Nuevo fármaco prometedor: ralentiza la enfermedad de Alzheimer

Brilla la esperanza para los enfermos de Alzheimer: un nuevo fármaco parece ralentizar considerablemente la enfermedad

El nuevo fármaco libera al cerebro de las desagradables placas amiloides y ralentiza el deterioro de la función cerebral hasta en un 35 %.

La enfermedad de Alzheimer es una dolencia debilitante que afecta gravemente a la memoria. A pesar de varias décadas de investigación, aún no se ha producido ningún avance importante y no existen fármacos que puedan curar la enfermedad. Pero un nuevo estudio es prometedor. Por ejemplo, los investigadores han desarrollado un fármaco experimental que parece ralentizar significativamente el deterioro de la enfermedad en personas con Alzheimer leve. “Es una noticia emocionante para los enfermos de Alzheimer y sus familias”, afirma Christine Nguyen, profesora asociada de la Universidad de Melbourne.

Fármaco donanemab y placas amiloides

El fármaco en cuestión es uno llamado donanemab, que se inyectaba mensualmente a personas con Alzheimer leve. Participaron en el estudio 1700 personas. Al cabo de 18 meses, los investigadores hicieron balance. Y los pacientes de Alzheimer que habían recibido el fármaco parecían beneficiarse enormemente. 

Por ejemplo, el equipo descubrió que los participantes a los que se había administrado el fármaco presentaban un 40 % menos de deterioro en su capacidad para realizar actividades cotidianas (piense en conducir un coche, dedicarse a aficiones y hablar de la actualidad) en comparación con los que habían recibido un placebo. Además, ralentizó la progresión de la enfermedad en un 35 %.

El fármaco se dirige a las tan discutidas placas amiloides, que se acumulan en el cerebro de los enfermos de Alzheimer (véase el recuadro). El fármaco descompone estas proteínas del Alzheimer, por así decirlo, y libera al cerebro de estas desagradables placas amiloides. Y eso marca una diferencia notable.

Más sobre las proteínas del Alzheimer

La enfermedad de Alzheimer comienza cuando se acumulan en el cerebro placas de proteínas beta-amiloides. Tras años de acumulación, una segunda proteína cerebral, la tau, empieza a formar en las células cerebrales ovillos dañinos que son tóxicos para las neuronas. En el momento en que estos ovillos de proteínas son detectables en el cerebro, la mayoría de los pacientes de Alzheimer empiezan a mostrar síntomas cognitivos, como la pérdida de memoria.

Esto no quiere decir, por cierto, que el fármaco pueda detener la enfermedad de Alzheimer. A pesar de la eliminación casi completa de las placas amiloides, la enfermedad sigue avanzando, aunque a un ritmo mucho más lento que sin tratamiento. “Esto significa que no es una cura”, afirma Bruce Brew, médico consultor y neurólogo de la Universidad de Nueva Gales del Sur. “No obstante, retrasa el inevitable empeoramiento de la enfermedad, lo que permite a los pacientes pasar más tiempo de calidad con sus seres queridos”.

Efectos secundarios

Sin embargo, el uso de donanemab no está totalmente exento de peligros. Por ejemplo, tiene algunos efectos secundarios que pueden llegar a ser mortales en raras ocasiones. En concreto, el fármaco puede causar inflamación y hemorragias cerebrales. En la mayoría de los casos, la inflamación era leve y remitía con el tiempo. Sin embargo, tres sujetos murieron por este efecto secundario. “Nos animan los posibles beneficios clínicos que puede ofrecer donanemab”, afirma el investigador Mark Mintun. “Pero, al igual que muchos tratamientos eficaces para enfermedades debilitantes y mortales, existen riesgos que a veces pueden incluso ser graves y poner en peligro la vida”.

Una noticia emocionante

A pesar de ello, los expertos se muestran optimistas. Al fin y al cabo, significa que estamos en vísperas de un tratamiento de primera generación para la enfermedad de Alzheimer, algo que muchos creían imposible hace tan solo una década. 

“El futuro del tratamiento de la enfermedad de Alzheimer parece cada vez más prometedor”, comentó Perminder Sachdev, catedrático de Neuropsiquiatría de la UNSW de Sydney. “Por supuesto, aún no hemos llegado a ese punto y los efectos secundarios detectados son motivo de gran preocupación. Pero las noticias me animan”. Otros expertos también consideran prometedores los resultados del estudio. 

“En particular, porque los hallazgos indican no solo una eliminación satisfactoria de las placas amiloides, sino también un retraso demostrable del deterioro cognitivo y funcional en las primeras fases del Alzheimer”, afirma Ian Musgrave, profesor titular de farmacología de la Universidad de Adelaida. “Además, el 47 % de los participantes no experimentó progresión alguna de la gravedad de la enfermedad al cabo de un año (frente al 29 % de los que recibieron placebo). Se trata de una mejora notable con respecto a estudios anteriores con otros anticuerpos dirigidos contra el amiloide, que en su mayoría han mostrado un beneficio cognitivo insuficiente”.

Futura aprobación

Los investigadores tienen previsto presentar lo antes posible una solicitud a la Administración de Alimentos y Medicamentos de EE. UU. (FDA) para que apruebe el fármaco. Y una vez obtenida esa aprobación, el prometedor fármaco podría utilizarse en diversos pacientes de Alzheimer. Se trata de un gran paso adelante. Porque, aunque actualmente hay fármacos en el mercado que pueden reducir ciertos síntomas, existen pocos medicamentos dirigidos contra la enfermedad de Alzheimer en sí.

Sin embargo, es importante empezar a utilizar donanemab lo antes posible. Afortunadamente, cada vez se están desarrollando más análisis de sangre e incluso pruebas oculares que pueden detectar la enfermedad en una fase temprana (incluso antes de que aparezcan los primeros síntomas). Si el fármaco se prescribe entonces con rapidez, el futuro de los enfermos de Alzheimer parece mucho más prometedor. “Es de esperar que el fármaco esté disponible en un futuro no muy lejano”, concluye Brew.

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