Vacunas COVID-19 no generan variantes peligrosas del virus, según estudio

La vacunación contra COVID-19 no acelera la evolución del virus hacia variantes peligrosas, según un estudio en Hong Kong publicado en Nature Communications.

Un estudio de hong Kong demuestra que las vacunaciones no hacen que el coronavirus evolucione hacia una variante que escape a esas vacunas.

Parece una preocupación lógica: si vacunas a todo el mundo contra el coronavirus, ¿no estás fomentando una nueva variante inmune a la vacuna en cuestión? Después de lo cual hay que inventar una nueva vacuna, y la historia se repite.

Afortunadamente, esa preocupación parece infundada. Un amplio estudio realizado en Hong Kong, publicado en Nature Communications, demuestra que tanto la vacuna de Pfizer como la china Sinovac no dan lugar a una variante del coronavirus más peligrosa.

Muestras recogidas

Para el estudio, se recogieron muestras de SARS-CoV-2 (como se sigue llamando oficialmente al coronavirus) de 2820 pacientes diferentes. “Se trata de uno de los mayores números hasta la fecha en este tipo de estudios”, declaró Leo Poon, catedrático de virología y jefe del departamento de ciencias de laboratorio de salud pública de la Universidad de Hong Kong, que dirigió el estudio.

“De este modo, quedó bien establecido si una muestra procedía de un paciente vacunado o no”, prosiguió Poon. “Esto nos permitió determinar el efecto de la vacunación en la evolución del virus”.

Diferentes vacunas

En Hong Kong, el gobierno suministró dos vacunas durante la pandemia de coronavirus, la vacuna de Pfizer, y la vacuna china Sinovac. Estas vacunas funcionan de forma diferente. La vacuna Pfizer es una vacuna de ARNm, que hace que el organismo produzca la proteína espiga, el saliente por el que el coronavirus accede a las células. Sinovac es una vacuna “a la antigua”, que funciona con un virus completo inactivado. “Los estudios anteriores se centraban principalmente en vacunas de ARNm”, explica Poon. “Esto hace que la parte de nuestro estudio dedicada a Sinovac sea única”.

Además, se leyó más del 90 % del genoma de los virus recogidos. Bert Niesters, catedrático de microbiología médica y jefe de la sección de virología clínica de la Universidad de Groninga, que no participó en el trabajo, considera que se trata de un buen estudio realizado por un buen grupo de investigación.

Mutaciones silenciosas

Una de las cuestiones que se plantearon Poon y sus colegas fue si la vacunación da lugar a nuevas variantes inmunes a las vacunas. “Hay científicos que creen que la vacunación puede acelerar la evolución del virus, y otros que piensan que no”, afirma Poon. “Nuestros resultados apoyan esta última opinión, tanto para la vacuna de Pfizer como para la de Sinovac”.

Esto no quiere decir, por cierto, que los coronavirus no presentaran mutaciones en los pacientes vacunados. Pero la mayoría de las mutaciones observadas eran las llamadas mutaciones “silenciosas”: mutaciones que no hacían que el virus fuera notablemente más peligroso.

“Dado que, por término medio, solo unas pocas partículas del virus se transmiten de una persona a otra por infección humana, la mayoría de estas mutaciones silenciosas no se cruzarán”, afirma Poon. “Sin embargo, las mutaciones ventajosas para el virus podrían propagarse por esa vía. Por eso es tan importante que hayamos establecido que la vacunación no conduce a ese tipo de mutaciones ‘no silenciosas’ en el huésped”.

El primero en cruzar la línea

Por cierto, Poon no califica sus hallazgos de sorprendentes. Niesters está de acuerdo. “La mayor parte de la selección no será causada por las vacunas, sino en la eficiencia con la que una variante particular del coronavirus puede replicarse. Y en ese punto, la variante ómicron es la primera en cruzar la línea”.

Niesters también hace referencia a este reciente artículo de revisión, sobre la evolución del coronavirus. “El virus siempre seguirá evolucionando”, explica. Surgen nuevas variantes todo el tiempo y esto ocurre independientemente de la vacunación. La cuestión es que la inmunidad inducida por las vacunas tiene una duración limitada. “Tenemos que adaptar la vacuna porque el virus evoluciona. No por la propia vacunación, sino de forma natural y lógica, biológica”.

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