Polillas: Las abejas de la noche que polinizan y están amenazadas

La Importancia de las Polillas como Polinizadores: Igual de Valiosas que las Abejas, pero Más Vulnerables y Necesitadas de Protección en un Entorno Urbano

Las polillas, siempre quieres eliminarlas, sobre todo si se atreven a meterse en tu armario. Pero en realidad son unas criaturitas superútiles que polinizan muchas plantas. Incluso se las llama las abejas de la noche. Y por eso merecen la misma protección, opinan los investigadores.

Las polillas son responsables de hasta un tercio de la polinización de cultivos, flores y árboles en zonas urbanas. Es decir, mucho más de lo que se pensaba. Como tales, hacen tanto trabajo como las abejas. Pero las polillas son mucho más vulnerables que sus compañeros polinizadores, en parte debido a su ciclo vital más complejo y a su preferencia específica por determinadas plantas. 

De hecho, bajo la presión de la urbanización, el número de polillas ha disminuido un 33 % en los últimos 50 años. Esto supone una amenaza para las plantas y los cultivos que dependen de estos insectos.

Mejor protección para las polillas

Por ello, los investigadores creen que las ciudades deberían tener más en cuenta a la polilla en su desarrollo y planificación. Por ejemplo, debería haber plantas que sean buenas tanto para las polillas como para las abejas. Esto es importante para mantener un ecosistema sano también en las ciudades. “Nuestro estudio ha demostrado que en las zonas más urbanizadas disminuye la diversidad del polen que transportan las polillas y las abejas. Esto significa que puede haber menos flores disponibles para los polinizadores urbanos”, explicó la investigadora principal, Emilie Ellis, de la Universidad de Sheffield. “Al igual que las polillas y las abejas dependen de las plantas para sobrevivir, estas, a su vez, necesitan a los insectos para polinizar. Si protegemos mejor las zonas verdes y apoyamos la diversidad de insectos, las poblaciones de abejas y polillas se mantendrán y nuestras ciudades seguirán siendo lugares sanos y verdes”, afirma Ellis.

Los necesitamos a ambos

Que las polillas son tan importantes como las abejas lo demuestra el hecho de que ambas visitan otras especies vegetales. Por eso es importante para la supervivencia de las especies vegetales que coexistan. Además, las polillas transportan más polen de lo que se creía y también visitan más especies de árboles y cultivos frutales de lo que se sabía.

Además, en las zonas urbanas puede haber a veces una abundancia de especies vegetales no locales o una disminución de la diversidad de especies. Esto puede llevar a que menos insectos polinicen especies de plantas menos atractivas, lo que tiene efectos negativos tanto en las poblaciones de plantas como de insectos.

Así pues, la polilla es una criatura extremadamente útil que deberíamos valorar. “La gente suele odiar a las polillas, por lo que enseguida se las pasa por alto en comparación con las abejas cuando se trata de protegerlas y conservarlas”, afirma Ellis. “Pero cada vez está más claro que debemos concienciar sobre el importante papel que desempeñan las polillas en nuestro entorno, sobre todo ahora que sabemos que sus poblaciones han disminuido drásticamente en los últimos 50 años”. El diseño de las zonas verdes debe ser respetuoso tanto con las abejas como con las polillas. “Solo así podremos estar seguros de que plantas e insectos siguen siendo resistentes ante la crisis climática y el declive de la biodiversidad”.

2500 especies de polillas 

El investigador Stuart Campbell, de la Universidad británica, explica con más detalle lo difícil que es identificar qué plantas necesitan polillas o abejas. “La mayoría de las plantas dependen de los insectos para su polinización, pero averiguar exactamente qué insectos la realizan es una cuestión muy difícil de responder. Solo en el Reino Unido hay unas 250 especies de abejas y sabemos bastante sobre algunas de ellas, pero también tenemos más de 2500 especies de polillas, que visitan las flores sobre todo por la noche. Así que, como se puede sospechar, sabemos mucho menos sobre ellas”.

No obstante, para saber un poco más sobre las polillas, los investigadores aplicaron la secuenciación del ADN. “Esto nos permitió determinar qué tipo de polen se pegaba a las patas de las polillas cuando visitaban las flores. Descubrimos que las polillas polinizan una amplia gama de especies vegetales, especialmente plantas silvestres, que no son polinizadas por las abejas, y viceversa”. Así que los animales se complementan muy bien y no se estorban mutuamente. De hecho, el mundo vegetal necesita a ambos insectos.

Un asunto complicado

“Este estudio deja claro que la polinización tiene lugar a través de una compleja red de insectos y plantas, y que estas redes son delicadas y sensibles a la urbanización”, concluye Campbell. En una investigación posterior, los científicos planean estudiar qué especies de plantas son la mejor fuente de alimento para distintos insectos, incluidas las mariposas polillas. “Podemos utilizar esta información para apoyar mejor a todos los insectos polinizadores”.

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