El riesgo de cáncer de piel: ¿qué dice tu sexo, ingresos y residencia?

Un análisis profundo sobre las intersecciones de sexo, ingresos y lugar de residencia y su impacto en el riesgo de cáncer de piel: lecciones extraídas de un estudio canadiense revelador.

Todos sabemos que el glorioso sol tiene un lado oscuro: quienes no se protegen adecuadamente de la radiación UV corren el riesgo de desarrollar cáncer de piel. Curiosamente, parece importar dónde vivas, cuál sea tu sexo y cuánto dinero ganes.

Un reciente estudio canadiense comparó todo tipo de grupos de población y sus probabilidades de padecer cáncer de piel. El resultado: los melanomas (la forma más peligrosa de cáncer de piel) son especialmente frecuentes en las regiones de la costa atlántica de Canadá. Los hombres y las personas ricas también tienen más probabilidades de contraer la enfermedad.

Uno de cada tres padece cáncer de piel

En todo el mundo aumenta el número de diagnósticos de cáncer de piel. Se estima que uno de cada tres canadienses padecerá una forma de cáncer de piel en algún momento de su vida, y las provincias costeras atlánticas de la Isla del Príncipe Eduardo y Nueva Escocia tienen las tasas de melanoma más altas del país. Los investigadores querían averiguar si esta diferencia se debía únicamente a una mayor exposición al sol o si también influían otros factores. Así que compararon diversos factores, como los ingresos, la educación, el sexo y comportamientos específicos.

De todo ello surgieron algunas conclusiones notables. Por ejemplo, las personas con mayores ingresos tienen mayor riesgo de melanoma. Esto se debería a que pasan más tiempo al sol, se queman más a menudo y tienen la piel más bronceada. También se descubrió que las personas con mayor nivel educativo pasan más tiempo al sol de forma recreativa. “Investigaciones anteriores ya han demostrado que un nivel socioeconómico más alto está relacionado con más vacaciones en lugares soleados y bronceado recreativo. En última instancia, esto hace que se produzcan más melanomas en este grupo de personas”, explicó el investigador Ivan Litvinov, de la Universidad McGill de Montreal.

Por otro lado, las personas que ganan menos de 50 000 dólares al año tienen más probabilidades de trabajar al aire libre. Por tanto, su piel recibe más luz solar directa, lo que a su vez aumenta el riesgo de cáncer de piel. Por ello, los investigadores reclaman más políticas que protejan a los trabajadores al aire libre de los peligrosos efectos de la radiación UV.

Los hombres se queman más a menudo

Por último, parece haber una diferencia entre hombres y mujeres: las mujeres pasan menos tiempo al sol y protegen mejor su piel que los hombres. De media, los hombres declaran haberse quemado la piel más veces a lo largo de su vida, y también afirman pasar más tiempo al sol por motivos recreativos y laborales. Por tanto, los hombres tienen más probabilidades de desarrollar melanoma u otros tipos de cáncer de piel. 

Por otro lado, las mujeres son más propensas a caminar bajo el sol con los brazos o las piernas desnudos y utilizan más las camas solares. Esto podría explicar por qué las mujeres tienen más probabilidades de desarrollar un melanoma en una de sus extremidades.

Los hombres parecen tener una actitud más negativa hacia la protección de la piel y el uso de cremas solares que las mujeres. Por lo tanto, emplean la protección solar con menos frecuencia, mientras que es más probable que las mujeres se preocupen por un lunar y acudan al médico por él. Según los científicos, este comportamiento contribuye a que las tasas de melanoma y mortalidad entre las mujeres sean más bajas.

No palabras, sino hechos

El estudio también revela que las personas que viven en las zonas con mayor riesgo de cáncer de piel se queman más veces al sol a lo largo de su vida y pasan más horas al sol. Lo sorprendente es que los habitantes de las zonas de alto riesgo están en realidad más informados sobre la protección solar y la prevención del melanoma. “Un gran grupo de canadienses tendrá que pasar de los conocimientos que tienen sobre protección solar a la acción. Todo empieza por utilizar protección solar. Es una de las formas más eficaces de prevenir el cáncer de piel”, afirma Litvinov.

Suprimir el IVA de los protectores solares

Según los investigadores, los esfuerzos de salud pública deben dirigirse específicamente a distintos grupos demográficos. “Es importante transmitir a un joven soltero un mensaje diferente sobre la protección solar que a una madre de tres hijos”, afirma el investigador.

“Los gobiernos tienen un papel directo en la reducción del número de diagnósticos de melanoma. La enfermedad no solo causa mucho sufrimiento humano, sino que también cuesta mucho dinero y ejerce una presión adicional sobre el sistema sanitario. Se calcula que el coste del cáncer de piel en Canadá alcanzará los mil millones de dólares anuales hacia 2030. Canadá debería hacer lo mismo que muchos otros países y suprimir el IVA de los protectores solares. Así se enviaría un mensaje claro para que la gente se protegiera mejor de las radiaciones nocivas del sol”, opina el investigador.

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