Alerta climática: estamos al borde de superar el límite de 1,5 grados de calentamiento

El objetivo de un calentamiento de 1,5 grados amenaza con escapársenos de las manos mucho más rápido de lo que se pensaba. La urgencia de frenar el calentamiento global y las implicaciones de no cumplir el objetivo de 1,5 grados antes de 2030 en el futuro de la tierra y la humanidad.

Cuando se trata de la crisis climática, un objetivo sacrosanto es que la Tierra no debe calentarse más de 1,5 grados, esto lo acordamos en París en 2015. Pensábamos que aún tendríamos algo de tiempo, pero si no empezamos a esforzarnos más y muy pronto, hay un 50 % de posibilidades de que antes de 2030 ya se haya superado ese límite.

Así lo indican los últimos estudios sobre el balance mundial de carbono. Se trata de una estimación de la cantidad de CO₂ que puede emitirse sin que la Tierra se caliente más de 1,5 grados por encima de los niveles preindustriales.

Para reducir las posibilidades de que eso ocurra al 50 %, no deberíamos emitir más de 250 gigatoneladas de CO₂ en todo el mundo. Así que, para hacernos una idea, si seguimos emitiendo unas 40 gigatoneladas al año como en 2022, nos quedaremos sin presupuesto de carbono hacia 2029.

Este presupuesto es menor de lo calculado anteriormente y se ha reducido aproximadamente a la mitad desde 2020, ya que, como población mundial, solo hemos empezado a emitir más CO₂. Los combustibles fósiles son la causa principal, pero el efecto refrigerante de los aerosoles, por ejemplo, también influye.

El peor escenario posible

“Nuestros resultados confirman lo que ya sabíamos: no estamos haciendo lo suficiente para mantener el calentamiento por debajo de 1,5 grados”, afirma el investigador Robin Lamboll, del Imperial College de Londres. “El presupuesto restante es ahora tan mínimo que pequeños cambios en nuestros conocimientos sobre el clima podrían provocar grandes cambios proporcionales en el presupuesto”. 

Las estimaciones apuntan a menos de una década de emisiones a los niveles actuales, suena sombrío. “La falta de avances en la reducción de emisiones significa que nunca hemos estado tan seguros de que el margen para mantener el calentamiento dentro de un margen seguro se está reduciendo rápidamente”.

El nuevo estudio coincide con el peor escenario de las estimaciones anteriores. “El informe de la ONU sobre el clima de 2021 decía que había una posibilidad entre tres de que el presupuesto de carbono restante para un calentamiento de 1,5 grados fuera tan pequeño como el que ahora constata nuestro estudio”, afirma Joeri Rogeli, profesor de clima del Imperial College.

2 grados también a la vista

Pero no solo se vislumbra un calentamiento de 1,5 grados, sino que una Tierra 2 grados más cálida ya no es una perspectiva lejana. Antes quedan 1200 gigatoneladas de emisiones de CO₂. Si seguimos emitiendo como hasta ahora, hay un 50 % de posibilidades de que nuestro planeta se caliente más de 2 grados en 2046.

Los cálculos siguen presentando muchas incertidumbres porque entran en juego muchos otros factores, como los gases de efecto invernadero distintos del CO₂ y los efectos secundarios de las emisiones. Para llegar a mejores estimaciones, los investigadores utilizaron un conjunto de datos recién actualizados y compararon modelos climáticos mejorados con otras previsiones publicadas recientemente. De este modo, llegaron a estimaciones más precisas sobre el presupuesto de carbono restante.

Alcanzar el cero neto

El método de medición utilizado también aporta nuevos datos sobre las posibles respuestas del sistema climático cuando se alcanza el cero neto, es decir, el equilibrio entre las emisiones totales de CO₂ y el CO₂ eliminado de la atmósfera. Aún no está claro cómo interactúan exactamente. Es posible, por ejemplo, que el clima siga calentándose debido al deshielo, la liberación de metano y los cambios en las corrientes oceánicas. Además, hay sumideros de carbono, como el aumento de la vegetación, que pueden absorber grandes cantidades de CO₂ y provocar un enfriamiento incluso antes de que se alcance el cero neto.

Estas incertidumbres ponen de manifiesto la necesidad de reducir rápidamente las emisiones de CO₂, afirma Lamboll. “En este momento, nuestra mejor apuesta es que se puede anular el calentamiento y el enfriamiento después de que alcancemos el cero neto. Pero solo si reducimos las emisiones de CO₂ y nos acercamos así al cero neto, podremos ver cómo serán el calentamiento y el enfriamiento a largo plazo”.

Depende de los gobiernos

Pero, de momento, solo nos queda poner todo nuestro empeño en emitir menos gases de efecto invernadero. “Cada fracción de grado de calentamiento hace la vida más difícil a las personas y a los ecosistemas. Este estudio es otra advertencia de la comunidad científica. Ahora corresponde a los gobiernos actuar”.

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