La flor más grande del mundo podría desaparecer para siempre

La rafflesia, la flor más grande del mundo, enfrenta un peligro crítico: científicos proponen un plan de acción urgente para su conservación y llaman la atención sobre la necesidad de proteger las plantas.

La falta de medidas de conservación suficientes ha llevado a la Rafflesia a estar en peligro de extinción. Por ello, los investigadores proponen ahora un plan de acción urgente para salvar de la extinción a esta extraordinaria flor.

Decir que la Rafflesia es una planta extraña es casi quedarse corto. No solo huele fatal, sino que no tiene hojas ni tallo, solo una flor. Por no hablar de que figura en los libros como la más grande del mundo. 

La rafflesia siempre ha sido uno de los mayores misterios del mundo vegetal y ha despertado la curiosidad de los científicos durante muchos siglos. Sin embargo, los investigadores han descubierto que esta emblemática planta está gravemente amenazada. Por eso hacen un llamamiento urgente para salvarla de la extinción.

La Rafflesia arnoldii

La rafflesia es una planta extraña por varias razones. En primer lugar, es una planta parásita que no tiene hojas, tallos ni raíces propios. En su lugar, parasita ciertas especies de enredaderas de los bosques tropicales del sudeste asiático. Durante la mayor parte de su existencia, la planta se mantiene oculta. Se esconde como una red de estructuras filiformes en la planta huésped. Sin embargo, en momentos impredecibles, emerge un brote parecido a una col, que atraviesa la corteza de la enredadera y acaba creciendo hasta convertirse en una gran flor, a veces de hasta un metro de altura. Esta flor emite un desagradable olor a carne podrida para atraer a las moscas que la polinizan. Por su mal olor, a la Rafflesia también se la conoce como “flor cadáver”.

Debido a su escurridizo ciclo vital, la Rafflesia sigue siendo un enigma para los científicos. Además, se siguen descubriendo nuevas especies. Actualmente, se conocen 42 especies de Rafflesia. En un nuevo estudio, los investigadores querían saber hasta qué punto es frágil esta planta única. Por eso, un grupo de científicos creó la primera red mundial de colaboración para investigar y evaluar los peligros a los que se enfrenta la Rafflesia.

La flor en peligro

Los resultados del estudio son alarmantes. Muestran, por ejemplo, que las 42 especies de Rafflesia están en peligro. Utilizando los criterios de la UICN (Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza y sus Recursos, la asociación que elabora la Lista Roja, una base de datos internacional que evalúa el estado de peligro de diversas especies animales y vegetales), los investigadores clasificaron 25 especies como “en peligro crítico”, 15 especies como “amenazadas” y dos como “vulnerables”. 

Pero lo más alarmante es que solo una especie (Rafflesia magnifica) figura en la Lista Roja. Más de dos tercios (67 %) de las especies no están protegidas, lo que significa que corren el riesgo de desaparecer para siempre.

¿Por qué luchan estas plantas? Las especies de rafflesia suelen tener hábitats muy pequeños, lo que las hace especialmente susceptibles a la destrucción de su hábitat natural. Además, las investigaciones han demostrado que muchas de las especies restantes están formadas por unas pocas plantas individuales, que además se encuentran en zonas no protegidas, lo que las hace muy vulnerables. Por último, los intentos de cultivar Rafflesia en jardines botánicos no han tenido mucho éxito hasta ahora. “Por tanto, la conservación del hábitat natural de la planta es una prioridad urgente”, afirman los investigadores.

Plan de acción

Para hacer frente a estas amenazas, los investigadores abogan por la inclusión inmediata de todas las especies de Rafflesia en la Lista Roja de Especies Amenazadas de la UICN. Pero eso no es lo único. También quieren que se protejan mejor los hábitats de la Rafflesia. En el sudeste asiático, los bosques están desapareciendo a un ritmo alarmante, y muchas de las poblaciones conocidas de Rafflesia se encuentran muy cerca de comunidades humanas en rápido crecimiento. Además, el equipo sostiene que es importante conocer más a fondo toda la diversidad de especies de Rafflesia para que este conocimiento pueda contribuir a tomar decisiones con conocimiento de causa. De hecho, se cree que aún quedan especies de Rafflesia por descubrir. 

Es difícil proteger algo si ni siquiera sabemos que existe, por lo que la realización de expediciones de investigación y análisis genéticos es crucial para averiguar cuántas especies diferentes de Rafflesia hay realmente. En cuarto lugar, los investigadores subrayan la importancia de encontrar formas de cultivar Rafflesia con éxito fuera de su hábitat normal. Por último, el equipo aboga por la creación de nuevos proyectos de ecoturismo para implicar a las comunidades locales en la protección de la Rafflesia.

De este modo, los investigadores esperan salvar la especial Rafflesia. Pero no solo eso. También les gustaría que se prestara más atención a la conservación de las plantas en general. Algo que, de hecho, está poco estudiado en la actualidad. 

“Este reciente estudio pone de manifiesto que los esfuerzos por proteger las plantas, incluso las más emblemáticas, no van al mismo ritmo que los dedicados a los animales”, afirma Chris Thorogood, autor del estudio. “Ahora se necesita urgentemente un enfoque internacional coordinado para salvar algunas de las flores más especiales del mundo, la mayoría de las cuales están ahora colgando al borde de la extinción”.

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