La píldora anticonceptiva aumenta la ansiedad en mujeres, según este reciente estudio

La investigación revela que el uso de la píldora anticonceptiva puede afectar el cerebro de las mujeres, volviéndolas más ansiosas. Se encontró que la píldora altera la regulación de las emociones en la región cerebral que controla la ansiedad. Aunque estos efectos parecen ser reversibles cuando se deja de tomar la píldora, este estudio destaca la importancia de comprender mejor los efectos a corto y largo plazo de la píldora en el cerebro de las mujeres.

La píldora anticonceptiva sigue siendo, con diferencia, la forma más popular de prevenir el embarazo. Más de 150 millones de mujeres la utilizan en todo el mundo. Sin embargo, no parece estar totalmente exenta de efectos secundarios: según una nueva investigación, las mujeres pueden volverse más ansiosas al usar la píldora.

Los investigadores de Canadá analizaron el efecto de la conocida píldora anticonceptiva combinada, que consiste en estrógeno y progesterona, en la región cerebral que regula la ansiedad, entre otras cosas. Y descubrieron algo notable: las mujeres sanas que tomaban la píldora combinada tenían el córtex prefrontal ventromedial más delgado que los hombres. “Esta parte del córtex prefrontal se encarga de regular las emociones, como reducir las señales de ansiedad en una situación segura”, explica la investigadora Alexandra Brouillard, de la Universidad de Quebec. “Así que nuestros resultados parecen mostrar un mecanismo por el que la píldora anticonceptiva altera la regulación de las emociones en las mujeres”. Como consecuencia, pueden sentirse más ansiosas que si no tomaran la píldora.

Regulación alterada de las emociones

Para demostrarlo, los investigadores pidieron a mujeres que actualmente toman la píldora, a mujeres que solían tomarla, a mujeres que nunca habían tomado ningún tipo de anticonceptivo hormonal y a hombres que participaran en el estudio. Comparando estos grupos, se puede averiguar si los cambios en el cerebro son reversibles y cuánto duran. También se analizó la diferencia entre sexos, ya que se sabe que las mujeres presentan síntomas de ansiedad y estrés con más frecuencia que los hombres.

“Como observamos un menor grosor cortical del córtex prefrontal ventromedial en las usuarias de píldoras anticonceptivas en comparación con los hombres, nuestros resultados muestran que la píldora puede ser un factor de riesgo de alteración de la regulación de las emociones durante su uso”, explica Brouillard. Sin embargo, el impacto del uso de la píldora parece ser reversible: cuando las mujeres dejan de tomarla, el efecto en el cerebro también desaparece. De hecho, en las mujeres que utilizaban la píldora antes, no se observó ningún cambio en las regiones cerebrales afectadas.

Pero para las mujeres que ahora presentan síntomas de ansiedad, tomar la píldora podría ser una explicación. Esto proporciona una prueba más de que el uso de la píldora también puede tener efectos psicológicos, algo que durante mucho tiempo se descartó como una tontería. “Cuando se receta la píldora a niñas y mujeres, se les informa de todo tipo de efectos secundarios físicos, como que las hormonas detienen el ciclo menstrual e impiden la ovulación”, dice Brouillard.

“Pero rara vez se habla de los efectos de las hormonas sexuales en el desarrollo del cerebro, que continúa en la edad adulta temprana. Dado que el uso de la píldora está tan extendido, es importante comprender mejor sus efectos a corto y largo plazo sobre la anatomía del cerebro y la regulación de las emociones”, opina la investigadora.

Efectos en las jóvenes consumidoras

Y aún queda mucho por aprender en este campo. Por ejemplo, Brouillard está investigando ahora el impacto de la edad y la duración del uso de la píldora para conocer mejor sus efectos a largo plazo. Dado que muchas adolescentes empiezan a tomar la píldora en un periodo importante de su desarrollo cerebral, la edad también puede influir en la reversibilidad de los efectos.

Eso sí, los investigadores mantienen una gran cautela: no se ha demostrado ninguna relación causal entre la píldora y los cambios cerebrales. Además, debemos ser cautos a la hora de sacar conclusiones demasiado abultadas sobre los efectos en la salud mental de las usuarias de la píldora.

El objetivo del estudio no es desalentar el consumo de píldoras. “Pero debemos ser conscientes de que la píldora puede tener efectos en el cerebro. Nuestro objetivo es despertar el interés científico por la salud de la mujer y concienciar sobre la prescripción de píldoras en mujeres jóvenes y su impacto en el desarrollo de su cerebro, un tema sobre el que aún se sabe poco”, concluye Brouillard.

Efectos secundarios de la píldora

Poco a poco se va sabiendo más sobre los efectos secundarios de la píldora. Por ejemplo, las probabilidades de cáncer de mama, infartos de miocardio y accidentes cerebrovasculares aumentan ligeramente, y que las probabilidades de trombosis son incluso cuatro veces mayores si se toma la píldora. Esas probabilidades aumentan especialmente en las mujeres mayores de 40 años. Pero también hay síntomas más leves, como náuseas, dolores de cabeza y cambios de humor, que padecen las mujeres más jóvenes. En consecuencia, el uso de la píldora lleva años disminuyendo. En 2014, más del 38 % de las mujeres seguían usando la píldora; en 2020, solo el 32 %, según cifras de la CBS. Para evitar muchos efectos secundarios, la cantidad de hormonas podría reducirse hasta en un 92 %, según los investigadores. En ese caso, la píldora seguiría siendo eficaz.
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