Los científicos regeneran neuronas en ratones paralíticos y vuelven a caminar: increíble logro

Hallazgo revolucionario: científicos de la UCLA y Harvard logran hacer crecer neuronas específicas en ratones paralíticos para restaurar la funcionalidad de la columna vertebral tras lesiones medulares, abriendo perspectivas cruciales para el tratamiento de la parálisis.

Aún no hay solución para las personas que sufren parálisis. Sin embargo, poco a poco se van dando pasos en la dirección correcta. Por ejemplo, ahora los investigadores han conseguido hacer crecer de nuevo ciertas neuronas en ratones, lo que ha permitido restablecer los nervios de la columna vertebral.

Científicos de la UCLA, Harvard y otros centros (entre ellos no el último) han descubierto un componente crucial que permitió restablecer las funciones de la columna vertebral en ratones paralíticos. La clave está en hacer crecer neuronas específicas en su ubicación natural: la regeneración aleatoria resultó ineficaz.

Hace ya cinco años, el mismo equipo de investigación ideó un método para activar los axones. Esto permitió que estas diminutas fibras nerviosas que conectan y permiten que las células nerviosas se comuniquen entre sí volvieran a crecer tras una lesión en la columna vertebral de roedores. Aunque se consiguió regenerar axones en lesiones graves de la médula espinal, la recuperación funcional seguía siendo un gran reto.

Así que los científicos hicieron un nuevo intento, mucho más sofisticado. Optaron, en primer lugar, por regenerar axones a partir de subpoblaciones neuronales específicas y, en segundo lugar, se aseguraron de que acabaran en su entorno natural. Y funcionó: se recuperó la funcionalidad de la columna vertebral en ratones. Para lograr este extraordinario resultado, se utilizó una forma moderna de análisis genético para identificar los grupos de células nerviosas que permiten mejorar la lesión parcial de la médula espinal.

Perspectivas cruciales para el futuro

Pero la mera regeneración de los axones de las células nerviosas cercanas a la paraplejía, es decir, sin una guía específica, no tuvo ningún efecto en la recuperación funcional. Sin embargo, cuando se perfeccionó el método empleando señales químicas para guiar los axones hacia su destino natural en la columna lumbar, sí se produjeron mejoras significativas en el modelo de ratón con lesión medular completa. Literalmente, se podían volver a dar pasos.

“Nuestro estudio aporta datos cruciales sobre la complejidad de la regeneración de los axones y los requisitos para la recuperación funcional tras una lesión medular”, afirma el profesor de neurobiología de la UCLA Michael Sofroniew. “Deja claro que es necesario no solo regenerar los axones cerca de la lesión medular, sino también guiarlos activamente hacia su destino natural para lograr la recuperación neurológica”.

El descubrimiento podría llegar a tener importantes implicaciones para las personas paralíticas. La idea de guiar grupos específicos de neuronas hacia sus zonas de destino naturales es una estrategia prometedora para desarrollar métodos de tratamiento destinados a restablecer las funciones neurológicas en animales grandes y seres humanos. La cuestión es, sin embargo, que esta regeneración se hace mucho más difícil en distancias más largas, como es el caso de los humanos, por ejemplo. Aun así, es un paso importante para “desbloquear el marco que permita lograr una recuperación significativa en lesiones de la médula espinal y acelerar la recuperación en otras lesiones del sistema nervioso central”, concluyen los investigadores.

Una lesión medular y el papel de los axones

Actualmente, hay en el mundo unos 4 millones de personas con una lesión medular. Cada año se suman unos 130 000 casos. El 82 % de ellos son varones. La esperanza de vida de las personas con una lesión medular es considerablemente menor: quienes sufren una lesión medular a la altura del pecho a los 40 años viven una media de 12,5 años menos. En una lesión medular se rompe la conexión entre las células nerviosas del cerebro y la médula espinal. Las células nerviosas no consiguen regenerar los axones dañados.

Un axón, también conocido como fibra nerviosa, es un vástago de una célula nerviosa y transmite impulsos eléctricos. Los axones son responsables de la transmisión de información en el sistema nervioso. Tienen un diámetro de aproximadamente un micrómetro, pero pueden crecer hasta un metro de largo. Están rodeados de mielina, una especie de capa aislante a través de la cual las señales eléctricas se transmiten a gran velocidad.

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Aquí puedes ver lo largo que es un axón. A la derecha, puedes ver su punta. Imagen: Alison H. Melley
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