Descubren proteína inmunitaria que afecta la detección de virus, incluyendo el coronavirus

Descubierto un “cable trampa” desconocido hasta hace poco en nuestro sistema inmunitario

Se trata de una proteína que hace que algunas personas no detecten ciertos virus, entre ellos el coronavirus.

En muchos casos, cuando los patógenos invaden nuestro organismo, suenan las alarmas en las células inmunitarias. Esas “campanas de alarma” son los llamados inflamasomas, una especie de sistema de alerta formado por sensores moleculares que nuestro organismo utiliza para hacer sonar la alarma cuando se produce una infección. Sin embargo, todavía no se sabe exactamente cómo funcionan estos sensores, por ejemplo, cómo inician las respuestas ante amenazas como los patógenos invasores. 

Pero en un nuevo estudio, los biólogos describen una forma desconocida hasta ahora por la que el sistema inmunitario detecta ciertos virus.

Más sobre los inflamasomas

Los inflamasomas son básicamente los sistemas de alerta de las células inflamatorias que movilizan las sustancias químicas necesarias para protegerse contra las infecciones. Una vez activados, estos inflamasomas pueden provocar, entre otras cosas, la liberación de sustancias químicas también conocidas como citoquinas. Estas citoquinas promueven una respuesta inmunitaria e inflamatoria que puede ayudar a protegernos de virus o bacterias.

En esta historia, la proteína inmunitaria del inflamasoma conocida como CARD8 desempeña un papel estelar. Lo que los investigadores descubrieron es que esta proteína puede servir como una especie de “cable trampa” en nuestro sistema inmunitario. En concreto, en algunas personas, CARD8 impide la detección de determinados virus, entre ellos el SARS-CoV-2 que causa la COVID-19. En pocas palabras, han perdido la capacidad genética de detectar infecciones del coronavirus mediante este sensor CARD8 recién identificado.

Detección de virus

Así pues, basándose en una única diferencia genética, estos individuos son incapaces de detectar infecciones del coronavirus. Pero eso no significa inmediatamente que estén desahuciados ante cualquier virus. “De hecho, estas personas han adquirido la capacidad de detectar virus de otra familia, los enterovirus”, explica el investigador Matt Daugherty. Los enterovirus son un grupo de virus ssRNA conocidos por causar diversas enfermedades. Entre los enterovirus más conocidos están el poliovirus (que causa parálisis infantil) y el rinovirus (que provoca resfriados).

Este descubrimiento sugiere que la proteína CARD8 funciona, por tanto, de forma diferente entre las personas. “Aparentemente, se trata de una compensación evolutiva”, afirma Daugherty. “En cierto sentido, CARD8 determina qué virus se detectan y cuáles no. Es asombroso ver esta compensación evolutiva entre percibir y no percibir un virus frente a otro”.

Además, los investigadores descubrieron que CARD8 también varía entre las distintas especies animales. Por ejemplo, resulta que la versión de murciélago de la proteína no puede detectar coronavirus. Y eso es interesante. De hecho, esto podría explicar por qué los coronavirus infectan tan fácilmente a los murciélagos, formando un reservorio de virus.

Proteína en volución

Los hallazgos, que son el resultado de una serie de experimentos con líneas celulares humanas y de un análisis de la variación genética de CARD8 entre mamíferos, aportan pruebas de que la proteína CARD8 ha evolucionado significativamente entre distintas especies de mamíferos y humanos individuales. “Nuestra hipótesis es que CARD8 es un sensor inmunitario innato, polimórfico y de rápida evolución de los virus de ARN”, concluyen los investigadores.

Aún queda mucho camino por recorrer

A pesar de estos nuevos conocimientos, aún queda mucho camino por recorrer antes de que los científicos comprendan plenamente el funcionamiento de nuestro sistema inmunitario. “Solo hemos descubierto la punta del iceberg”, afirma Daugherty. Según él, aún queda mucho por aprender sobre cómo los sensores inmunitarios hacen sonar la alarma cuando los patógenos invaden nuestro cuerpo.

Además, se necesitan más estudios para determinar el papel de CARD8 en la gravedad y longevidad de la infección del coronavirus. “Resulta tentador especular con la posibilidad de que CARD8 sea un factor que ayude a determinar hasta qué punto enferma una persona de COVID-19”, escriben los investigadores en la revista PLOS Biology. Los estudios de seguimiento tendrán que demostrar si realmente es así.

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