Escuchar grabaciones de hipnosis puede reducir el dolor y la ansiedad durante un procedimiento médico. Incluso puede hacer que los pacientes necesiten menos sedantes y analgésicos.
Someter a las personas a hipnosis durante una intervención quirúrgica suena a truco médico, pero ya es una práctica habitual en hospitales de varios países, como Estados Unidos, Australia y Canadá.
Los ejemplos más conocidos del uso de la hipnosis en procedimientos médicos se refieren a personas sometidas a cirugía mayor sin anestesia. Pero no muchas personas pueden ser hipnotizadas tan profundamente. Por lo tanto, este enfoque no será viable a gran escala.
Menos analgésicos
El uso de la hipnosis junto con la anestesia tiene una aplicación más amplia. Con ella, los médicos pueden ayudar a las personas a sentirse menos ansiosas durante procedimientos en los que permanecen despiertas, como una biopsia, en la que se extrae un trozo de tejido, o una colonoscopia, en la que los médicos examinan los intestinos. Esto puede reducir la cantidad de sedantes o analgésicos necesarios.
Un estudio aleatorizado de mujeres estadounidenses a las que se tomó una biopsia de un bulto mamario descubrió que escuchar un audio de hipnosis reducía el dolor y la ansiedad.
Este método también puede utilizarse antes de operaciones en las que se aplica anestesia general. En un ensayo se examinó a niños a los que se colocó un catéter en el corazón, procedimiento que requiere anestesia general. Los niños que escucharon a una enfermera leer en voz alta un guion de hipnosis antes de la operación necesitaron una dosis menor de sedantes.
“No es una alternativa a la anestesia, sino un complemento para controlar la ansiedad antes de la operación”, afirma la anestesista Samantha Black, que ayudó a desarrollar las grabaciones de hipnosis para el Royal College of Anaesthetists (RCoA) del Reino Unido.
Adaptar el plan de estudios
Además de escuchar grabaciones hipnóticas o a un profesional sanitario leyendo un guion, el personal también puede utilizar sugestiones hipnóticas más informales. En este caso, incluyen frases clave en la conversación para ayudar a las personas a relajarse, como decirles que sienten que les entra sueño o que les pesan las extremidades.
En una conferencia sobre “hipnosis médica complementaria” celebrada por la Real Sociedad de Medicina de Londres a principios de este mes, Black afirmó que los médicos también deberían aconsejar a los pacientes que escuchen las grabaciones varias veces en casa antes de la intervención. “A veces los pacientes esperan varias horas para someterse a la operación”, explica Black. “Es muy difícil relajarse en un entorno así”.
No hay datos que demuestren con qué frecuencia los anestesistas u otro personal utilizan estas técnicas hipnóticas recomendadas, afirma Black. No forma parte de la formación médica estándar de los anestesistas en prácticas, pero los hospitales y los colegios profesionales de médicos de muchos países ofrecen cada vez más formación en técnicas hipnóticas. “Debería integrarse en el plan de estudios de las facultades de medicina”, afirma Black.