pasaban solos y sus sentimientos de soledad.

En resumen, para la mayoría de la gente, estar solo no significa necesariamente sentirse solo. Las personas solo empiezan a sentirse solas cuando pasan tres cuartas partes de su tiempo solas. “Especialmente en los más jóvenes, estar solo y la soledad son claramente dos cosas distintas”, argumenta Mehl. “Puede que se sientan solos entre una multitud, o puede que no se sientan solos cuando están solos”.

En el caso de las personas mayores, la situación es distinta. Para ellos, estar solo y la soledad sí tienen una fuerte correlación. Esta fuerte correlación se detectó entre los adultos mayores de 67 años. Se encontró un solapamiento de alrededor del 25 % entre estar solo y la soledad. ¿Por qué? Es bien sabido que tener interacciones sociales y pasar tiempo con otras personas es crucial para reducir el sentimiento de soledad. “Pero la red social de las personas se reduce a medida que envejecen”, explica Sbarra. “Así que para muchas personas mayores, la oportunidad de pasar tiempo con otros disminuye”.

Aplicación SocialBit

Aunque la EAR ofrece muchas ventajas, para los investigadores es un método que consume mucho tiempo a la hora de analizar medidas de comportamiento social. Para evitar la codificación manual de horas de archivos de audio y hacer más eficaz la medición de la soledad, Mehl trabaja actualmente con un equipo en el desarrollo de SocialBit. Esta aplicación se ejecuta en un reloj inteligente y guarda similitudes con los rastreadores de fitness disponibles en el mercado. “Al igual que los rastreadores de fitness, que miden la actividad física registrando el número de pasos diarios, SocialBit medirá la actividad social registrando el número de minutos de conversación al día”, explica Mehl.

Se espera que esta nueva aplicación salga al mercado en los próximos años. En principio, los investigadores están desarrollando la aplicación para pacientes que se recuperan de un ictus, ya que el aislamiento social después de un ictus es un problema importante. “Para mejorar la conexión social, es esencial tomar primero medidas precisas”, señala Mehl. “Herramientas como SocialBit pueden hacer saber a la gente: ‘Has pasado demasiado tiempo solo. Es hora de conectar con los demás’”.

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