Personas con demencia pueden seguir aprendiendo cosas nuevas, según investigadores

Descubrimiento sorprendente: Personas con demencia demuestran habilidad para aprender cosas nuevas de forma independiente, desafiando prejuicios y abriendo nuevas perspectivas en el cuidado de la demencia

Los investigadores dieron un iPad a diez personas con demencia y descubrieron con gran sorpresa que poco a poco aprendían a utilizar las tabletas de forma cada vez más independiente.

Una persona con demencia se vuelve cada vez más olvidadiza y a menudo incapaz de realizar acciones cotidianas. Esto se debe a que la demencia afecta a las células cerebrales. Pero además de las células cerebrales afectadas, también hay muchas células cerebrales que (todavía) no lo están. Y eso significa que una persona con demencia sigue teniendo la capacidad de aprender cosas nuevas a pesar de su enfermedad, según demuestra un nuevo estudio.

Uso de ipad por personas con demencias

El investigador Elias Ingebrand hizo que 10 personas con demencia, entre ellas ocho que vivían en residencias, probaran un iPad por primera vez en su vida. Los participantes podían utilizar las tabletas como quisieran. Y pronto quedó claro que el dispositivo de última generación les despertaba curiosidad. 

“Esto me sorprendió”, dice Ingebrand. “En realidad esperaba que las tabletas se quedaran por ahí y ellos hablaran de otra cosa. Pero vimos que realmente le prestaban atención”.

El estudio duró entre cuatro y seis semanas. Y durante ese tiempo, los participantes, que sufrían graves pérdidas de memoria, aprendieron poco a poco a utilizar las tabletas de forma cada vez más independiente. Por ejemplo, una mujer que solía practicar orientación empezó a consultar los resultados de las carreras en la tableta. Y un hombre, que antes solía mostrarse inquieto y agresivo, encendió un canal de televisión pública en la tableta. Al cabo de un rato, el personal se dio cuenta de que se quedaba quieto y concentrado mirando durante mucho tiempo. Era una faceta suya que nunca antes habían visto.

Personas con demencia trabajando juntas

Ingebrand se sorprendió además cuando descubrió que las personas con demencia podían resolver los misterios de las tabletas, incluso sin ayuda del personal o de sus seres queridos. Así, las personas con demencia empezaron a trabajar juntas y a aprender unas de otras. Esto significa que consiguieron concentrarse colectivamente en la tarea que tenían entre manos.

Los resultados sugieren que incluso las personas con demencia son perfectamente capaces de aprender cosas nuevas. Esto desmiente la creencia común de que las personas con demencia son “cáscaras vacías”. La explicación, según Ingebrand, es que el cuerpo recuerda los movimientos necesarios, aunque se haya perdido la capacidad de hablar de ellos. “Es especialmente importante captar el interés de la persona”, argumenta el investigador.

Estudios anteriores: una perspectiva diferente

Por cierto, no es del todo la primera vez que los científicos descubren que las personas con demencia también pueden aprender cosas nuevas. Varios estudios lo han demostrado en el pasado. Sin embargo, en estos casos se trataba de recordar ciertas palabras o los nombres de personas al azar. Lo que hace diferente al estudio actual es que Ingebrand ha demostrado que las personas con demencia pueden aprender cosas nuevas, incluso sin instrucciones específicas.

Según Ingebrand, a partir de ahora debemos mirar a las personas con demencia con otros ojos. “No hay que tratarlas como niños, sino como personas que aún tienen voluntad e incentivos para hacer cosas”, explica. “Hay que seguir permitiéndoles participar en actividades basadas en sus propios intereses y deseos”.

Ingebrand también sabe que esto supone un reto para el personal de las residencias, que a menudo está demasiado ocupado para pasar mucho tiempo con una sola persona. Pero el investigador ofrece una solución que merece la pena probar. Por ejemplo, sugiere que las personas con demencia hagan algo juntas. Porque, como demuestra el estudio con los iPads, las personas con demencia también están perfectamente dispuestas a trabajar juntas e incluso pueden aprender unas de otras.

El estudio del investigador demuestra que la demencia no es, por tanto, el fin del aprendizaje. Al parecer, siempre se puede seguir aprendiendo, incluso cuando se es viejo o se padece una enfermedad de la memoria. Según Ingebrand, los resultados son, por tanto, directamente aplicables en el cuidado de la demencia. “Quiero llevar mi investigación más allá y averiguar cómo pueden utilizarse los conocimientos y la experiencia de las personas con demencia para crear actividades significativas”, dice. “Quizá alguien podría enseñar a otros en la residencia. Por ejemplo, una persona con demencia podría intentar dar una clase de punto”. Esto podría hacer la vida de alguien con demencia mucho más agradable y útil. “El derecho al aprendizaje permanente debe aplicarse a todo el mundo”, continúa Ingebrand. “Y lo que es más importante, todo el mundo debería tener la oportunidad de seguir aprendiendo”.

Artículo Anterior Artículo Siguiente

Formulario de contacto