Rastreadores revelan secretos de petroglifos prehistóricos a partir de huellas

Rastreadores descifran petroglifos milenarios a partir de las huellas de sus patas (y un sorprendente animal resulta ser especialmente popular)

Los petroglifos se hicieron con tal precisión que los rastreadores contemporáneos fueron capaces de identificar no solo la especie, sino también la edad e incluso el sexo. Y los artistas prehistóricos parecen haber tenido debilidad por… la jirafa.

En las montañas del oeste de Namibia hay una cuenca rocosa que alberga una auténtica galería de arte. Hace miles de años, los cazadores-recolectores prehistóricos grabaron cientos de huellas humanas y de animales en la roca. Los investigadores se han fijado ahora en estos dibujos. Están tallados con tal detalle y realismo que los rastreadores contemporáneos pudieron determinar qué animales inmortalizaron estos artistas prehistóricos.

Los petroglifos de Namibia: huellas y especies animales

Namibia alberga una gran cantidad de petroglifos antiguos realizados por cazadores-recolectores de finales de la Edad de Piedra. Algunos muestran figuras humanas y diversos animales, como elefantes. Pero lo que llama especialmente la atención son los numerosos grabados cuidadosamente elaborados de huellas de patas de animales. “En Namibia hay dos tradiciones diferentes de petroglifos prehistóricos de la Edad de Piedra”, explica el investigador Andreas Pastoors. “Por un lado, vemos pinturas rupestres multicolores, como las encontradas en la montaña Brandberg. Por otro lado, hemos encontrado dibujos tallados o grabados en la roca. Las huellas de pies y patas de humanos y animales pertenecen a este último grupo. En la zona de estudio, encontramos un número especialmente elevado de “pisadas” de este tipo, que quisimos someter a una inspección más minuciosa”.

Los cazadores-recolectores que realizaron estos dibujos eran artistas excepcionalmente hábiles. De hecho, las huellas están representadas de forma tan realista y detallada que los arqueólogos supusieron que los rastreadores experimentados deberían ser capaces de interpretar los grabados. Así que recurrieron a la ayuda de rastreadores namibios del desierto del Kalahari, que examinaron 513 grabados. Y con éxito. Los expertos no solo fueron capaces de determinar qué especie animal estaba representada, sino que incluso lograron identificar el sexo, la edad y hasta la pata concreta en más del 90 % de los dibujos que estudiaron.

Los hallazgos demuestran que los artistas prehistóricos grabaron numerosos animales diferentes en la roca. “Lo que me sorprendió fue la enorme diversidad de animales representados”, afirma Pastoors. “Incluye animales llamativos y de gran tamaño, como grandes felinos, rinocerontes, elefantes y jirafas, pero también especies menos llamativas o no peligrosas, como conejos, cerdos del bosque y monos. Además, nos sorprendió el hecho de que los artistas prehistóricos dibujaran más tipos diferentes de huellas de patas que el número de animales reconocibles que tallaron en piedra”.

Entornos húmedos: huellas preferidas

Muchos de los animales representados, como rinocerontes, babuinos, facóqueros y cebras, siguen habitando actualmente la zona rocosa y seca cercana a los grabados. Pero otros dibujos representan animales que prefieren entornos más húmedos y que hoy no se encuentran en la región. Pensemos en ñus y cerdos del bosque. Esto sugiere que hace miles de años la zona pudo ser mucho más húmeda, o que los antiguos artistas recordaban las huellas de animales de otras zonas más húmedas.

A pesar de la gran diversidad de animales representados, parece que los dibujantes seguían teniendo una clara preferencia por un animal concreto. Por ejemplo, la mayoría de las huellas identificadas parecen pertenecer a la jirafa. “La jirafa está sobrerrepresentada”, afirma Pastoors. “No sabemos por qué. Por desgracia, no entendemos el significado de ningún dibujo rupestre prehistórico del mundo”.

También parece que los artistas prehistóricos representaban animales adultos con más frecuencia que animales jóvenes. También dibujaban huellas masculinas con más frecuencia que femeninas. Algo que Pastoors tampoco puede explicar. “Sería pura especulación”, afirma. Lo que sí puede decir, sin embargo, es que probablemente se deba a ciertas preferencias culturales. Es posible que expertos indígenas contemporáneos puedan arrojar más luz al respecto, aunque es probable que el significado y el contexto exactos del arte rupestre permanezcan para siempre envueltos en brumas.

Una teoría es que los cazadores-recolectores prehistóricos podrían haber utilizado los grabados como herramienta didáctica. Mediante el estudio de los dibujos, los recién llegados a la región podían reconocer las sutiles diferencias entre animales locales de distintas especies, edades y sexos. Sin embargo, el lugar donde se encontraron los petroglifos es un sitio extraño para un “aula”, dicen los investigadores. La zona está mal iluminada y algunas de las huellas están grabadas en las paredes interiores de una estrecha grieta. Para verlas, hay que tumbarse en el suelo y moverse por la estrecha abertura.

A pesar de este misterio sin resolver, Pastoors destaca especialmente los nuevos conocimientos que aporta este estudio sobre los petroglifos milenarios de huellas de patas de animales. “Nuestro estudio muestra cuánta información se oculta en estas representaciones”, afirma. “Y ahora hemos sido capaces de revelar esta información utilizando los conocimientos y la experiencia adecuados. Nuestro estudio demuestra, por tanto, que el sistema de conocimiento occidental no es el único que puede generar conocimientos valiosos. Por eso, en el futuro implicaremos a menudo a los rastreadores en los estudios de los petroglifos antiguos”.

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