Tocar un instrumento mantiene el cerebro joven y vital, según un estudio

La música como terapia antienvejecimiento: investigadores encuentran que el entrenamiento musical mejora la plasticidad neuronal y preserva la función cerebral en adultos mayores

Cantar una canción en la radio o una sonata en el piano no solo es divertido, sino también beneficioso para el cerebro. Nuevos estudios demuestran que tocar un instrumento o cantar mantiene el cerebro joven y vital.

Combate el envejecimiento, mejora la plasticidad neuronal y preserva la función cerebral. Y esto es especialmente cierto para las personas mayores, según demuestra un nuevo estudio chino. Más concretamente, tocar un instrumento musical o cantar con regularidad y durante largos periodos de tiempo hace que las personas de edad avanzada sean, de media, mucho mejores en el reconocimiento del habla. Son capaces de ignorar información no relacionada (ruido) y de entender un mensaje audiovisual mejor que los ancianos que no se dedican al entrenamiento musical. 

Las resonancias magnéticas muestran que distintas partes del cerebro parecen más jóvenes e incluso asumen funciones de otras zonas. Así pues, años de entrenamiento musical pueden ralentizar y, en algunos casos, incluso invertir el deterioro cognitivo.

Prueba audiovisual

El profesor chino Yi Du explica cómo surgió el estudio: “Reclutamos tres tipos diferentes de sujetos: músicos mayores (empezaron su formación musical antes de los 23 años y han sido músicos una media de 51 años), no músicos mayores y no músicos jóvenes. A todas estas personas se les pidió que realizaran una prueba audiovisual mientras estaban tumbadas en un escáner de resonancia magnética. En la pantalla, veían a alguien pronunciar una sílaba, con los movimientos de los labios claramente visibles en la pantalla. El sonido que la acompañaba también podía oírse, pero estaba muy alterado por el ruido. La tarea de los sujetos consistía en nombrar las sílabas pronunciadas. Mientras tanto, la llamada relación señal-ruido variaba mucho”.

Beneficios del entrenamiento musical

Los escáneres cerebrales dejaron atónitos a los investigadores. “Algunos de nuestros hallazgos nos sorprendieron considerablemente, a pesar de nuestras suposiciones previas”, continúa Yi Du. “Establecimos tres hipótesis sobre los beneficios del entrenamiento musical para el cerebro que envejece. Observamos el grado de conservación de las funciones cerebrales en determinadas partes del cerebro (¿hasta qué punto siguen siendo ‘jóvenes’ estas regiones cerebrales?) y analizamos la compensación neuronal, cuando una zona del cerebro asume las funciones de otra. En tercer lugar, buscábamos un efecto positivo debido a una combinación o interacción entre estos dos mecanismos. Y en nuestro estudio encontramos pruebas que confirman la tercera hipótesis”, afirma Yi Du.

Úsalo o piérdelo

“De antemano nos parecía lógico que observáramos una mejor retención de las funciones cerebrales en todas las partes del cerebro de la corteza frontal y parietal responsables del control cognitivo. Sin embargo, los escáneres de resonancia magnética mostraron que esto también podía observarse en las áreas sensoriomotoras, que en los jóvenes desempeñan un papel en la percepción del habla. Así que parece que el principio de ‘úsalo o piérdelo’ se aplica a este caso”, explica el investigador. 

“Además, encontramos compensación neuronal en partes de la Red de Modo por Defecto (DMN). Esto sugiere que el entrenamiento musical mejora nuestra capacidad para ignorar el ‘ruido de fondo’ (información no relacionada con la tarea) y centrarnos en una tarea específica. Esto sugiere que los beneficios del entrenamiento musical son incluso más amplios de lo que hemos comprobado en nuestro estudio. El entrenamiento musical parece mejorar el estado general del cerebro, una idea sorprendente y prometedora”, afirma Du con entusiasmo.

Los dos mecanismos parecen complementarse. “Para mí, lo más fascinante es que ambos mecanismos (la conservación de las funciones cerebrales y la compensación neuronal) coexisten y dependen el uno del otro. En otras palabras, la compensación funcional observada en las cortezas frontal y parietal y en la DMN tiene un impacto positivo en las regiones sensoriomotoras. Esto significa que el entrenamiento musical afecta a nuestras capacidades cognitivas y a nuestro cerebro de una forma más compleja de lo que se pensaba”, afirma el científico chino.

Nunca es tarde para empezar a hacer música

El investigador se muestra muy positivo sobre los efectos antienvejecimiento de hacer música. “Creo firmemente que el entrenamiento musical es una forma importante y entretenida de mejorar el reconocimiento del habla y combatir el envejecimiento del cerebro. Por eso animo a todas las personas mayores a que empiecen a tocar un instrumento musical o a cantar, si no lo hacían ya. Esto mantiene el cerebro agudo, concentrado y joven”.

Incluso ha convencido a sus familiares y amigos para que se inicien en la música en aras de la agudeza mental. “Por ejemplo, mi padre empezó a tocar el erhu, un instrumento tradicional chino, después de que le hablara de nuestros descubrimientos. También ha compartido este consejo con sus amigos, consiguiendo que varias personas mayores se entusiasmen con el entrenamiento musical”, concluye Du.

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