Encuentran Argolandia: un continente perdido de proporciones épicas

Se ha descubierto Argolandia, un antiguo continente perdido en el fondo del Océano Índico. Este continente, que alguna vez fue del tamaño de Estados Unidos, se desplazó lentamente hacia el sudeste asiático antes de desaparecer. Los geólogos han encontrado rastros de este continente en forma de "megaunidades" tectónicas dispersas en el fondo oceánico y en pequeñas islas. Este hallazgo se suma a otros continentes perdidos como Zeelandia y la Gran Adria, y proporciona información valiosa sobre la evolución de la Tierra y la tectónica de placas.

Puede que el reino insular de la Atlántida sea un mito que algunos siguen buscando, pero también existe otra tierra hundida. Y ya ha sido descubierta. Te presentamos Argolandia.

Puede que no sea tan famosa ni espectacular como la Atlántida, pero, por otro lado, existe de verdad. En el fondo del Océano Índico se han descubierto los restos destrozados de una masa continental que en su día tuvo el tamaño de Estados Unidos. Al parecer, este continente de 155 millones de años de antigüedad se encuentra frente a las costas del sudeste asiático. “Encontrar Argolandia fue todo un reto”, escriben los geólogos en su artículo. “Nos llevó siete años resolver el rompecabezas”.

Agujero dejado atrás: muchas islas pequeñas

A finales del Jurásico, cuando Brachiosaurus y Stegosaurus dominaban la Tierra, Argolandia fue probablemente arrancada de Australia. Durante miles de años, el trozo de tierra se desplazó lentamente hacia el sudeste asiático, hasta desaparecer por completo. Siempre se ha sospechado que el continente debió de existir porque dejó un agujero, ahora llamado llanura abisal de Argo, a una profundidad al noroeste de Australia. Pero adónde había ido a parar la tierra era un misterio hasta ahora.

“Si los continentes pudieran desaparecer completamente en el manto terrestre sin dejar rastro en la superficie de la Tierra, entonces no tendríamos ni idea de cómo era la Tierra en el pasado”, afirman los investigadores.

Pero, afortunadamente, no fue así. Por fin se observaron restos rocosos en el lecho marino. Los geólogos consiguieron detectar rastros de la masa terrestre perdida en forma de “megaunidades” tectónicas dispersas por el fondo oceánico y formando parte de pequeñas islas.

Partes del continente, que llegó a tener casi 5000 kilómetros de extensión, estaban “ocultas bajo la selva de grandes zonas de Indonesia y Myanmar”, afirman los investigadores. Con estos restos, los geólogos pudieron trazar un mapa exacto de cómo Argolandia se fue hundiendo poco a poco. Después lo reconstruyeron en un vídeo (ver más abajo). Parece que Argolandia se desintegró en un archipiélago a finales del Triásico. Partes de ella desaparecieron más tarde en el mar.

Zeelandia y la Gran Adria

No es el primer continente perdido que encontró su fin de esta forma. También existe Zeelandia, una masa de tierra sumergida cerca de Australia, de la que solo Nueva Zelanda y Nueva Caledonia sobresalen del agua. Y también existe la Gran Adria, un continente que una vez estuvo en el Mediterráneo. Apulia, el talón de Italia, es uno de sus últimos vestigios. Se separó del norte de África hace unos 240 millones de años.

Rastrear continentes perdidos no es solo un pasatiempo divertido (aunque, por supuesto, es una aventura). Investigar el origen y la desintegración de los continentes es “vital para nuestro conocimiento de procesos como la evolución de la biodiversidad y el clima o para encontrar materias primas”, argumentan los investigadores. “Y a un nivel más fundamental, es interesante porque nos permite entender mejor cómo se formaron las montañas o cómo funcionan las fuerzas motrices de la tectónica de placas”.

Continentes desaparecidos

La desaparición de continentes, por cierto, no tiene nada de especial. De hecho, así es como funciona la tectónica de placas: en algún lugar, un trozo de continente se desprende. Ese trozo flota y se vuelve a unir en otro lugar o desaparece en el mar. Por ejemplo, puede haber un trozo de Colombia bajo Alaska y también hay una masa de tierra inexplorada frente a la costa de Irlanda. Tan mítica y misteriosa como no suele ser la Atlántida, pero sigue siendo una rama interesante de la investigación.
Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto