Un satélite observa cuánto CO₂ absorben los bosques y hace un descubrimiento sorprendente

Satélite espacial SMOS revela un descubrimiento sorprendente: bosques jóvenes, con edades de entre 50 y 140 años, emergen como los verdaderos campeones en la absorción de dióxido de carbono (CO₂) atmosférico, cambiando nuestra perspectiva sobre la lucha contra el cambio climático y el papel crítico de la vegetación terrestre. ¿Cuánto CO₂ absorben los bosques?, satélite hace un descubrimiento sorprendente

Aunque ya sabíamos que los árboles son capaces de absorber cantidades significativas del dióxido de carbono que emitimos, ahora parece que los árboles jóvenes realmente destacan en el secuestro de carbono.

Los árboles son esenciales para regular nuestro clima. Esto se debe a que tienen la capacidad de almacenar cantidades significativas de dióxido de carbono (CO₂). Absorben el CO₂ atmosférico y así mantienen la Tierra más fría. Por ello, los bosques se consideran desde hace tiempo un arma valiosa en la lucha contra el cambio climático. Pero, ¿cuánto CO₂ almacenan realmente los bosques de todo el mundo?

Almacenamiento de carbono: 510 millones de toneladas

Para comprender mejor cómo funciona nuestro sistema climático y predecir los cambios, los científicos necesitan poder medir cuánto carbono se almacena. Por desgracia, hasta ahora han tenido problemas con estas mediciones debido a las incertidumbres sobre la cantidad de carbono que contiene la vegetación terrestre. Esto ha dificultado la estimación precisa del balance mundial de carbono.

En un nuevo estudio, los investigadores han recurrido a la ayuda del satélite SMOS (Soil Moisture and Ocean Salinity) de la ESA. Este satélite está en órbita desde 2009 y está equipado con un radiómetro especial para recoger datos en la banda L de microondas. Estos datos ayudan a crear mapas mundiales que muestran el grado de humedad del suelo y la salinidad de las aguas superficiales de los océanos. Esto permite a los investigadores estimar mejor cuánta vegetación leñosa viva hay. En última instancia, esto podría ayudar a determinar los cambios en la cantidad de carbono almacenado en la tierra en todo el mundo. “El uso de los datos del satélite SMOS nos ha proporcionado una valiosa información sobre la cantidad de carbono almacenado en la vegetación terrestre de todo el mundo”, explica el investigador Philippe Ciais. “Los resultados de este estudio son importantes porque pueden ayudarnos a comprender mejor cómo funciona el equilibrio de carbono en la Tierra”.

Tras analizar los datos del satélite SMOS, los investigadores hacen un descubrimiento sorprendente. Por ejemplo, muestran que la cantidad de carbono almacenado aumentó una media de 510 millones de toneladas anuales entre 2010 y 2019. Este aumento se debe principalmente a los bosques boreales y templados. Los bosques tropicales mostraron solo un pequeño aumento. Esto se debe probablemente a que los bosques tropicales se enfrentan a una gran deforestación y a los cambios causados por la agricultura.

Árboles jóvenes: campeones

Sorprendentemente, el equipo descubrió que sobre todo los bosques jóvenes y de mediana edad (es decir, aquellos en los que los árboles tienen entre 50 y 140 años) desempeñan un papel importante en la absorción del CO₂ atmosférico y la formación de biomasa. En cambio, los bosques de más de 140 años parecen ser aproximadamente neutros en carbono, lo que va en contra de las expectativas de los modelos de vegetación.

En resumen, los árboles jóvenes son auténticos campeones en el secuestro de carbono. Aunque, como ya hemos dicho, ya sabíamos que los bosques absorben y almacenan CO₂ de la atmósfera, ahora resulta que no todos los bosques lo hacen aparentemente en la misma medida. “Los modelos utilizados para predecir cuánto carbono puede almacenar un bosque no suelen tener en cuenta cómo envejecen los bosques”, explica la investigadora Hui Yang. “Como resultado, a menudo sobrestiman cuánto carbono pueden absorber los bosques viejos y subestiman cuánto carbono secuestran realmente los bosques boreales y templados”.

Las conclusiones del estudio indican que quizá debamos tener más en cuenta a los árboles jóvenes en la lucha contra el cambio climático. “Nuestra investigación pone de relieve que la edad de un bosque es un factor crucial para predecir la dinámica del carbono en un clima cambiante”, afirma Yang. “Una forma de gestionar los bosques de forma más respetuosa con el medio ambiente es retrasar la tala de árboles jóvenes o simplemente hacerlo con menos frecuencia”.

Acuerdo de París sobre el clima

Los resultados son fundamentales para nuestros esfuerzos por frenar el cambio climático. También nos ayudan a evaluar si vamos por buen camino para alcanzar los objetivos del acuerdo climático de París, en el que los países han acordado esforzarse por ser neutros en carbono para 2050. “Los resultados del estudio son importantes para nuestros esfuerzos por combatir el cambio climático”, afirmó Ciais. “Nos ayudan a comprender mejor cuánto carbono hay en el mundo, lo que es crucial para ver si podemos cumplir los objetivos del Acuerdo de París”.

Gracias al satélite SMOS, los investigadores tienen ahora una mejor idea de cuánto carbono absorben los bosques. Pero es posible que nuestros conocimientos al respecto se perfeccionen aún más en el futuro. De hecho, el año que viene está previsto el lanzamiento de otra importante misión de la ESA, denominada Biomass. Este satélite permitirá conocer aún mejor la cantidad de carbono de los bosques. Utilizará un radar avanzado para recoger datos vitales sobre la salud de los bosques y su evolución, lo que nos ayudará a comprender mejor cómo contribuyen los bosques al ciclo del carbono. “Dado que el ciclo del carbono es tan importante para nuestro sistema climático y nuestro planeta, estamos preparando la misión Biomass Earth Explorer”, declaró Simonetta Cheli, directora del Programa de Observación de la Tierra de la ESA. “Esta misión se centrará en medir la altura de los bosques y determinar cuánta biomasa tienen. La información que obtengamos de este satélite no solo mejorará nuestra comprensión del ciclo del carbono, sino que también ayudará a los esfuerzos internacionales para reducir las emisiones de carbono derivadas de la deforestación y la degradación del suelo”.

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