Crece el misterio: el Hubble detecta una extraña explosión en un lugar inesperado del espacio

La inesperada ubicación de “el pinzón”, un fenómeno cósmico raro conocido como “destellos azules” que desafía las expectativas astronómicas al manifestarse lejos de las galaxias, plantea preguntas sobre su origen y lleva a los científicos a considerar dos hipótesis intrigantes.

Una vez más, los astrónomos han avistado un extraño y desconcertante destello azul. Y este descubrimiento aumenta aún más el misterio que rodea a este tipo de explosiones cósmicas.

Un estallido extraordinariamente brillante en el universo, que ya era muy raro y extraño, acaba de volverse aún más misterioso. En concreto, los astrónomos han vuelto a detectar “destellos azules” (Luminous Fast Blue Optical Transients, o LFBOT). 

Pero lo que hace que este descubrimiento sea tan extraordinario es que el fenómeno no se localizó donde normalmente se espera, es decir, dentro de una región de formación estelar, sino sorprendentemente justo fuera de ella.

Más información sobre los LFBOT

Los transitorios ópticos azules luminosos rápidos (LFBOT) son algunos de los fenómenos más brillantes conocidos en el universo. Aparecen de repente, como los flashes de una cámara fotográfica. Estos intensos y rápidos destellos azules solo son observables durante unos días, lo que es muy poco tiempo en comparación con las supernovas, que pueden seguir brillando durante semanas o incluso meses. El primer LFBOT fue avistado en 2018 y bautizado como AT2018cow, (la Vaca). El potente estallido parecía inicialmente una supernova, aunque era mucho más rápido y brillante que cualquier otra explosión estelar que los científicos hubieran avistado hasta entonces. Por ejemplo, el objeto era entre 10 y 100 veces más brillante que una supernova media. Desde el descubrimiento del primer LFBOT, solo se han documentado un puñado de estos extraños fenómenos. A cada uno de estos fenómenos se le dio un apodo basado en las últimas letras de su designación astronómica, que hacían referencia al nombre de un animal. En la actualidad, los LFBOT se detectan aproximadamente una vez al año.

En la actualidad, sigue sin estar del todo claro qué causa los destellos azules. Y el último destello azul, que ha sido bautizado como AT2023fhn, o “The Finch” (el Pinzón), no hace, sino, plantear más interrogantes.

El Pinzón: características

Dado que los destellos aparecen y desaparecen rápidamente, los astrónomos los buscan con telescopios que vigilan continuamente grandes zonas del cielo. El Pinzón se detectó utilizando el Zwicky Transient Facility, un telescopio que cartografía todo el cielo boreal cada dos días. Tras su detección, el fenómeno fue observado por varios telescopios que abarcan diferentes partes del espectro electromagnético, desde los rayos X hasta las ondas de radio. Pero fue finalmente la resolución extraordinariamente nítida del telescopio Hubble la que permitió a los científicos determinar la ubicación exacta del recién descubierto LFBOT.

El Pinzón presentaba todos los rasgos característicos de un LFBOT, como una intensa emisión de luz azul y una rápida evolución, alcanzando su máximo brillo a la velocidad del rayo y apagándose después en cuestión de días. Las mediciones espectroscópicas realizadas con el telescopio Gemini Sur en Chile revelaron que el Pinzón tenía una temperatura extremadamente alta, de unos abrasadores 20 000 grados Celsius. 

Pero a diferencia de otros LFBOT observados anteriormente, el Finch se produjo en un lugar totalmente inesperado: muy lejos de cualquier galaxia. Y eso es extraño. Hasta ahora, todos los LFBOT anteriores se habían descubierto en los brazos espirales de las galaxias, donde en ese momento se estaban formando nuevas estrellas.

Una imagen del destello de AT2023fhn o The Finch
Esta imagen, producida por el telescopio espacial Hubble, muestra AT2023fhn (o el Pinzón) (indicado por las rayas naranjas). Las otras manchas blancas son galaxias. Actualmente, no está claro qué acontecimiento cósmico podría desencadenar una explosión semejante tan lejos de una galaxia. Imagen: NASA, ESA, STScI, A. Chrimes (Universidad de Radboud)

Un punto inesperado

Pero el Hubble descubrió que el Pinzón se encuentra exactamente entre dos galaxias vecinas. Se encuentra a una distancia de unos 50 000 años luz de una galaxia espiral cercana y a unos 15 000 años luz de una galaxia más pequeña. Se trata de una ubicación bastante confusa, ya que, como se ha mencionado, se suponía que estos acontecimientos cósmicos suelen tener lugar dentro de las galaxias. “Las observaciones realizadas con el telescopio Hubble tienen un valor incalculable”, afirma Ashley Chrimes, líder de la investigación. “Nos hicieron darnos cuenta de que esta situación es excepcional en comparación con otros casos similares. Sin los datos del Hubble, no habríamos tenido ni idea de estas características inusuales”.

Posibles explicaciones 

Para entender la extraña ubicación de Pinzón, los científicos barajan dos posibles explicaciones. Una es que se tratara de la explosión de una estrella que se movía extremadamente rápido. Otra hipótesis es que surgió como resultado de la colisión de dos estrellas de neutrones que giraron cada vez más cerca durante miles de millones de años y acabaron colisionando. “El descubrimiento plantea muchas más preguntas de las que responde”, afirma Chrimes. “Se necesita más investigación para averiguar cuál de las posibles explicaciones es la correcta”.

Los hallazgos del Hubble sugieren que, en realidad, los astrónomos entienden aún menos sobre los LFBOT de lo que pensaban inicialmente. “Cuanto más descubrimos sobre los LFBOT, más nos sorprenden”, señala el investigador. “Ahora hemos demostrado que los LFBOT pueden producirse a distancias significativas del centro de la galaxia más cercana, y esto contrasta fuertemente con lo que normalmente esperaríamos de las supernovas”. En los próximos años, los astrónomos esperan descubrir más de estos destellos azules para comprender mejor este fenómeno. Entre otras cosas, cifran sus esperanzas en el Observatorio Vera C. Rubin, actualmente en construcción en Chile. Este telescopio escaneará todo el cielo austral cada pocas noches, lo que permitirá a los investigadores detectar más LFBOT misteriosos.

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