Alerta en Brasil: pesticidas están provocando aumento de leucemia infantil

En Brasil, la exposición a pesticidas está relacionada con un alarmante aumento de casos de leucemia infantil. La producción intensiva de soja y el uso de pesticidas se asocian con un incremento en las tasas de leucemia en niños. Se descubrió una relación con la presencia de pesticidas en el agua. Se destaca la necesidad de proporcionar más formación a los agricultores sobre el uso seguro de pesticidas.

Cada vez está más claro lo perjudicial que puede ser la exposición a los pesticidas. Un nuevo estudio sobre las plantaciones de soja en Brasil ha descubierto una relación entre los pesticidas y la leucemia infantil.

En las últimas décadas, Brasil se ha convertido en el mayor productor mundial de soja, pero también en el mayor consumidor de pesticidas. Esto no parece estar exento de consecuencias. Investigadores estadounidenses descubrieron una relación entre el aumento de la producción de soja y el uso asociado de pesticidas, por un lado, y el aumento de las tasas de cáncer infantil, por otro.

Enorme transición: hasta diez veces más pesticidas

“La Amazonia brasileña está pasando por una transición de la ganadería a pequeña escala a la producción intensiva de soja, con un uso a gran escala de pesticidas y herbicidas. Esta expansión se produjo muy rápidamente y parece que los agricultores no están suficientemente formados en el uso de pesticidas. Si no se hace correctamente, hay consecuencias para la salud”, explica Marin Skidmore, investigadora principal de la Universidad de Illinois.

“Durante esta transición, se han registrado casos de intoxicación por pesticidas en trabajadores agrícolas y hay pruebas de la presencia de sustancias químicas en la sangre y la orina de los habitantes de la zona”, afirma Skidmore. “Esto sugiere que esta transición tuvo lugar de una forma potencialmente peligrosa en la que la gente estuvo expuesta a dosis excesivas de pesticidas”.

Los investigadores se centraron en los efectos de esa exposición en los niños. Se fijaron concretamente en el número de muertes por leucemia aguda, la forma de cáncer más común en los niños. Para ello, examinaron únicamente las zonas en las que al menos una cuarta parte de la tierra se dedicaba a la agricultura.

No fue difícil encontrarlas: la producción de soja en la sabana de Cerrado se triplicó entre 2000 y 2019 y se multiplicó por 20 en la región amazónica durante ese periodo: de 0,25 a 5 millones de hectáreas. El uso de plaguicidas en la región aumentó entre tres y diez veces en esos años. Los agricultores brasileños de soja utilizan 2,3 veces más pesticidas por hectárea que los agricultores de Estados Unidos.

Más leucemia infantil

Y eso parece tener consecuencias. “Nuestros resultados muestran una relación entre la expansión de la producción de soja en Brasil y el número de niños que mueren de leucemia en la región”, afirma Skidmore. “Presumiblemente, cerca de la mitad de las muertes por leucemia en un periodo de 10 años están relacionadas con la intensificación de la agricultura y la exposición a pesticidas”.

Un aumento del 10 % en la producción de soja se asoció a 0,4 niños menores de 5 años más que murieron de leucemia y a otras 0,21 muertes más por leucemia en menores de 10 años por cada 10 000 personas. En total, los investigadores calcularon que 123 niños menores de 10 años murieron de leucemia debido a la exposición a pesticidas, de un total de 226 niños que fallecieron por esta enfermedad durante ese periodo.

Agua contaminada, y solo es la punta del iceberg

Skidmore subraya que no es causal, pero se corrigieron otras explicaciones. Por ejemplo, no hubo correlación entre el consumo de soja y la mortalidad por leucemia, ni tampoco influyeron los cambios en el estatus socioeconómico o los pesticidas en otros cultivos.

Sin embargo, sí encontraron una relación entre la leucemia y los pesticidas presentes en el agua. “Parece que los pesticidas que se arrastran y acaban en las aguas superficiales son la causa de la exposición de los niños”, explica Skidmore. “Aproximadamente la mitad de los hogares rurales tenían pozo durante ese periodo, lo que significa que la otra mitad dependía del agua superficial como fuente de agua potable”. Así es como el agua contaminada llega a los niños brasileños.

Horripilante, pero los investigadores dicen que probablemente haya algo más. “Nuestra preocupación es que nuestros resultados son solo la punta del iceberg. Solo hemos medido un resultado muy concreto. La exposición a los pesticidas también puede provocar formas no mortales de leucemia y también puede tener repercusiones en adultos y adolescentes”, se afirma.

Se necesita más formación

Según los investigadores, el estudio no es en absoluto un alegato a favor de dejar de usar pesticidas, pero es necesaria más formación para los agricultores. Actualmente, se está desarrollando en Brasil un programa de certificación que exige a los agricultores una formación sobre seguridad y un programa de formación sobre el uso responsable de los plaguicidas. En muchos países ya existen programas de este tipo. “Creo que hay una gran conciencia de que el uso seguro de plaguicidas es lo mejor tanto para la productividad agrícola como para la población local”, afirma la investigadora.

“Queremos demostrar que a menudo hay riesgos asociados a los cambios rápidos y esto no solo es cierto para Brasil. En el mundo se presta mucha atención a la intensificación de la agricultura en aras de la seguridad alimentaria, pero hay que encontrar un equilibrio entre una alta productividad y un riesgo limitado para la salud. Si en una región se está produciendo un rápido desarrollo, a menudo en zonas pobres, tenemos que asegurarnos de que existen barandillas para evitar nuevos casos como este”.

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