¿Por qué el bronceado en la playa no sucede de inmediato?, esta investigación tiene la respuesta

El misterio detrás del bronceado en la playa: por qué la piel tarda en oscurecerse, según un nuevo estudio de investigadores en dermatología

Más de un amante del sol lo ha notado alguna vez: ese bronceado solo aparece horas (o incluso días) después de abandonar la playa. ¿A qué se debe?

Tras un día de playa, la mayoría de nosotros nos ponemos morenos. Sin embargo, esto no suele ocurrir de inmediato. Solo horas o incluso días después de broncearse se nota que realmente se ha adquirido un bronceado. 

Una cuestión acuciante es por qué no ocurre inmediatamente. Los investigadores creen haber desvelado el misterio. Y parece que tiene que ver con dos procesos que compiten entre sí en las células de nuestra piel.

Dos mecanismos para proteger la piel 

Cuando nos exponemos a los dañinos rayos UV del sol, saltan las alarmas en nuestro organismo. “Nuestro cuerpo tiene dos mecanismos que protegen la piel de los rayos UV”, explica el investigador Nadav Elkoshi. “El primer mecanismo repara el ADN de las células de la piel dañadas por la radiación. El segundo mecanismo aumenta la producción de melanina (un pigmento biológico que hace que la piel se oscurezca) para protegerla de futuras exposiciones a la radiación”.

Estos mecanismos parecen poder explicar por qué nadie se broncea en la playa, pero sí más tarde. “Resulta que el mecanismo de reparación del ADN tiene prioridad”, dice Elkoshi. “De hecho, este mecanismo inhibe la producción de melanina. Solo después de que las células hayan reparado la información genética lo mejor que han podido, comienza la producción de melanina”.

Prioridad para reparar el ADN

Que el mecanismo de reparación del ADN tenga prioridad no es sorprendente. “Hay que proteger la información genética de las mutaciones”, explica la investigadora Carmit Levy. “Por eso este mecanismo de reparación tiene prioridad. Les dice a todos los demás mecanismos de la célula: Parad todo y dejadme trabajar en paz”. 

Así que este mecanismo paraliza por sí solo todo lo que ocurre en la célula, hasta que el ADN está lo más reparado posible unas horas después de la exposición al sol. Solo entonces se pone en marcha el segundo mecanismo, que garantiza el bronceado.

Un estudio anterior del mismo equipo ya demostró que una proteína llamada MITF, que se activa durante la exposición al sol, es la responsable de regular los dos mecanismos. En el nuevo estudio, demuestran que otra proteína llamada ATM (que desempeña un papel clave en la reparación del ADN) activa el primer mecanismo y desactiva el segundo. Esto maximiza las posibilidades de que la célula sobreviva y no adquiera mutaciones tras la exposición a la peligrosa radiación UV.

Cáncer de piel

El equipo cree que su estudio, publicado en Journal of Investigative Dermatology, podría ayudar a futuras investigaciones sobre la protección de la piel. Y es una noticia esperanzadora. Al fin y al cabo, el cáncer de piel es uno de los tipos de cáncer más frecuentes en el mundo. La principal causa del cáncer de piel es el sol. Así, suele desarrollarse en lugares del cuerpo que reciben mucho sol, como la cara, el torso, las manos, los brazos y las piernas. Por lo tanto, también es muy importante aplicarse correctamente la protección solar.

Información importante

Los investigadores han demostrado recientemente que, después de todo, la protección solar puede no ser tan perjudicial para el medio ambiente como se pensaba. Desde hace varios años, los científicos vienen advirtiendo de que ciertos protectores solares de uso común son tóxicos para los animales marinos. Pero un estudio publicado recientemente sugiere que esta amenaza puede ser exagerada. Esto significa que en realidad ya no tienes que preocuparte de que tu protector solar cause daños. “La amenaza de cáncer de piel causada por no ponerse protector solar es mucho mayor que los posibles efectos medioambientales” dice uno de los investigadores. “Recomiendo utilizar filtros minerales si se está cerca de arrecifes de coral. Pero en todos los demás casos, se puede disfrutar del día en el agua sin preocupaciones”.

El estudio es un importante paso adelante. “Hemos desvelado el mecanismo molecular que puede servir de base para futuras investigaciones”, afirma Levy. “Estos estudios podrían conducir a tratamientos innovadores que maximicen la protección de la piel frente a la radiación solar. En última instancia, incluso podrían ayudar a prevenir el cáncer de piel”.

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