Estudio confirma que el mindfulness reduce ansiedad y depresión, pero no es para todos

Estudio revela contundente evidencia: El mindfulness se posiciona como una herramienta efectiva contra la ansiedad y la depresión, respaldado por investigadores de Cambridge

Los científicos se han mostrado escépticos durante mucho tiempo sobre la utilidad del mindfulness, también conocido como “vivir el ahora”. Sin embargo, ahora un amplio estudio general afirma que funciona (en cierto modo): las personas que siguen un curso de mindfulness sufren menos ansiedad y depresión durante al menos seis meses después.

No son pocos los que llegan a esta conclusión. Investigadores de la Universidad de Cambridge compararon 13 de los mejores estudios realizados en ocho países, en los cuales los participantes siguieron un programa de mindfulness en grupo dirigido por un profesor. Y tal curso demostró no ser en absoluto inútil. De hecho, los investigadores sostienen que puede ser necesario introducir programas de mindfulness en escuelas y oficinas para prevenir problemas de salud mental.

Funciona de verdad

“En nuestros estudios anteriores, siempre no quedó claro si estos programas de entrenamiento en mindfulness pueden promover la salud mental en diferentes entornos comunes”, afirma la investigadora principal, Julieta Galante. “Pero este estudio es el de mayor calidad hasta la fecha y proporciona la confirmación de que el entrenamiento personal en mindfulness, que a menudo se ofrece en grupos, realmente funciona para la persona media”.

Mindfulness se define como “la conciencia que surge a través de la atención intencionada y sin prejuicios al momento presente y a la experiencia que se desarrolla momento a momento”.

Los cursos en este campo suelen combinar elementos de meditación, conciencia corporal y psicología moderna, y están diseñados para reducir el estrés y mejorar la resiliencia psicológica. Suelen impartirse en pequeños grupos dirigidos por un profesor o formador que anima a compartir y reflexionar.

Cursos de mindfulness

Hasta ahora, los científicos no habían podido demostrar realmente el efecto de estos cursos, algo que ahora han conseguido los investigadores de Cambridge. Han podido confirmar que el mindfulness funciona contra la ansiedad y la depresión. Para ello, analizaron los datos de casi 2400 adultos que habían participado previamente en estudios sobre el efecto de los cursos de entrenamiento en mindfulness. En ellos, los cursos duraban al menos ocho semanas con sesiones semanales de 1 a 2,5 horas.

Los efectos del mindfulness no son exagerados, pero son evidentes: se observó una disminución entre leve y moderada de los síntomas de ansiedad y depresión en las personas que siguieron un curso: un 13 % más de participantes experimentaron beneficios en comparación con los que no siguieron un entrenamiento en mindfulness. Para ello se tuvieron en cuenta los síntomas de salud mental presentes, la edad, el sexo, el nivel educativo y la aptitud para el mindfulness.

El mindfulness no es para todos

explica Galante: “Confirmamos que cuando los adultos siguen personalmente un curso de mindfulness con un profesor en grupo se benefician, de media, al experimentar menos síntomas de salud mental, lo que mejora su salud mental. Pero no estamos diciendo que todo el mundo deba empezar a hacerlo ahora. Las investigaciones demuestran que en algunas personas no funciona en absoluto”.

Incluso dice que no recomienda preferir el mindfulness a otra cosa que pueda beneficiarte, como un club de fútbol. “No tenemos pruebas de que el mindfulness funcione mejor que otras actividades que te hacen sentir bien. Solo decimos que si no estás haciendo nada, este tipo de cursos de mindfulness están definitivamente entre las opciones que pueden ser útiles”.

Uso de app o vieja escuela

No está claro si importa el aspecto grupal y el profesor o si también funcionan, por ejemplo, las apps de mindfulness, tan populares en los últimos años. “Las apps son más baratas, pero ni remotamente hay tantas pruebas de su eficacia”, dice Galante. “Algunas apps pueden escribir que están científicamente probadas, pero suelen remitir a estudios sobre cursos presenciales con un profesor y un grupo”.

Galante investigará más sobre la eficacia de las apps para teléfonos y lo que ocurre cuando la gente continúa los ejercicios de mindfulness en casa, pero por ahora recomienda el curso a la antigua usanza en grupo en una sala con un profesor presente. “Si tienes curiosidad por un curso personal de mindfulness de cuatro a ocho semanas en grupo con un profesor, basándome en este estudio te diría que lo pruebes”, concluye. “Y para las organizaciones que estén considerando ofrecer este tipo de cursos, este estudio demuestra que podría ser una buena inversión, siempre que la gente esté interesada en ello”.

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